Una caravana de la risa con acento extremeño recorre varios continentes para crear un mundo mejor
En el municipio de Santa Marta, en El Salvador, se produjo hace unos años un incremento del 300% de nuevos contagios de VIH. Con el fenómeno de la migración muchos hombres dejaban sus hogares e iniciaban una nueva vida amorosa en Estados Unidos. Sus mujeres, abandonadas, optaban por la prostitución para sobrevivir.
Hablar con ellas sobre el uso del preservativo era un tabú. Los trabajos sexuales eran ejercidos a escondidas, al mismo tiempo que se disparaba el Sida. Fue en este contexto donde nació la vocación de Las Sin carpa por transformar la realidad social desde el humor.
Conformaron una obra de circo, clown y teatro bajo el título ‘El Sida, un inmigrante más’. Con un tono jocoso, con el arte por bandera, derribaron barreras. Las ONG locales pudieron comenzar a trabajar con estas mujeres.
Así nació ‘La caravana de la Risa’, un grupo de artistas y amigos afincados en Extremadura que trabaja codo con codo desde la asociación cultural sin ánimo de lucro Las Sin Carpa. Desde hace una década usan el clown y las artes circenses como herramientas de transformación de la realidad y los problemas de la sociedad.
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En su periplo se han desplazado hasta los albergues de migrantes de México, desde donde miles de personas se dirigen a cruzar la peligrosa frontera con EEUU. También han estado en comunidades rurales de El Salvador y Guatemala, o en varios municipios de Marruecos.
'La Caravana de la Risa' son intervenciones puntuales. Colaboran con proyectos que ya están en marcha. De modo que acuden para reforzar la labor de las entidades locales que están en terreno. Han tratado cuestiones como la igualdad de género entre niños y niñas, la violencia o hábitos de higiene personal.
Acaban de regresar de su última incursión, que les ha llevado por segunda vez a Marruecos de la mano de la ONG Mujeres en Zona de Conflicto. Lo han hecho bajo el lema ‘Juntos es mejor’, con la misión de reforzar a diferentes asociaciones en Asilah y Tánger. Han fomentado el apoyo mutuo, la resolución de conflictos, la toma de decisiones, los consensos o la creatividad.
Se suma su experiencia en Extremadura, donde han estado varios años en el barrio de San Miguel de Plasencia con un proyecto educativo. Ha sido una tarea apasionante, en la que han hecho uso del circo, el teatro y la poesía para que toda la comunidad se implicara en el proceso educativo de la infancia.
Democratización del arte
María Bris, de Las Sin Carpa, explica que las artes y el humor son mucho más que un campo de artistas. Parten del concepto de la ‘democratización del arte’. “Existe la creencia popular de que el arte solo lo hacen los artistas. Nosotras lo usamos como una forma de expresar deseos, necesidades, problemáticas… y además para poder resolverlos”.
Además explican que la risa es el camino más corto entre dos personas. “Es algo compartido, aunque luego nos riamos de cosas diferentes. Pero hay una necesidad común de reír”.
La risa tiene beneficios físicos, emocionales. “Te permite ver al otro exactamente igual que tú. No te pone ni por arriba ni por abajo. Ahora, eso sí, una risa bien entendida, no vale reírse de alguien…. Por eso el clown es tan sanador, porque lo hace desde la ingenuidad”.
Una construcción colectiva
De su trabajo en terreno destacan que es un proceso horizontal en el que se enriquecen todas las partes. “No vamos a atender a unos 'pobrecitos' ni nada que se le parezca. Vamos a colaborar en un proyecto de desarrollo que ya está funcionando. Nada de 'primer-mundismo'. Es una construcción colectiva, con artistas locales que comparten sus conocimientos y su acerbo. Y nosotros también, nuestros saberes y nuestra forma de entender el arte”.
Las Sin Carpa no tiene un personal propiamente dicho, más bien disponen de una red de artistas con fuertes vínculos de amistad, “con una visión del mundo muy compartida”. Cuando salen proyectos se reúnen, y dependiendo de la disponibilidad se pone en marcha la maquinaria.
En su periplo han tirado de diferentes campañas de crowdfunding, galas y actuaciones. Un amplio equipo de personas voluntarias que ya han recorrido varios continentes para crear un mundo mejor.