El Gobierno vasco ha adjudicado 80 millones 'a dedo' entre 2014 y 2016
El Gobierno vasco ha adjudicado en los tres últimos ejercicios algo menos de 80 millones de euros en contratos ‘a dedo’, un volumen equivalente al 6,55% de la contratación total (unos 1.200 millones). Son entre 1.600 y 4.500 contratos menores o directos, teniendo en cuenta que no pueden superar los 18.000 euros en general o los 50.000 si se trata de obras. Las contrataciones mediante concurso público con evaluación de ofertas (procedimientos abiertos) representan el 53,36% (647 millones), por lo que hay otro gran volumen de gasto público, el equivalente al 40,09% de las inversiones (486 millones), que se realiza con fórmulas restringidas intermedias como los concursos a los que la Administración invita a tres empresas y elige nuevamente la que más le satisfaga.
Estos datos, hasta ahora nunca conocidos, forman parte de una estadística oficial del Gobierno vasco relativa a los años 2014, 2015 y 2016, a la que ha tenido acceso eldiarionorte.es. En total, 1.212 millones de euros que el Ejecutivo ha puesto sobre la mesa para la adquisición de bienes o para la externalización de servicios.
2014, el primero año con datos, tuvo un 57% de contratación abierta, un 39% de fórmulas restringidas y un 4% de adjudicaciones directas. En 2015 los contratos ‘a dedo’ subieron hasta el 13% y, en lo que va de 2016, representan el 5,04% (faltan los datos del último trimestre). Por término medio, seis de cada cien euros que gasta la Administración recaen en proveedores elegidos discrecionalmente por los distintos Departamentos u organismos del Ejecutivo.
Por áreas, la mayoría de Consejerías del Gobierno supera con creces este porcentaje, al menos en 2016. Este año, el 55% de las compras de Desarrollo Económico y Competitividad (competente en Industria, Comercio, Agricultura, Pesca y Turismo) son directas, como también el 23% en Administración Pública y Justicia y Medio Ambiente y Política Territorial (competente en materia de Transportes).
Cuanto más pequeño es el organismo, la tendencia es a menos concursos públicos, evitables para licitaciones menores de 18.000 euros (50.000 en el caso de obras). La academia de Policía y Emergencias de Arkaute, por ejemplo, acumula un 71% de gasto en contratos directos, Emakunde (Instituto Vasco de la Mujer) roza el 43% y el Instituto de la Memoria (el nuevo centro en homenaje a las víctimas que dirige Aintzane Ezenarro) ha echado a andar con un 100% de sus adjudicaciones ‘a dedo’, unos 350.000 euros.
La media baja sustancialmente porque los dos grandes Departamentos del Gobierno, Salud y Educación, que acaparan el 60% del presupuesto total, aproximadamente, apenas han recurrido en 2016 a procedimientos directos (no llega al 2% del gasto total), si bien sí tiran de fórmulas restringidas con frecuencia. El área encargada de las finanzas, Hacienda, es precisamente una de las que menos recurre a los procedimientos directos (1% en 2016).
Además de los contratos directos o menores, la Administración se ha gastado entre 2014 y 2016 unos 486 millones en adjudicaciones con fórmulas restringidas. Concretamente, existen procedimientos “negociados y sin publicidad” (la Administración elige a la empresa que desea tras cursar tres invitaciones), los “negociados y con publicidad” (la Administración elige a la empresa tras cursar tres invitaciones pero entre candidatas presentadas tras un anuncio en el boletín oficial) y “restringidos” (hay un anuncio y la presentación de ofertas es libre, aunque sólo participan en el concurso quienes invita la Administración).