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Ximo Puig defiende su reforma fiscal: “Unos bajan impuestos a los más ricos, aquí se ayuda a llegar a fin de mes a la mayoría de la sociedad”

El presidente de la Generalitat, Ximo Puig, en el debate de política general.

Laura Martínez

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El anuncio de la reforma fiscal que prepara el Gobierno de coalición liderado por Ximo Puig ha sacudido la política nacional. En el debate de política general de la Comunitat Valenciana, el dirigente socialista, contrario a la bajada generalizada de impuestos, ha planteado su propuesta tributaria para combatir la inflación: una reducción de la presión fiscal a las rentas inferiores a 60.000 euros, una ampliación de las exenciones y un aumento de las deducciones de hasta el 10% en el marco autonómico. La medida tendrá carácter retroactivo desde el 1 de enero de 2022, con lo que sus efectos se verán en la declaración de la renta que arranca en mayo de 2023.

Puig parece haber asumido la idea de que bajar impuestos puede ser progresista, que reiteró el expresidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero en su intervención del pasado sábado en Valencia, con una reforma para las clases “medias y trabajadoras”, una merma de casi 150 millones de euros en recaudación que resulta asumible por el aumento de ingresos del Estado como consecuencia de la inflación. De esos 150 millones, dos terceras partes del ahorro beneficiarán a las rentas inferiores a 30.000 euros.

En un contexto de batalla fiscal, con las comunidades del PP como Madrid y Andalucía suprimiendo impuestos a las grandes fortunas y los dirigentes del PSOE, Unidas Podemos, Compromís y otras fuerzas de izquierdas criticando el “dumping” o la competencia desleal, la propuesta de Puig ha generado inquietud. Mientras el Gobierno central explora una subida del IRPF para los tramos más altos, la propuesta de los socialistas valencianos mantiene los tributos como están -ya se aumentaron en 2015 y en 2018 para reforzar la progresividad-. La propuesta no ha sentado bien en el Gobierno. “Cada vez que hablamos de rebajar está el debate de qué recortar”, ha indicado la portavoz del Gobierno, Isabel Rodríguez.

Dirigentes del PP como Alberto Núñez Feijóo Isabel Díaz Ayuso, Cuca Gamarra o José Luis Martínez-Almeida han aprovechado la propuesta de Puig para intentar anotarse un tanto con su defensa de una fiscalidad que beneficia a las rentas altas. Puig, “uno de los grandes referentes de política de armonización fiscal, ha hecho una enmienda a la totalidad” y “se ha puesto del lado del PP”, aseguraba el alcalde de Madrid, mientras que el presidente de los populares pedía coherencia“ al PSOE: ”Que no digan una cosa y a 100 kilómetros la contraria“, reclamaba Feijóo. Gamarra, secretaria general del PP, aplaudía una reforma ”en el camino correcto“, mientras que la presidenta madrileña considera que es ”lo más sensato“. Los populares equiparan la propuesta del barón socialista con su insistencia en deflactar el IRPF, una cuestión que desde la Generalitat Valenciana niegan tajantemente.

Puig se ha desmarcado de la posición de los conservadores, asegurando que la reforma es de carácter progresivo y no beneficiará a las rentas altas. “Esta es la reforma fiscal progresista, la reforma fiscal para el 97,4 % de la población”, con “un ahorro medio de más de 100 euros por contribuyente y un ahorro global de 149 millones a las familias, y, de ellos, dos terceras partes benefician a las rentas inferiores a 30.000 euros”, ha apuntado el presidente de la Generalitat en su intervención.

Puig se ha esforzado en marcar distancias con la derecha, insistiendo en que su reforma fiscal tiene planteamientos bien distintos: “Unos bajan impuestos a los más ricos, aquí se ayuda a llegar a fin de mes a la mayoría de la sociedad”, ha apuntado en su intervención, en la que ha subrayado que las medidas concentrarán el ahorro en las unidades familiares con menos ingresos, frente a la petición de suprimir el impuesto de patrimonio, que apenas afecta al 0,5% de la población de la Comunitat Valenciana, con un patrimonio superior al medio millón de euros. “Bajamos los impuestos a 1,3 millones de valencianos y por eso no los rebajamos a las rentas más altas, porque, si el objetivo es la justicia social, el camino se llama justicia fiscal”, ha agregado el presidente, también en su respuesta a la portavoz del PP en las Cortes Valencianes, Maria José Catalá. “Con total franqueza, ustedes no están de acuerdo con nuestra reforma porque no les afecta a ustedes. No afecta a nadie de esta cámara, ni a ustedes ni a nosotros, afecta a la gente de la calle”, ha recalcado en su primera réplica a la oposición en el debate de política general en las Corts Valencianes, donde ha realizado el anuncio.

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