Comienza la exhumación de los represaliados en la Fosa 21 de Paterna: “Recuperar sus cuerpos nos permite terminar con el relato y el pacto del olvido”
“Recuperar sus cuerpos, la inhumación, nos permite terminar aquel relato y el pacto del olvido”. Para los familiares de los represaliados que se encuentran en la Fosa 21 de Paterna (Valencia), los trabajos de exhumación y posterior inhumación implican comenzar a reparar un relato de terror, silencio, olvido; una mancha en la vida de sus antepasados que se originó con un golpe de Estado, se expandió durante la guerra y se ha mantenido hasta la fecha.
La recuperación de los cuerpos que arranca este miércoles en el cementerio municipal supone “redignificar” a las víctimas, “limpiar la parte de sus vidas que sus verdugos intentaron ensuciar”, con las condenas en juicios militares y su posterior ejecución, sembrando la sospecha en sus vástagos y parientes. “Hoy es un día que nos permite cerrar heridas”, expresan Inma Bernat y Pilar Taberner, cabezas de la asociación de familiares, que lleva cinco años en el proceso de búsqueda de los descendientes de los represaliados y de documentación para poder reconstruir sus vidas.
Los trabajos de investigación apuntan que en la Fosa 21 se encuentran enterrados 76 cuerpos, tres de ellos de mujeres. Carmen Martínez Fortea, Bárbara Morella Ribes y Francisca Ballester Nogueras fueron tres vecinas de Catarroja afiliadas a la CNT, vinculación que las convirtió en las tres primeras fusiladas en el paredón de Paterna en la posguerra. “Me niego a usar el término vencidos”, añade Taberner, que considera que el homenaje transforma algo como la muerte en agradecimiento. “Podemos cerrar las heridas nosotros por los que ya no están”, apunta.
Tras un lustro en el que se ha llevado a cabo un proceso detectivesco, la Asociación de Familiares de Personas Fusiladas en la fosa 21 del cementerio de Paterna ha conseguido localizar a buena parte de los consanguíneos de los represaliados, un proceso fundamental para cotejar las muestras de ADN. Los trabajos de este nicho son los primeros que financia la Conselleria de Memoria Democrática en este municipio valenciano, donde se ha trabajado en otras fosas con fondos de la Diputación de València bajo la dirección de Rosa Pérez Garijo, quien ahora ocupa la conselleria.
“Estamos devolviendo la dignidad, no de las víctimas que nunca la perdieron; con cada exhumación y cada vez que entregamos unos restos a sus familiares vamos devolviendo un poco de dignidad a nuestro país”, ha asegurado Pérez Garijo en el inicio de los trabajos de exhumación, para quien esta actuación directa de la Generalitat es “un paso más en el camino de la justicia y la reparación para las víctimas y sus familias”. Una vez concluyan los trabajos, este año la actuación de Calidad Democrática se completará con la apertura de la fosa 126 del mismo cementerio, la más numerosa documentada en todo el territorio valenciano, donde se calcula que están enterradas 238 víctimas.
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