Una visión diferente del Principado de Asturias a través de sus protagonistas, con noticias, reportajes, entrevistas y análisis sobre su actualidad política, social y económica.
IU y UPyD pasan a ser prescindibles para el PSOE tras el respaldo del PP al Gobierno asturiano
El apoyo del grupo parlamentario popular al Gobierno asturiano, para sacar adelante las dos leyes de créditos extraordinario de 267 millones de euros, que complementa el presupuesto prorrogado de 2013, ha dejado fuera de la escena política a Izquierda Unida y a UPyD, sostén hasta noviembre del pasado año del ejecutivo autonómico y ex socios de los socialistas en la Junta General del Principado.
Una vez rota las alianzas y la imposibilidad de alcanzar acuerdos para aprobar los presupuestos de 2014, el presidente Javier Fernández abrió la puerta a cualquier tipo de acuerdo con el fin de sacar adelante los recursos necesarios que completaran las cuentas prorrogadas. La unión de votos del PSOE y del PP en el parlamento asturiano, que permite a Asturias contar con un presupuesto de 3.897 millones de euros, ha desencadenado la guerra dialéctica entre los ex socios y el jefe del ejecutivo autonómico.
Tras la ruptura del pacto, IU y UPyD se han posicionado al otro lado de la barrera, compartiendo escenario con los grupos mayoritarios de la oposición, PP y Foro. La unión del PSOE con los populares ha dejado fuera a las dos fuerzas, que habían alcanzado un protagonismo incipiente hasta el punto de trasladar la imagen de ser imprescindibles para la gobernabilidad.
Al día de hoy, para el presidente Fernández son prescindibles. Las sonrisas y los apretones de manos con el diputado magenta, Ignacio Prendes, pertenecen al pasado. El jefe del ejecutivo cree que su ex socio “está ahora en las sombras chinescas” y debe asumir “que ha decidido ser prescindible”.
El representante de UPyD se defiende hablando de “ilegalidades”, que van a endeudar a los asturianos en 735 millones de euros. “La mayoría podrá vencer pero no convencer con este tipo de chapuzas”. Pero a pesar de sus acusaciones, su influencia en el ejecutivo asturiano es nula.
Tampoco los cauces de comunicación con IU pasan por su mejor momento. La posición de la coalición de no respaldar las medidas económicas propuestas por el ejecutivo, la colocan en un terreno resbaladizo, por más que afirme que el acuerdo entre el PSOE y el PP sea “un pacto” para aplicar los recortes que impulsa el Gobierno de Mariano Rajoy y para pagar a los bancos.
El respaldo de la coalición al gobierno de Extremadura y a los presupuestos del ayuntamiento de Oviedo, ambos del PP, es un hándicap que tiene que asumir cuando se enfrenta al presidente asturiano, que le recuerda que “cuando ustedes hacen estos pactos es normal, pero cuando lo hacemos nosotros (PSOE) es una traición a la izquierda”.
A pesar del rifirrafe continuo, el Gobierno de Asturias ha asegurado unos recursos económicos en una situación tan dura y, aunque en este caso ha contado el apoyo del PP, el presidente se guarda de dar la imagen de que las relaciones están del todo rotas. Fernández sigue mostrándose “dispuesto al diálogo y a los acuerdos”, por lo que pueda pasar.