El Gobierno valenciano insta a 13 colegios a cambiar sus nombres franquistas, de Primo de Rivera a Villar Palasí
Hasta 13 colegios valencianos de educación infantil y primaria tendrán que cambiar sus nombres relacionados con el franquismo. Forman parte de los más de 80 centros escolares de España en los que se conservan denominaciones de la dictadura. La Conselleria de Educación, Investigación, Cultura y Deporte de la Generalitat Valenciana, que dirige Vicent Marzà, ha enviado unas instrucciones en las que insta a esos centros docentes a iniciar el procedimiento para retirar nombres como Primo de Rivera, López Rosat, Vicente Mortes o Villar Palasí del mapa de centros educativos públicos.
El Gobierno valenciano cumple así una resolución aprobada en enero en las Corts Valencianes que lo emplazaba a dirigirse a “los centros educativos públicos de la Comunidad Valenciana que todavía tienen nombre de persona, lugar o hecho que esté relacionado con el alzamiento militar de 1936, la guerra civil y/o la represión de la dictadura franquista” para que cumplan la Ley de Memoria Histórica de 2017 y los sustituyan.
Los centros afectados son, en la provincia de Valencia, los colegios de educación infantil y primaria con el nombre de Villar Palasí en Valencia, Sagunto, Quart de Poblet, Paterna y Burjassot; el Vicente Mortes de Paterna y López Rosat y General Urrutia de Valencia. También lo son, en la provincia de Alicante, el Villar Palasí de Orihuela, los colegios Primo de Rivera de Crevillent y Callosa de Segura y los centros escolares José María Paternina de Calp y Daya Nueva.
Si Primo de Rivera fue el fundador de la Falange y el General Urrutia uno de los militares sublevados contra la República que llegaría a ser capitán general de Valencia en los años cincuenta, Villar Palasí fue ministro de Educación en el franquismo; López Rosat, alcalde de Valencia entre 1969 y 1973; Vicente Mortes, ministro de la Vivienda en esos mismos años, y José María Paternina, militar y gobernador civil de Alicante en los años cuarenta.
Las instrucciones de la Conselleria de Educación instan a los centros educativos a “realizar el procedimiento correspondiente al cambio de denominación”, que exige su aprobación por el consejo escolar de centro y el consejo escolar municipal o, en su defecto, el pleno del Ayuntamiento.
La intención de la Generalitat, según el departamento del conseller Marzà, es que se decida la retirada de las denominaciones franquistas y facilitar la elección de “nombres consensuados” para los colegios afectados.