El turismo arrasa, Fitur no tanto
La feria referente del turismo se recupera a un paso mucho más lento que el sector, que cerró 2015 con un año de récords. Fitur arranca con un crecimiento del 2% en superficie respecto al año pasado hasta alcanzar un total de 57.850 metros cuadrados. Una cifra que aunque aumenta por segundo año consecutivo todavía queda lejos de los 100.000 metros de superficie de 2008 cuando se alcanzó récord de superficie. Los pasillos de Ifema ya no son el escaparate donde lucir el esplendor de otras épocas, pese a que los datos son mejores que nunca. En España, el crecimiento del PIB turístico fue del 3,7% en 2015, según los datos del 'lobby' turístico Exceltur, y volvió a marcar un récord en la llegada de turistas extranjeros con 68 millones de personas en 2015, según la estimación de la Organización Mundial del Turismo (OMT). En el mundo, 1.200 millones de personas hicieron turismo el año pasado, un aumento del 4% según el mismo organismo.
La presencia internacional mejora un 3%, con 77 nuevos países respecto a la edición del año pasado y algunas nuevas incorporaciones como Burkina Faso o la vuelta de Holanda. Pero los grandes ausentes de Fitur siguen siendo Francia y Alemania, que tras su anuncio en 2012 de abandonarla no han vuelto. Esta retirada marcó un punto de inflexión que se agudizó con la tijera en los pabellones públicos y también en el número de privados. Así, los expositores tampoco alcanzan los tiempos de bonanza al registrar 9.500 empresas frente a las 13.300 de hace siete años.
Fitur reivindica su papel como cita ineludible de un sector que sigue siendo uno de los grandes empujes de la economía española, con un crecimiento que se genera en gran parte por el incremento del número de turistas extranjeros. Las previsiones de la OMT estiman que el año pasado se volvieron a marcar récords con 68 millones de visitantes. Aunque los datos oficiales de España, que desde octubre ha pasado a contabilizar el INE, todavía no están cerrados y hasta el mes de noviembre se cifraban en 64,6 millones de personas. Sin embargo, su modelo de feria de muestras estática no encaja con el consumo que demandan los nuevos usuarios, basado en experiencias, ni con los medios 'on line'. La feria vive de espaldas a una realidad que cada vez va ganando más terreno en el sector, las aplicaciones móviles y las plataformas de tipo colaborativo.
Un tercio del crecimiento gracias a la inestabilidad geopolítica
En el balance de Exceltur de 2015, el 'lobby' turístico aduce que un tercio del crecimiento de los turistas extranjeros de ese ejercicio se debe a “la inestabilidad geopolítica en los principales países de sol y playa”. Concretamente Egipto, Túnez y Turquía perdieron 2,1 millones de turistas, que se suman a los más de 5,7 que ya habían perdido los dos primeros desde la Primavera Árabe de enero de 2011. “Cada vez que se ha producido este año un episodio de inestabilidad (en marzo museo El Bardo o en octubre un avión ruso derribado en Egipto), se ha acelerado la llegada de turistas extranjeros a España con paquete turístico”, explican.
El terrorismo y la seguridad en los destinos turísticos es precisamente uno de los retos globales que debe afrontar el turismo, según apuntó el lunes el secretario general de la OMT Tareq Rifai. “Es un problema global y necesita soluciones globales. Es la única manera de hacer frente al problema de la seguridad. No podemos decir que sea un problema de Francia, Túnez, Turquía, Tailandia o Indonesia”, dijo.
La divisa también ha servido para apoyar los datos turísticos de España y en general de Europa. “Un contexto macroeconómico inusualmente propicio para viajar con la depreciación del euro (12,1% frente a la libra y 16,5% respecto al dólar), tipos de interés y prima de riesgo en mínimos y desplome del precio del petróleo (del 37%)”, señala Exceltur.
Un aspecto en el que también incide la OMT al explicar cómo ha sido la evolución de los flujos turísticos. El año pasado, Europa lideró el crecimiento con un aumento del 5% en las llegadas algo que el organismo explica en parte gracias a la debilidad del euro frente al dólar y otras divisas importantes. Las llegadas ascendieron a 609 millones, es decir, 29 millones más que en 2014. Por subáreas, la Europa Central y del Este creció un 6%, lo que significa que se recuperó del descenso de llegadas del año anterior; la Europa del Norte también creció un 6%, la Europa Meridional y Mediterránea lo hizo un 5% y la Europa Occidental aumentó un 4%. Unas cifras que la OMT califica como “buenos resultados, especialmente si se tienen en cuenta los numerosos destinos maduros que integran”.
Los retos del modelo turístico español
La regulación de las nuevas formas de alojamiento dentro de la economía colaborativa, como es caso de plataformas como Airbnb o Homeaway, es uno de los frentes que se debe afrontar. Una normativa acorde con la nueva realidad es una de las asignaturas pendientes del sector para evitar los alojamientos ilegales y asegurar el pago de impuestos. El lobby turístico ha sido especialmente reivindicativo con esto, dentro de esta asociación se encuentran grandes cadenas hoteleras, acusándoles de “competencia desleal”. Aseguran que este fenómeno tiene “una dimensión desbordante con 2,7 millones de plazas frente a las 2,4 regladas en toda España” y aseguran que genera una menor derrama en destino.
Precisamente el gasto medio turístico es otro de los puntos que debe mejorar el sector junto con conseguir una menor dependencia del modelo sol y playa. El ingreso por turista extranjero volvió a caer en 2015, con una bajada del 1% nominal y una del 2,1% real, según los datos de Banco de España. Parte del buen comportamiento del turismo estos últimos años se ha debido a factores externos que pueden volver a cambiar, por lo que una menor dependencia del turismo de playa puede ayudar a crear un sector menos dependiente y atraer a nuevo público como el chino que busca más un turismo de compras o cultural.
