28 festivales denunciados en 2019 pero ninguno sancionado: la guerra por entrar con comida y bebida sigue abierta
Época de festivales y época de denuncias. Ya son 28 los festivales denunciados en lo que va de año por la organización de consumo Facua por no dejar entrar a los usuarios con alimentos y bebidas adquiridos fuera del recinto. Reclaman que su principal actividad no es la hostelería y que la ley ampara al consumidor, pero los organismos de sanción no actúan. Por su parte, desde la Asociación de Promotores Musicales (APM) alegan que ofrecen una experiencia global y que el sector se rige por leyes antiguas.
Festivales como el Sónar, O Son do Camiño o el Mad Cool están en el punto de mira de la organización que trata de defender los derechos de los consumidores. Facua considera esta práctica “abusiva” porque el objeto principal de actividad no es la hostelería sino el desarrollo del espectáculo. “No incide negativamente en el desarrollo del espectáculo ni tampoco hay ningún criterio de seguridad. Se trata de imponer al consumidor que adquiera estos alimentos dentro de las instalaciones, que casualmente tienen unos precios superiores de lo que cuesta en el exterior”, comenta Miguel Ángel Serrano, miembro del departamento jurídico de Facua.
“No es cierto que sea solo la música, hay todo un conjunto de cosas. La experiencia gastronómica es un atractivo más, llegando a ocupar carteles propios y contando con reconocidos cocineros”, afirman desde la APM. Ponen de ejemplo al PortAmérica, que contó con 35 chef internacionales y vendió mas de 35.000 tapas.Además, destacan que es un factor clave para la sostenibilidad de los festivales, ya que una gran parte de patrocinios son de marcas de alimentos y bebidas.
Para la asociación, uno de los motivos por los que los festivales permiten la libre entrada y salida del recinto es para evitar la imposición de la adquisición de comida y bebida en el interior. “Una vez dentro hay que cumplir con las condiciones generales que van especificadas en cada entrada y/o abono”, señalan.
El argumento legal se encuentra en la Ley General para la Defensa de los Consumidores y Usuarios, concretamente en el artículo 82, 86.7 y 89.4. En ella se establece como abusivas todas “aquellas prácticas que causen un desequilibrio importante de los derechos y obligaciones de las partes que se deriven del contrato”. Como son “la imposición de cualquier otra renuncia o limitación de los derechos del consumidor o la imposición al consumidor de bienes y servicios complementarios o accesorios no solicitados”.
¿Por qué no se erradica esta práctica si es abusiva?
“La falta de sanción no se basa en criterios jurídicos, sino en otras premisas”, comenta Serrano. En España el consumo esta regulado en última instancia por las Comunidades Autónomas, encargadas de desarrollar la normativa que se aplica en su territorio, vigilar su cumplimiento y aplicar las sanciones correspondientes. “El mismo caso está permitido en un territorio y en otro no”, afirma Serrano.
Desde el Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social nos remiten a un informe de 2017 donde se consideró “ilegal” y de “carácter abusivo” la prohibición de introducir en la sala de cine comidas y bebidas adquiridas en el exterior, mientras se permitía el consumo de esos mismos productos cuando eran adquiridos en su interior.
De momento no se conoce ninguna sanción aplicada a un festival de música por dicho motivo. Sin embargo, desde Facua recuerdan una sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha sobre la prohibición de entrar a los cines con comida y bebida que marcó jurisprudencia y avisan que no se van a detener hasta conseguir que prevalezcan los derechos de los consumidores. A estos, les recomienda presentar una hoja de reclamación cuando se vean en la situación, disfrutar del festival y al día siguiente presentar una denuncia ante la Comunidad Autónoma correspondiente.
