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El personal médico denuncia la situación del Hospital General de Castelló: “Se ha quedado un hospital de pobres en todos los sentidos”

Concentración del personal médico del Hospital General de Castellón el pasado miércoles. Fte: Intersindical Salut Castelló.

Borja Ramírez

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El personal médico del Hospital General de Castelló se concentraba este pasado miércoles, en un acto organizado por el sindicato Intersindical Salut Castelló, en protesta por las condiciones “límite” en las que se ven forzados a realizar su trabajo. La situación, manifiestan, viene ya de lejos, pero ha empeorado durante los últimos años hasta “explotar” ahora. Aumento de carga de trabajo a todos los niveles, hasta seis horas de espera para ser atendidos, más guardias y menos personal de cara al verano, son algunos de los problemas a los que se enfrentan a diario los profesionales médicos en Castellón.

Los ratios de personal, denuncian, sobre todo de celadores y técnicos en cuidados auxiliares de enfermería, son menores en comparación a otros Hospitales de la Comunitat, como ejemplo La Fe de Valencia. “También lo son en Médicos y Enfermería, estos últimos, por ejemplo, hay servicios en que siguen siendo un sólo enfermero para treinta pacientes por las noches. En Valencia eso ya no pasa, son dos”, manifiestan desde Intersindical.

Según el sindicato, la situación en Urgencias del Hospital General Universitario de Castelló es de una gran sobrecarga de trabajo a todos los niveles. Los médicos, manifiestan, están “agotados” y con “una carga de trabajo brutal”. Desde Intersindical afirman que los médicos están realizando más guardias de las que deberían legalmente y denuncian que “aún les están apretando más para que cubran las guardias de este verano, a costa de su salud”.

Una de las médicas que trabajan en el hospital cuenta que lo hacen bajo una presión máxima y con una falta de personal que se agrava todavía más de cara al verano. “Dadas las condiciones, la gente no quiere trabajar en Urgencias. Los residentes que van acabando no se quieren quedar ninguno debido a la presión que se genera. El estrés ha llegado al punto de no poder descansar por las noches, nunca habíamos llegado a la situación que tenemos ahora”, explica la médica.

“Somos seis o siete residentes por guardia normalmente y sólo tres adjuntos. No somos suficientes y, además, no tenemos espacio físico para visitar a los pacientes. Así no se puede atender a la gente en condiciones, yo quiero tomarme el tiempo que cada paciente necesita y atenderlo con intimidad y unas condiciones dignas. Además, hay que tener en cuenta que esta situación aumenta la probabilidad de cometer fallos y si lo hacemos la culpa nos la comemos nosotros. La dirección pide que pongamos de nuestra parte para cubrir los huecos, pero los médicos, igual que cualquier otro profesional, también tenemos familia”, afirma la doctora.

También el personal de enfermería y auxiliares se encontrarían en una situación límite. Desde el sindicato avisan de que el número de personal es muy justo y se ve sometido a mucha presión asistencial. En el caso de los auxiliares de enfermería, denuncian que su plantilla apenas ha aumentado en los últimos 25 años y que “suelen ser cuatro técnicos en cuidados auxiliares de enfermería para todo el servicio de Urgencias. No pueden parar apenas ni para ir al baño, necesitan un aumento urgente de plantilla”.

Según explica una de las Técnico en Cuidados Auxiliares de Enfermería (TCAE) que trabaja en el hospital, la situación habría llegado al punto de que una sola persona tiene que desinfectar por las noches el hospital entero. “Estamos hablando de un hospital de referencia con cinco quirófanos y solamente una persona contratada por la noche para limpiarlo todo. Estamos en mínimos en enfermería, auxiliares, médicos… todo. Sólo hay ocho box, la gente que acude a Urgencias está esperando de media seis horas para poder ser atendidos”, afirma la trabajadora.

La TCAE achaca la situación a que “la población ha aumentado, hay muchísima más gente mayor y no hay medios. El hospital se ha quedado pequeño y abarca Morella y un montón de pueblos”. No obstante, para esta profesional, el principal problema se encuentra en la falta de inversión y afirma que “se ha quedado un hospital de pobres en todos los sentidos. Si los políticos tuvieran que ir al hospital con sus familias seguramente éste funcionaría mejor, pero como todos se van al privado y en seguida se les atiende… esto se va a quedar para los más pobres”.

Desde la asociación sindical también cargan contra la situación en la que se encuentra el equipo de celadores, los cuales, afirman, son compartidos entre Urgencias y el resto del Hospital. “Por las tardes, noches y fines de semana, no llegan a todo. Se quedan pacientes por asistir debido al poco personal”, afirman.

La principal preocupación de la asociación es que la situación empeore de cara al aumento de visitas propio de la llegada del verano en una provincia turística como Castellón. Durante el pasado mes de mayo, el sindicato ha contabilizado un aumento significativo de pacientes en el servicio de Urgencias durante los primeros doce días del mes, llegando a registrarse un máximo de 243 visitas. Los fines de semana, afirman, contando periodos de atención de 24 horas, las visitas se disparan a más de 500 pacientes.

Para la médica, la situación roza el extremo. “No hay suficientes médicos, la dirección dice que nos tenemos que apañar como podamos y eso hace que muchos se planteen abandonar. Estamos aquí porque nos gusta mucho lo que hacemos, si no, no estaríamos. Una persona que tiene dudas no aguanta ni una semana, pero estamos llegando prácticamente al límite”, afirma tajante la profesional.

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