El director teatral Paco Carrillo pide la creación en Extremadura de un “Consejo de las Artes”
El director de teatro Paco Carrillo, cuyo último trabajo, “El Cerco de Numancia”, ha cerrado la 61 edición del Festival Internacional de Teatro Clásico de Mérida, ha pedido que se forme un “Consejo de las Artes” que aporte experiencia a la hora de “definir una política” cultural y teatral coherente en Extremadura.
En una entrevista a Efe, el director teatral reflexiona sobre el significado y la esencia de “El cerco de Numancia”, la gestión del Festival Internacional de Teatro Clásico de Mérida, que él también dirigió en 2006 y 2007, y la importancia de definir unas buenas políticas culturales en Extremadura.
Paco Carrillo, que desde 1970 dirige montajes teatrales dentro y fuera de Extremadura, asegura que es muy importante que “la red de teatro se abra mucho más”, ya que, según dice, “cuesta mucho trabajo para las compañías de teatro el poder salir al exterior”.
A propósito de las políticas culturales que tienen que adoptarse y las demandas del sector de cara al futuro, manifiesta que “lo único que le pediría a Vara es que nos escuchase”, ya que “es tan simple como que la persona encargada de la cultura nos consulte a los profesionales”.
Tras recordar que “ha habido veces que nos han puesto de gestores a gente que no sabían de lo que iba esto”, Carrillo asegura que hay “gente muy válida en Extremadura” y “no sólo en el mundo teatral”.
Gestión de Jesús Cimarro
Sobre el Festival Internacional de Teatro Clásico de Mérida y la labor que realiza su actual director, asevera que Jesús Cimarro “hace mucho por el teatro extremeño”, que a las compañías regionales “les da trabajo” y enfatiza que “no cree que nadie pudiera hacerse cargo del festival aparte de él”.
Asimismo, sobre los Premios Ceres -“El cerco de Numancia” ha recibido en esta edición el galardón del Público- afirma “me encantó que me dieran uno” pero “por sí mismos no venden una obra” y explica que “una de las grandes dificultades del teatro es la venta”.
El director teatral expone dubitativo que “no hubiera montado esta obra” debido a que, según dice, “en este caso no me gusta el verso de Cervantes” y recalca que finalmente se ha podido llevar al escenario gracias a la reescritura de Florián Recio, que ha utilizado “sus palabras” y “su ahora”.
La obra, parte del original de Cervantes y cuenta la historia del cerco e invasión de Numancia en el 133 a.C. por parte del ejército romano liderado por Publio Cornelio Escipión.
Asimismo, desvela que durante el montaje se preguntaba en todo momento “por qué montamos esto ahora”, para posteriormente destacar que la obra “representa el poder que oprime al pueblo” y “refleja la crisis”, de ahí su vigencia. “Escipión no ganó debido a que los numantinos se mataron todos y no pudo llevar a Roma esclavos”, asevera Carrillo, en referencia al personaje protagonista.
Preguntado por a quién tiene que hacer frente el pueblo en la actualidad, afirma que ahora la lucha es contra “los poderes que están dispuestos a hacer que aguantes con lo mínimo y no protestes”. Admite que no ha visto las anteriores representaciones de la obra en el festival, pero asegura que refleja su visión “presente de Numancia que yo veo ahora en la actualidad”.
A la hora de dirigir Carrillo admite que no puede “dejar de vivir en el momento histórico que vivo y con la situaciones políticas, sociológicas y económicas en las que vivo”. Expone por último que después de Mérida tiene como destino Aranjuez ya que allí dirigirá “El motín de Aranjuez”, un montaje que recuerda “lleva haciéndose desde hace 34 años”. En tono divertido explica que “con eso acabo tan agotado como para llegar a Navidades” y “si después de Navidades me proponen algo ya veremos”, pero que en cualquier caso “antes de tomarme el turrón, nada”.