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Sea Watch pide a Estrasburgo que intervenga tras 11 días sin permiso para desembarcar a 47 rescatados

Las ONG advierten de que se agravan las condiciones para los 49 rescatados en el mar

Desalambre / EFE

El barco de la ONG alemana Sea Watch suma 11 días sin permiso para desembarcar a 47 personas mientras continúa el tira y afloja entre los países europeos. Según ha informado en Twitter, la organización ha presentado una solicitud urgente al Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) en la que pregunta si la decisión del Gobierno italiano de impedir el desembarco “representa una violación de los derechos humanos” de las personas socorridas.

La organización considera fundamental que el país ponga “fin a la violación de derechos fundamentales” que está cometiendo, bloqueando la entrada del barco a un puerto italiano e impidiendo a estas personas bajar a tierra. 

Según explican fuentes de la ONG a eldiario.es, para poner fin a esta negativa, ha solicitado al TEDH que dicte “medidas cautelares”, como viene recogido en el artículo número 39 del reglamento del tribunal. Estas medidas de urgencia se pueden aplicar a cualquier Estado firmante del Convenio Europeo de Derechos Humanos “solo cuando exista un riesgo inminente de daño irreparable”.

El comunicado de la organización señala que el tribunal europeo “tiene el deber de evaluar los recursos individuales de personas sujetas a las violaciones de los derechos, protegidos” por esta convención. Y advierte de que Libia no puede ser considerada actualmente un puerto seguro al que devolver a los migrantes salvados porque no es reconocido como tal ni “por Naciones Unidas ni la Unión Europea”.

En su opinión, impedir a los rescatados y a los miembros de la tripulación descender “constituye una forma ilegal e informal de detención de facto” y atenta contra su libertad personal. La Corte ha pedido a Italia una declaración inmediata para defenderse, según informa La Repubblica.

Este lunes, Italia ha dicho que autorizará el desembarco de los rescatados el pasado 19 de enero en el Mediterráneo si son acogidos por Holanda, país de bandera de la nave, o por Alemania, de donde procede la organización humanitaria.

Así lo ha afirmado el ministro del Interior italiano, el ultraderechista Matteo Salvini, que ha reiterado su negativa a abrir los puertos y ha abierto la posibilidad de autorizar el desembarco “solo si ponen rumbo a Holanda, país que ha asignado la bandera a la Sea Watch, o a Alemania, país de la ONG”, ha defendido en Twitter. “En Italia ya hemos acogido y, a menudo, demasiado”, ha espetado.

Por su parte el ministro de Infraestructuras, Danilo Toninelli, del Movimiento Cinco Estrellas, socio de Salvini, ha dicho que “es obvio que se abrirá un puerto como si fuese un corredor humanitario para inmediatamente después” enviar a Holanda a los migrantes.

La nave Sea Watch, de la ONG homónima, rescató el 19 de enero a 47 personas que viajaban en una patera frente a las costas de Libia, entre los que hay 13 menores de edad, de ellos 8 no acompañados. La ONG lamenta que la condiciones higiénicas y de salud física y psicológica están empeorando con el paso del tiempo y ha informado que una de las personas a bordo ha sufrido una crisis nerviosa. “Después de 11 días en alta mar, el estado mental de las personas a bordo del buque se está deteriorando considerablemente”, ha dicho la organización.

La embarcación se aproximó la semana pasada a las costas italianas para guarecerse de un ciclón que llegaba al Mediterráneo central y desde el jueves permanece frente a la costa de Sicilia a la espera de que se le asigne un puerto en el que desembarcar a sus ocupantes. Después de estar siete días en aguas internacionales, las condiciones meteorológicas adversas obligaron a las autoridades italianas a permitir la entrada del buque en aguas territoriales.

Pero el Gobierno holandés ya ha rechazado oficialmente la solicitud de Italia de acoger a los 47 migrantes rescatados cerca de la costa libia. Según confirmó a Efe el secretario de Estado para Inmigración, Mark Harberes, este lunes, Holanda envió su respuesta al Gobierno italiano “a través de los canales diplomáticos apropiados” y consideró que, a pesar de que la bandera holandesa ondee en el barco, La Haya “no está obligada a hacerse cargo” de la embarcación.

El funcionario ha dicho que el Sea Watch “ha maniobrado una vez más por su propia iniciativa” y no se pronunció sobre su actuación. Además, sostiene que ahora “corresponde al capitán del Sea Watch encontrar un refugio seguro para el desembarco de los 47 inmigrantes a bordo” y explicó que “aquellos que no tengan derecho a protección deben ser rechazados y devueltos inmediatamente después de llegar a la frontera exterior europea”.

“Sin una perspectiva concreta sobre una solución estructural de este tipo, Holanda no participará en medidas ad hoc que tengan que ver con el desembarco” de los migrantes, indica. El secretario de Estado ha explicado que el pasado 14 de febrero y en una carta al Parlamento, el Gobierno holandés “ha dejado claro” que aboga “por una solución estructural” y una “distinción clara entre quienes tienen y quienes no tienen derecho a la protección internacional”.

El viceprimer ministro italiano y líder del Movimiento Cinco Estrellas, Luigi di Maio, ha defendido que la solución debe ser “el secuestro” de la nave y el envío de los inmigrantes a Holanda porque, advirtió anoche, “la bandera de un barco no es una cosa folclórica, significa que la nave es territorio de la bandera del país que la porta”.

Este domingo, tres parlamentarios italianos desafiaron al vicepresidente Salvini y subieron a bordo de la embarcación para comprobar las condiciones de salud de los inmigrantes. 

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