Llega Starlink: un servicio que puede revolucionar la 'España vaciada'

Starlink es uno de los proyectos más ambiciosos de Elon Musk, aunque también de los más cercanos en ver la luz. Se trata de un sistema de satélites que buscan dar solución a las áreas donde el internet no llega o zonas, como algunas regiones de España, donde este no alcanza las velocidades de las grandes ciudades. 

Starlink debía empezar a operar en España a lo largo de este 2021... y no se ha hecho esperar. 

El pasado 9 de febrero, a través de la web oficial, se anunciaba que se abría el periodo de reservas para este servicio en nuestro país. 

Toda aquella persona que esté interesada puede hacerse con un equipo para utilizar Starlink entre mediados y finales de este año. Pero estas reservas están limitadas a un número máximo de personas y, además, disponen de un tiempo limitado para hacerlas.

Más de 500 euros y te lo montas tú

Starlink es un servicio y, como tal, se paga. En la web oficial, al registrarte con tu correo electrónico, te presenta el precio a pagar: 99 euros de cuota mensual y 499 euros por la antena más otros 60 euros por el envío. Un total, redondeando a números enteros, de 660 euros.

Aunque ofrecen la posibilidad de devolver la antena en los 30 días siguientes a los que te llegue y reembolsar tanto el precio de la misma como la cuota, es un precio que parece elevado de primeras. Sobre todo teniendo en cuenta algunos de los puntos que hay que aceptar al comprar este servicio de SpaceX.

En primer lugar, la antena ha de instalarla el usuario, al igual que el cableado y el router. Al contrario que la mayoría de operadoras, Starlink obliga al usuario a instalar la antena con la única ayuda de una aplicación que indica cuál es el lugar idóneo.

Además, desde la web advierten que cualquier objeto - “un árbol, chimenea, poste…” - puede interrumpir la conexión. Por eso recomiendan instalarla en el punto más alto que el cliente pueda alcanzar, sin asumir riesgos.

En segundo lugar, aunque Starlink parece que pueda ser un servicio global y móvil, si se cambia el domicilio no bastará con llevarse el equipo. Tal y como explican en la web, “Starlink está programado para enviar Internet a todos los usuarios dentro de un área designada sobre el terreno. Esto se conoce como celda”. 

“Su Starlink está asignado a una sola celda”, explican desde la zona de FAQ. De esta manera, no se puede cambiar tan fácilmente la localización de la antena.

¿Cómo es la velocidad del Internet?

Según los primeros usuarios en Estados Unidos y un estudio independiente a SpaceX realizado por Ookla Speedtest Intelligence, todo parece apuntar que bien. La media de la velocidad de internet se establece entre los 50 Mbps y los 150 Mbps.

Se tratan de cifras muy aceptables sobre todo para aquellas zonas donde la fibra óptica no llega. Además, tal y como han explicado desde SpaceX, el proyecto pretende alcanzar en el futuro 1 Gbps. Pero la gran sorpresa, frente a otros servicios de internet por satélite como Viasat o HughesNet, es la latencia o ping. 

Esto es es el tiempo que nuestra red tarda en enviar un paquete de información. Frente a las mencionadas antes, que superan los 600 ms (milisegundos), Starlink se sitúa alrededor de los 40 ms; muy por debajo.

Esto es una gran mejora ya que la alta latencia no permite, por ejemplo, jugar videojuegos online ya que se hace imposible para los usuarios. Aun así, según SpaceX, su objetivo es bajar esta latencia hasta los 16 ms. A pesar de ello, desde la web advierten que durante la fase beta de Starlink se pueden sufrir “breves periodos” sin conexión.

¿Hay límite de datos?

La cuota mensual, a priori, no tiene límite de datos. Pero Starlink se reserva el derecho a reducir la velocidad o bloquear la conexión si cree que se está haciendo un “uso malicioso”. Como se explica en su Política de uso aceptable: “SpaceX se reserva el derecho de restringir, suspender o terminar los servicios inmediatamente sin previo aviso para proteger la red o minimizar la congestión causada por el uso no autorizado”. Aunque sin concretar a qué se refieren exactamente.

En otros servicios similares, esto se puede producir cuando el usuario que realice muchas descargas a través de Starlink -como por ejemplo, un jugador habitual, acostumbrado a descargarse varios TB al mes- podría suponer entrar dentro de “la congestión” de la red. Aunque, al no concretarse, habrá que esperar a los casos concretos.

Una alternativa para los núcleos rurales

Pero, ¿es una opción frente a operadoras? Elon Musk ya explicó que el objetivo de Starlink no es “suponer una amenaza para las operadoras” o “dar soporte a grandes núcleos de población”. Su objetivo es dar servicio a “los clientes más difíciles a los que las operadoras ya tienen problemas para darles ese servicio”.

En nuestro país tenemos un problema al que Starlink puede contribuir a paliar: la España vaciada. Núcleos rurales que no disponen de la misma conexión que las grandes ciudades y, ante una sociedad que cada vez se adapta más al teletrabajo (y telecole, teleconferencias…), puede suponer un problema.

Aunque el coste, como hemos explicado antes, pueda parecer elevado - 560 euros para el equipo y 99 euros de cuota mensual -, se puede repartir entre los usuarios de una comunidad. De esta manera, Starlink se sitúa como una opción para algunos pueblos de España sin una buena velocidad de internet, si bien Musk avisó de que en una primera fase “la densidad de población puede afectar mucho al ancho de banda”.

¿Qué datos recoge Starlink del usuario?

Según su Política de Privacidad, se recogen los datos habituales de la mayor parte de empresas tecnológicas. Esto incluye:

Al mismo tiempo, en la propia página avisan que no venden este tipo de datos, aunque lo pueden llegar a compartir con “terceros”, como pueden ser agencias reguladoras. Como último apunte sobre Starlink, y sobre todo curiosidad, en lo referente a la legislación, la web avisa de: “Para los servicios prestados en órbita alrededor del planeta Tierra o la Luna [...] se regirá e interpretará de acuerdo a las leyes de España”.

Pero también aclaran lo mismo respecto a Marte: “Para los servicios prestados en Marte, o en tránsito a Marte, a través de Starship u otra nave espacial, las partes reconocen a Marte como un planeta libre y que ningún gobierno terrestre tiene autoridad o soberanía sobre las actividades marcianas”, recoge este apartado. Aunque esto no va más allá de ser una curiosidad, quien sabe qué puede pasar en el futuro... :)

Si no te quieres perder ninguno de nuestros artículos, suscríbete a nuestros boletines