Catarroja rescata la bandera republicana que homenajeó a Blasco Ibáñez en su entierro
El traslado de los restos de Vicente Blasco Ibáñez a Valencia fue un acontecimiento para la ciudad. En 1933, cinco años después de su muerte, el Gobierno de la República organizó dos expediciones para trasladar al escritor y político desde Francia a su ciudad natal, con los mismos honores militares que correspondieran a un ministro civil, según los decretos.
El homenaje póstumo a Blasco Ibáñez tuvo mayor duración que el de la reina Isabel II de Inglaterra. Los actos se iniciaron en Francia con la primera expedición terrestre, que partió el 24 de octubre, y culminaron el 5 de noviembre en València, con el traslado definitivo de sus restos al cementerio municipal. El féretro se expuso en salones con honores en ambos países, se organizaron comitivas y fue recibido por el entonces presidente de la República, Niceto Alcalá Zamora, a su llegada al Puerto de Valencia en el buque Jaime I.
De la veneración a uno de los autores más internacionales participaron los municipios más afines al blasquismo, especialmente aquellos que el escritor había reflejado en su obra. En Catarroja, donde el pensamiento de Blasco Ibáñez, difundido a través de su diario El Pueblo, fue fundamental para la creación de la escuela laica, rindieron homenaje al escritor con su bandera municipal. Por iniciativa de su último alcalde republicano, Fernando Ribes, el ayuntamiento dejó marcado el rostro del autor de La Barraca y Cañas y Barro, ambientados en su paisaje característico de L'Albufera, en la insignia municipal el mismo año de su traslado.
El consistorio acaba de rescatar la bandera, que llevaba 90 años guardada y es una de las pocas piezas del periodo republicano que se conservan en España. Una cesión de la familia del edil republicano permitirá al consistorio restaurar la tela, de más de dos metros de ancho, y el emblema para exhibirlo en las jornadas de memoria democrática que el municipio desarrollará en otoño. La bandera se encuentra en buen estado de conservación, según los primeros exámenes, y para el municipio significa recuperar una parte de su historia más reciente. Una vez restaurada, apunta el edil de Regeneración Democrática, Martí Raga, será expuesta como parte de las jornadas durante aproximadamente un año, de forma accesible para todos los vecinos.
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