Yueiria Diafi, campeona del mundo de taichí: “Sufrí ataques de ansiedad en mis primeras competiciones. Tu mente es tu peor enemiga”
Yueiria Diafi (Vitoria, 2001) no es portada en la prensa deportiva pese a haber vuelto del 9.º Campeonato Mundial de taichí celebrado en octubre en Taipéi (Taiwán) con tres medallas de oro. Concretamente en las categorías de Armas Cortas Otros Estilos (Abanico de Wudang), en el ranking de Extranjeros (Armas Cortas) y también en el ranking de Extranjeros en la categoría de Mano Vacía Otros Estilos (con el taolú de 48), hitos importantes en ese deporte, pese a ser modalidades desconocidas para la mayoría de la sociedad. Por el momento no existe una Federación Española de taichí, por lo que compite representando a la European Leader Association for Wushu Kung Fu Development (ELAWKD). Tampoco recibe ningún tipo de financiación pública ni privada, por lo que debe costearse ella misma las competiciones internacionales, algo que compagina con un trabajo en un bufete de abogados y con sus estudios de Derecho.
Sin embargo, esta situación no le impide que cada día dedique gran parte de su tiempo a los entrenamientos tanto físicos como mentales que requiere este deporte. Una disciplina que le ha permitido llegar hasta la cima. “Al final lo que estoy haciendo es algo que he querido hacer siempre y si tengo que sacrificar el quedar con mis amigos o tener vida social activa lo hago encantada porque sé que la recompensa que tendré será mucho mayor”, reconoce la joven.
¿Cómo descubrió el mundo del taichí?
Llevo diez años dedicándome a estos deportes y cinco compitiendo. Primero practicaba kung-fu en una escuela de Vitoria llamada YouChing y tuve una lesión de menisco en un entrenamiento. Para no dejar de lado el deporte, decidí practicar taichí, que es parecido al kung-fu, pero más fluido y suave. Desde aquel momento no he dejado de practicarlo y es algo que me ha cautivado por completo.
Es la reciente Campeona del Mundo de taichí tras pasar Taipéi (Taiwán). ¿Qué ha supuesto para usted?
No me esperaba para nada ganar, ha sido un orgullo inmenso tanto para mí como para mi familia. Es una afirmación de que estoy haciendo las cosas bien y de que todo el esfuerzo que estoy llevando a cabo tiene su recompensa.
No se puede vivir del taichí a menos que estés en China, te dediques a dar clases o montes tu propia escuela, pero como deportista no se puede vivir únicamente de este deporte
Además del campeonato del mundo, con tan solo 24 años ha logrado ser campeona de España y de Europa en distintas modalidades. ¿Cómo es el día a día de una deportista?
Lo primordial es comer bien y tener hábitos saludables, sobre todo para poder aguantar las clases. Cada día hago tres horas de deporte. Voy primero a kung-fu y después hago taichí, también me centro en los estiramientos porque la flexibilidad es la base de las artes marciales que yo práctico. Los entrenamientos los compagino con el trabajo y los estudios en la Universidad.
Estudia de Derecho en la Universidad a Distancia de Madrid (UDIMA) y además trabaja en un despacho de abogados. ¿Cómo logra compaginar su vida laboral con la deportiva?
Logro compaginarlo con una buena organización. Al final lo que estoy haciendo es algo que he querido hacerlo siempre y si tengo que sacrificar el quedar con mis amigos o vida social lo hago encantada porque sé que la recompensa que tendré será mucho mayor. Para mí es un gusto estar estudiando una carrera universitaria y aprender en un despacho de abogados, pero sobre todo practicar este deporte.
Pese a su participación y victoria en el campeonato del mundo no ha recibido ningún tipo de financiación pública y lo ha conseguido gracias a sus ahorros. ¿A qué se debe la falta de financiación? ¿Se puede vivir del taichí?
La falta de financiación se debe a que es un deporte muy poco conocido y sin visibilidad como pueden ser otros como el fútbol o el baloncesto. No se puede vivir del taichí a menos que estés en China, te dediques a dar clases o montes tu propia escuela, pero como deportista no se puede vivir únicamente de este deporte.
¿La situación de los deportistas que se dedican al taichí es más precaria en el caso de las mujeres?
Yo diría que no porque no se hace ningún tipo de distinción entre hombres y mujeres en este deporte. Es más, el taichí practicado por mujeres es más bonito, más sutil y con mucho más sentimiento bajo mi punto de vista. En los años de trayectoria que llevo no he visto ningún tipo de situación precaria ni de distinción por género.
Recuerdo los temblores de antes de salir a competir, vómitos días antes, pesadillas sobre todas las formas en las que me podía salir mal
Francia tiene leyes estrictas que prohíben el velo a sus atletas nacionales en competencias nacionales e internacionales. ¿Alguna vez ha tenido algún problema por usarlo?
Nunca he tenido ningún problema por usar el velo mientras practico este deporte. Pregunté a mis entrenadores antes de empezar a competir si habría algún problema, porque si lo había no me iba a lanzar a competir y me dijeron que no pasaba nada siempre y cuando el velo fuera blanco o negro para que fuera acorde con la estética del taichí tradicional, que es el que practico.
¿Además de la preparación física, de qué manera afecta la salud mental en los deportistas?
Puede llegar a afectar mucho. De hecho, las primeras veces que competía tenía muchos ataques de ansiedad por la presión que yo misma me ponía. Muchas veces la presión te la pones tú a ti misma porque no tienes por qué ganar, además en mi caso, que no cuento con ningún tipo de financiación, es algo que solo me lo debo a mí, pero te metes la presión de ganar y de querer demostrar y hasta que lo conseguí controlar es algo que me afectó bastante. Recuerdo los temblores de antes de salir a competir, vómitos días antes, pesadillas sobre todas las formas en las que me podía salir mal. Muchas veces tu mente es tu peor enemiga y este deporte te ayuda a controlar tu ser y a saber qué hacer en estas situaciones.
El taichí no es un deporte olímpico oficial, pero el kung-fu, deporte que también practica, sí. ¿Se plantea poder participar en los Juegos Olímpicos?
No lo descartaría, pero siendo honestas en estos momentos no podría dedicar más de tres horas al día a entrenar, que es lo que dedico a día de hoy por el tema del estudio y del trabajo, pero si en un futuro me dieran la oportunidad diría que sí. No me he planteado mi futuro en este deporte, me gustaría poder abrir mi propia escuela y dar clases, pero ahora estoy muy centrada en la universidad y en el trabajo.
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