“La prevención de las adicciones está en España en un estado comatoso, es un trabajo de valientes”
Lo saben y por eso lo denuncian desde dentro. A la prevención de las adicciones se le da en la psicología mucha menos importancia de la que merece. José Ramón Fernández Hermida, experto de la Universidad de Oviedo, asegura que el campo se encuentra “en un estado comatoso” y que, en menos de diez años, se han perdido hasta un millón de participantes. “La situación no es muy halagüeña —lamenta—. No hay una política preventiva, sino diecisiete. Esto supone que las fuentes de información están fragmentadas y poco desarrolladas, por lo que son poco útiles”.
Hermida, quien ha participado recientemente en el Congreso de Psicología celebrado en Vitoria, el de las drogas es un ámbito paradigmático. “La importancia que la población española concede a las drogas ha disminuido y está a la cola —explica—. El consumo ya no alarma, lo que no significa que no sea nocivo”. Y subraya la resistencia macrosocial con la que se topa, por ejemplo, la búsqueda de una ley que regule los anuncios del alcohol para proteger a la juventud. Choca con los intereses de una industria muy potente. “El dilema lo tienen los gobiernos. Tienen que decidir entre ingresos que pueden obtener a corto plazo y beneficios más generales a medio y largo plazo. Y, lamentablemente, nuestros gobiernos acostumbran a ser impulsivos”, apunta.
“Se está perdiendo una batalla cultural”
Otro asunto de gran importancia pública es el del cannabis y la legalización. “Resulta evidente que se está perdiendo una batalla cultural. Hay una atmósfera, un espíritu de la época por el que el individuo prima frente a la sociedad, lo inmediato frente a lo diferido, el mercado frente a la planificación... Son malas noticias para los preventivistas”, asegura. Existe, según él, una falsa idea, muy asentada, de que lo legal es bueno. “Eso está apoyado por las administraciones públicas. Ejercen presiones importantes 'lobbies' económicos, privados y públicos que tienen que ver con el cannabis”, afirma. “La Hacienda pública es uno de ellos —sostiene, certero—. La argumentación que se hace a favor de la legalización tiene como pilar fundamental la recaudación de Hacienda, que es un actor importante”. Aun así, su postura es clara: “Ante el reto de la legalización, la prevención debe fortalecerse”.
Con Fernández Hermida trabaja también en la Universidad de Oviedo Aris Grande Gosende. Alerta del peligro de “una conducta adictiva desligada de una sustancia”, como es el juego. Según ella, experta en el campo, son cada vez más jóvenes las personas que juegan, los locales de juego se sitúan en barrios pobres y marginados y no deja de aumentar el número de solicitudes para abrir nuevos. “El juego de apuestas es una actividad que está normalizada —asegura—. No está mal visto jugar. Por ejemplo, es muy tradicional comprar un boleto para la lotería de Navidad y los de la ONCE acarrean incluso valores sociales”.
Asimismo, señala a los jóvenes adultos como la diana de este negocio. “Si bien la literatura señala que el juego adolescente suele ser ocasional, experimental, de uso recreativo y que no suele empeorar, también es cierto que ese segmento de la población es vulnerable al desarrollo de problemas de juego”, explica. Por ese motivo, subraya la necesidad de establecer protocolos de prevención más concretos y específicos: “Necesitamos saber más para poder estimar cuál es la evolución de estas conductas de juego con el incremento que se está dando en la publicidad, la accesibilidad y la permisividad social”.
La prevención, pariente pobre
A la vista de la situación actual, estos psicólogos aprecian éxitos, si bien limitados, en el campo, pero también son conscientes de que quedan muchos retos que afrontar de cara al futuro. “Los gestores públicos se saben la música, pero no la letra”, lamenta Fernández Hermida, que considera, aun así, que existe un cierto cuerpo de preventivistas. “No obstante, sigue siendo un pariente pobre del ámbito de la salud”, explica. “La prevención es un trabajo de valientes”, añade Grande Gosende. Así, de cara al futuro, coinciden en la necesidad de fundar estructuras sólidas en ámbitos como el educativo, de fortalecer la prevención municipal y de otorgar más información a la población. “Somos pocos, pero elegidos, y debemos estar convencidos de la importancia de la prevención”, zanja Fernández Hermida.