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El 'monstruo' de las toallitas cuesta 120 millones al año en España: “Algunas marcas las venden como desechables, pero no lo son”

Un operario saca toallitas del colector norte de València

Carlos Navarro Castelló

Valencia —

“En los últimos años el consumo de toallitas húmedas ha aumentado considerablemente hasta el punto de que hoy en día se utilizan casi para cualquier uso; el problema es que en muchos supermercados y grandes superficies se etiquetan como desechables vía inodoro cuando no lo son al no existir regulación nacional alguna”. Así ha resumido esta fenómeno Sandra Enguídanos, técnico de Global Ominum, que gestiona numerosas depuradoras en toda España incluida la de València.

Aunque puede parecer un problema menor, el uso de toallitas está causando auténticos estragos en la mayoría de capitales españolas en forma de atascos en la red de alcantarillado y en las depuradoras, cuya reparación supone gastos millonarios para las arcas públicas, en la mayoría de casos por parte de los ayuntamientos.

Según Enguídanos, la problemática principal de estas toallitas se presenta en su origen ya que la composición de muchas de ellas son tejidos de fibras compactadas en lugar de celulosa que se presentan como biodegradables para el consumidor“.

Así, “a diferencia de lo que sucede con el papel higiéncio, las toallitas aumentan su tamaño y quedan atrapadas sin llegar a degradarse mientras permanecen en la red de saneamiento, desde redes domésticas (su uso continuado genera problemas en bajantes comunitarias de edificios y en la propia red interna del usuario, atascos, roturas, malos olores...), redes de colectores (atascos, reboses o alivios de agua residual en las redes y como consecuencia incremento de las intervenciones de limpiezas agravando los costes de saneamiento) y estaciones de bombeos y pretratamientos de estaciones depuradoras de aguas residuales urbanas”.

A pesar de que resulta difícil discernir entre costes derivados únicamente por los vertidos de toallitas y los ocasionados por el resto de residuos, “la Asociación Española de Abastecimientos de Aguas y Saneamiento (AEAS) calculó en un principio que el tratamiento de las toallitas húmedas al inodoro para los operadores del ciclo urbano del agua, oscilaba entre los 4 y 6 euros por persona y año entre 2015 y 2017, lo que arroja un total de 180 a 280 millones de euros anuales en todo el territorio nacional”.

Sin embargo, Enguídanos ha asegurado que “gracias a las campañas de concienciación respecto al uso de este tipo de productos, el último estudio más reciente de finales del pasado año cifra el coste de 1,5 a 2,65 euros por persona y año”, lo que elevaría el coste de la reparación de los daños a 120 millones de euros anuales en España y casi 13 millones de euros en la Comunitat Valenciana.

Ante esta siuación, los sectores españoles del agua y el papel, con el objetivo de dar una solución más práctica a nivel nacional, acordaron la constitución de un grupo de trabajo en la Asociación Española de Normalización (UNE) dentro del Comité Técnico 149, Ingeniería del Agua con el objeto de elaborar una norma UNE que determine los criterios a cumplir por un producto susceptible de ser desechado por el inodoro para poder ser etiquetado como biodegradable.

“La Norma UNE 149002 se publicó en el BOE hace dos meses y con ella, los fabricantes que usen materiales biodegradables en sus toallitas, contarán con un distintivo para ayudar a los consumidores a diferenciar los que se pueden tirar al retrete de los que no”, ha explicado.

Además, “el objetivo es que el Gobierno convierta esta normativa en una ley de obligado cumplimiento para los fabricantes, de forma que se evite confundir al consumidor”.

València invertirá 160 millones en alcantarillado

El concejal de Ciclo Integral del Agua del Ayuntamiento de València, Vicent Sarrià, ha anunciado este miércoles que la inversión planificada en actuaciones en el saneamiento municipal, centrada en la reparación, adaptación y cumplimiento de la normativa, se divide en tres fases situadas entre 2020 y 2035 con un importe total de 162,47 millones de euros. La mitad de este importe se pedirá al Banco Europeo de Inversiones (BEI).

Asimismo, ha hecho hincapié en la necesidad de realizar campañas de concienciación respecto a tirar deshechos al inodoro, ya que “se han gastado 8 millones de euros durante los dos últimos años en lo que mecánicamente consiste en la desobstrucción del colector norte por las toallitas, y seguramente se alcancen los 10 millones cuando acabe el proceso”. Desde que iniciaron los trabajos de limpieza se han extraído 5.000 toneladas de residuos.

Como avanzó eldiario.es, solo para destascar este colector el Ayuntamiento pedirá 12 millones de euros en créditos, el 50% de ellos al BEI.

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