Unidas por Extremadura aboga por priorizar el agua para la agricultura familiar y no para “fondos de inversión”

La candidata de Unidas por Extremadura (UPE) a la Presidencia de la Junta, Irene de Miguel, ha abogado por priorizar el agua para la agricultura familiar y sostenible, “y no para los fondos de inversión que están regando cultivos que entran en competencia real con nuestra pequeña agricultura, como es el olivar tradicional de montaña”, ante la situación de sequía que atraviesa el campo.

De Miguel se ha reunido este viernes con representantes de Cooperativas Agro-alimentarias de Extremadura y ha mostrado su preocupación por la falta de lluvias, ante lo que considera necesario flexibilizar la PAC y arbitrar herramientas para agricultores y ganaderos. A su juicio, “es fundamental que el agua riegue las producciones que nos alimentan, de los agricultores y ganaderos que con sus manos levantan Extremadura”, ha declarado.

En este sentido, De Miguel ha incidido en el peso del sector primario en la región, “no solo porque representa el 7% del PIB de la región, sino porque creemos que es el motor económico” de la comunidad. Por este motivo, “no puede quedarse solo en producir sino que tenemos que avanzar para ser una potencia agrícola”, lo que requiere una mayor inversión en investigación, maquinaria y en comercialización.

De esta forma, De Miguel ha apostado por una agricultura que no solo produzca cantidad, “sino a ir hacia la calidad y las marcas de excelencia” pues “Extremadura lo tiene todo para ser esa potencia”.

Por su parte, el presidente de Cooperativas Agroalimentarias de Extremadura, Ángel Pacheco, ha advertido que la sequía ya es una realidad que afecta especialmente a la región, por lo que son necesarias “decisiones y soluciones cuanto antes”.

De lo contrario, se producirán cierres de producciones antes de que lleguen las ayudas, por lo que “las decisiones políticas deben tomarse ya con mucha urgencia”, entre ellas, la flexibilización de la PAC que se planteó en un contexto diferente al actual, sin tener en cuenta las consecuencias de la pandemia y la guerra en Ucrania.