La hembra de lince Elipse, nacida en libertad, da a luz a su segundo cachorro en cautividad
La hembra de lince ibérico Elipse, nacida en 2008 en Sierra Morena y que ya había tenido descendencia en la naturaleza, ha dado a luz a su segundo cachorro en cautividad, concretamente en el en el centro de cría en cautividad de Zarza de Granadilla (Cáceres), gestionado por Parques Nacionales.
En mayo de 2017 el equipo de campo encontró a Elipse con cojera -sin apoyo de la pata posterior izquierda- por lo que se decidió su captura y traslado al Centro de Recuperación “El Blanqueo” (Granada), donde se determinó que tenía una fractura de la tibia desde hacía varios meses.
Posteriormente, en julio de 2017 fue trasladada al centro de cría del lince ibérico de La Olivilla (Jaén) y, finalmente, en 2018 ingresó en el programa ex-situ como reproductora debido a su interés genético, aunque no llegó a reproducirse.
En 2019 fue trasladada al CCLI de Zarza de Granadilla, en Cáceres, donde se la emparejó dos años con el macho Hocico por su buen cruce genético, pero tras un aborto y posterior no gestación, en 2022 se decidió emparejarla con otro macho del programa, Helio.
Debido a la importante representación genética de esta hembra para el programa de cría y conservación de la especie, todas las esperanzas estaban puestas en esta nueva unión, que dio sus frutos ya que Elipse dio a luz -el 15 de abril de 2022- por primera vez en cautividad a un cachorro de lince ibérico.
Ahora, casi un año después, esta hembra de 15 años, acaba de ser protagonista de uno de los últimos partos que se esperan para esta temporada en el centro de cría de Zarza de Granadilla, tras dar a luz a un cachorro sano y activo, fruto de su emparejamiento con Helio.
Según han detallado los técnicos del programa, en un principio, Elipse parió a la intemperie, pero tras una hora desde el nacimiento, decidió moverse con el cachorro dentro del cajón paridera, un lugar más refugiado y en donde sigue actualmente cuidando al cachorro.
Asimismo, han recordado que la adaptación de Elipse al centro fue un “proceso delicado”, debido en parte a su naturaleza salvaje, como también por el dolor que le provocaba la artrosis severa de su pata posterior.
“Finalmente, en 2019 se decidió amputar la extremidad, mejorando notablemente la calidad de vida de la hembra. Este hecho, junto con el intenso trabajo de los profesionales que allí trabajan, han permitido un hecho espectacular, como es reproducir con éxito una hembra adulta y salvaje durante dos temporadas consecutivas”, han concluido.
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