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¿Por qué los Mercados Municipales?

Una parada de fruta en un mercado de València.

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Cuando un ciudadano o ciudadana quiere comprar fruta y verdura tiene a su disposición una considerable cantidad de opciones donde adquirir estos productos frescos, especialmente en ciudades como en València, pero hay uno que se diferencia de todos los otros con total claridad: El Mercado Municipal. 

Algo que no todos conocen es que la fruta y la verdura que el consumidor encuentra en los supermercados e hipermercados es diferente a la que se ofrece en los mercados de barrio, no es el mismo producto. 

Los primeros compran a grandes distribuidores que traen sus frutas y verduras de países de otros continentes; mientras que en una gran parte de los negocios que encontramos en los mercados adquieren el producto directamente a los agricultores locales en la llamada “Tira de Comptar” de Mercavalència, y muchos de estos productos -además- son ecológicos (Ecotira). 

El que escribe este artículo es una de las personas que se levanta diariamente a las 4 de la mañana para comprar a los agricultores y agricultoras de València frutas y verduras del terreno, pagándoles precios justos y estableciendo una relación de confianza con ellos basada en el trato diario y en las buenas prácticas.

Hace siete meses que he abierto una parada de fruta y verdura de proximidad en el Mercat del Cabanyal, donde ofrezco en horario comercial todo este producto a los vecinos y vecinas de Poblats Marítims, y de València en general. 

Los beneficios de consumir el producto local respecto del que se vende en las grandes superficies son muy apreciables. El primero es el sabor: los frutos se dejan madurar en las plantas en vez de hacerlo en las cámaras, lo que les confiere un gusto incomparable, de forma que las fresas, los tomates, las alcachofas… ¡Saben, de verdad, a fresas, tomates y alcachofas!

El segundo son las propiedades nutritivas: Es evidente que como más días pasen desde la recolección del fruto o la hortaliza, mayor será la perdida de las vitaminas y nutrientes que aportan a nuestros organismos. 

La tercera, el combate contra el cambio climático: El viaje que hace una naranja de Alzira al Mercat del Cabanyal ahorra a nuestro planeta una gran cantidad de emisiones respecto al viaje que hace una naranja de Egipto al supermercado de turno. Se puede resumir de forma muy gráfica, como lo hace una campaña del Gobierno de les Illes Balears: “Si tú tienes Jet Lag después de cruzar el planeta, imagínate una naranja”.

Pero además del producto, los Mercados Municipales se diferencian del resto de superficies por ser edificios públicos. Son espacios que estás financiando, en parte, con tus impuestos. Un Mercado Municipal tiene una parte de ti. Esta peculiaridad no la encontrarás en ningún otro espacio. 

Aun así, los mercados municipales tienen ante sí retos muy importantes para que no acaben por desaparecer. Recientemente ha cerrado en nuestra ciudad el Mercado Municipal de Benimàmet, lo que me entristece enormemente. Los mercados somos una pieza clave de la dieta mediterránea y tenemos que esforzarnos en comunicar más y mejor las ventajas de comprar en ellos. Estamos en un momento clave, y nos jugamos más de lo que nos pensamos como sociedad con la desaparición o continuidad de este modelo de negocio.

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