Fallece el actor Jean Rochefort, uno de los rostros más importantes del cine francés

Jean Rochefort, uno de los actores más conocidos del cine francés, ha fallecido hoy a los 87 años dos meses después de ser ingresado por problemas de salud. El intérprete, con una filmografía de más de 100 películas, ha llegado a trabajar en largometrajes españoles como El artista y la modelo, dirigida por Fernando Trueba.

Además, el francés también dio vida a personajes tan emblemáticos como Don Quijote, a quien interpretó en 1972 bajo la dirección de Arthur Hiller en la película El hombre de la Mancha.

Su voz grave, profunda, y el inconfundible bigote que adornaba siempre su rostro afilado, asimétrico, le conferían una personalidad propia que le hizo ganarse el cariño del público y de la crítica.

Nacido en la capital francesa el 29 de abril de 1930, desde los años 50 se convirtió en uno de los miembros de la llamada banda del Conservatorio, por haber estudiado junto a otras figuras del cine francés como Annie Girardot, Michel Beaune, Jean-Paul Belmondo, Bruno Cremer, Jean-Pierre Marielle, Claude Rich, Pierre Vernier o Philippe Noiret.

Rochefort ha ganado tres premios César, concedidos por la Academia del cine francés por Que empiece la fiesta (1976), Le Crabe-tambour  (1978) y un último honorífico en 1999 para reivindicar su larga trayectoria en el séptimo arte.

El artista era uno de los más queridos de Francia, tanto por su labor en el cine como por sus papeles en la pequeña pantalla. Ejemplo de ello son series de televisión como Les boeuf-carottes u otra que contaba las aventuras del conde de Montecristo y que ahora sirve para recordar a una figura legendaria.

Su última aparición en la gran pantalla data de 2015, cuando protagonizó Floride, de Sandrine Kiberlain. Durante su promoción, reconoció haber protagonizado películas “lamentables” y mostró su deseo de “elegir mejor los papeles”.

“No quiero castigar más al público”, ironizó entonces el anciano intérprete, que en los últimos años se dejó ver en una serie documental de televisión.

Nieto de un cochero y criador de caballos de Dinan, en Bretaña, Rochefort cultivó una pasión por ese animal que le llevó a poseer una cuadra y a convertirse en comentarista de las pruebas olímpicas de doma.