Una bloguera denuncia abusos laborales en fábricas de H&M en Camboya tras pasar por un reality
La multinacional de ropa H&M se ha visto presionada en los últimos meses por Anniken Jørgensen, una bloguera noruega de 17 años que ha denunciado las malas condiciones laborales a las que están sometidos los trabajadores de las filiales de la compañía en Camboya. Después de participar en un reality show llamado Sweat Shop, la joven concedió entrevistas en medios noruegos para denunciar las malas prácticas de la multinacional sueca en el país asiático. Incumplía, asegura, una cláusula del contrato imprescindible: no mencionar la empresa donde acabaría la ropa fabricada.
Sweat Shop -fábrica de trabajo esclavo, en inglés- es un novedoso programa de la televisión noruega Aftenposten en el que tres jóvenes dejan sus vidas acomodadas durante un mes para vivir en las mismas condiciones que los trabajadores camboyanos de naves industriales que suministran a grandes empresas. Jørgensen habló con muchos trabajadores que describían la situación dentro de las fábricas de H&M como terrible, aunque la multinacional no les dejó entrar a sus instalaciones.
Después del éxito registrado en su primera temporada, sus protagonistas circularon por los grandes medios de comunicación del país relatando la experiencia. Sólo había una consigna importante: no identificar a ninguna de las empresas implicadas.
“Es demasiado frustrante que una cadena de ropa tenga tanto poder como para asustar al periódico más grande de Noruega”, aseguraba Jørgensen en su blog de moda días después de recibir una llamada de Aftenposten. Tras pasar por numerosos medios de comunicación, la bloguera había captado la atención de H&M. “Si no paraba de decir el nombre de la empresa en televisión, sacarían unas fotos mías trabajando en Camboya con cara sonriente”, relata. El chantaje no funcionó y ella continuó con su denuncia.
Jørgensen detalla en su blog las condiciones en las que trabajan los camboyanos para las filiales de las empresas, tal y como aparece reflejado en el reality. La única diferencia: el programa no identifica a ninguna empresa.
La bloguera hace referencia a una de las historias que conoció a su paso por el reality. En 2012, una fábrica, que trabajaba para la multinacional norteamericana Walmart y para H&M, cerró sin pagar el salario de varios meses a sus trabajadores. Según relatan en un vídeo de denuncia, la directiva les redujo el sueldo en un 50% en sólo 4 meses. Los trabajadores aseguran que, cuando se negaron a aceptar un precio tan bajo por su trabajo, el dueño desapareció y dejó en la calle a 200 personas. Los empleados durmieron durante semanas a los pies de la fábrica en señal de protesta.
Industria textil: fuente de ingresos
La industria textil es una de las fuentes de ingresos más importantes para Camboya. Según recoge el estudio Shop 'til they drop, el negocio de la ropa supuso el 13% del PIB camboyano, un total de 4.600 millones de dólares. En 2012 se registraron hasta 2.100 desmayos en fábricas de ropa y calzado del país a causa de las malas condiciones de trabajo, denuncia el informe.
“El beneficio de las cuatro marcas de ropa más grandes (H&M, GAP, Walmart y Adidas) presentes en Camboya suma un total de 608.000 millones de dólares, una cantidad que supera en 43 veces el PIB del país”, refleja Ath Thorn en el estudio. “Es obvio quién tiene el poder real para establecer allí las condiciones laborales y los salarios”.
Según el estudio, el salario mínimo para los trabajadores del textil en Camboya ronda los 80 dólares, una cantidad que, según denuncian, es muy inferior a lo aconsejable para vivir con garantías básicas de salud y alimentación. Además, los contratos suelen ser temporales y se van renovando de forma reiterada a lo largo del tiempo. Los dueños de las fábricas utilizan este tipo de contratos para evitar que los trabajadores se afilien a sindicatos: no son renovados si se asocian a colectivos relacionados con la defensa de los derechos laborales.
El documento alerta de que estas amenazas se aplican también para evitar la petición de bajas por maternidad o para forzar la realización de horas extra por los empleados. De hecho, en el vídeo citado por Jørgensen se nombran varios casos de trabajadoras embarazadas que siguen trabajando sin tener apenas algo que llevarse a la boca debido a la reducción de los sueldos.
La Campaña Ropa Limpia también ha denunciado las malas condiciones laborales de la industria textil en Camboya: “Muchas trabajadoras del sector textil de Camboya tienen problemas de salud que pueden estar relacionados con una dieta inapropiada”. Las jornadas laborales superan en muchas ocasiones las 70 horas semanales.
“¿Os habéis planteado por qué tienen tantos beneficios?”
“No sé cuáles son las razones por las que Aftenposten nos prohibió mencionar a H&M”, dice Jørgensen. “Puede ser que la empresa sea inocente pero... ¿alguna vez os habéis planteado por qué tienen tantos beneficios? ¿Por qué sus trabajadores se mueren de hambre mientras tienen millones y millones de beneficios?”.
La bloguera asegura que después de que hiciera público el nombre de H&M, Aftenposten y la multinacional textil negaron rotundamente su vinculación con las malas condiciones laborales y se desentendieron de las acusaciones.
Al mismo tiempo, la compañía sueca emitió un comunicado el 12 de junio en el que se informaba de nuevos acuerdos laborales en la capital de Camboya, Phnom Penh, para apoyar la “estabilidad laboral” de la región. El comunicado, sin embargo, ha sido considerado como un lavado de cara por Jørgensen que recuerda que estuvo en Camboya y sabe “perfectamente” lo que vio.
H&M ha declarado a eldiario.es que pese a que el nombre de la multinacional sale mencionado dentro del programa, “durante el transcurso de la grabación no se han visitado ninguno de los proveedores de la empresa”. “No se ha hablado con nosotros sobre nuestra labor en sostenibilidad ni sobre ninguno de nuestros esfuerzos en este sentido”, afirman desde la compañía. Han insistido en que H&M es un empresa “líder” en el campo de la responsabilidad social de la industria textil.