Moody's advierte de la caída del crecimiento del crédito en los bancos argentinos

La agencia estadounidense Moody's consideró hoy que el aumento de la inflación, las tasas de interés altas y la consiguiente caída de la actividad económica en Argentina están reduciendo el crecimiento del crédito en los bancos asentados en el país.

En un informe, la calificadora analiza cómo el sistema bancario de Argentina está abordando la actual “crisis económica y financiera” que atraviesa el país, marcada principalmente por la fuerte volatilidad cambiaria iniciada en abril pasado, que ha devaluado abruptamente el peso y que todavía continúa.

“El aumento de la inflación y las tasas de interés, junto con la recesión resultante en Argentina, han debilitado la demanda de créditos tanto de las empresas como de los consumidores”, sostiene en el documento la vicepresidenta de Moody's Valeria Azconegui.

Al mismo tiempo, afirma que los bancos han reducido su “apetito de riesgo”, los niveles de morosidad han empezado a aumentar y “es probable sigan incrementándose en los próximos meses”.

Moody's advierte de una caída de la cartera de créditos denominada en pesos del sistema del 9 % en términos reales desde comienzos de mayo, luego de haber crecido un 2% en los primeros cuatro meses del año.

“Aunque la desaceleración ha afectado a la mayoría de los tipos de crédito, las reducciones más significativas han sido en préstamos personales, descuentos de cheques y descubiertos”, agrega la agencia.

Tras la caída del peso de 18 unidades por dólar a comienzos de año a casi 39 al que el mercado cerró hoy y el aumento de la tasa de referencia a 60% a principios de septiembre, los depósitos en moneda local también han empezado a caer luego de ajustarlos por inflación.

“Sin embargo, la caída en los depósitos aún es limitada y no indica un deterioro significativo de la confianza de los inversores en el sistema bancario”, concreta Moody's.

La calificadora reconoce que debido al nuevo acuerdo entre el Gobierno y el Fondo Monetario Internacional no espera que la confianza se vaya a “erosionar bruscamente”, o que los depósitos disminuyan “sustancialmente durante los próximos meses”.