Has elegido la edición de . Verás las noticias de esta portada en el módulo de ediciones locales de la home de elDiario.es.
La portada de mañana
Acceder
El PSOE convierte su Comité Federal en un acto de aclamación a Pedro Sánchez
Las generaciones sin 'colchón' inmobiliario ni ahorros
Opinión - El extraño regreso de unas manos muy sucias. Por Pere Rusiñol

El detenido por quemar 1 hectárea en Galicia al asar unos chorizos, libre tras 5 semanas en prisión

El incendio provocado por el acusado quemó 1 de las 49 mil hectáreas arrasadas en Galicia

Marcos Pérez Pena

Miguel M. lleva más de un mes en la cárcel de Pereiro de Aguiar, acusado de iniciar un fuego de una hectárea en una finca de su propiedad en Os Blancos (Ourense), provocado por encender una hoguera para asar unos chorizos. Desde su detención, pocos días después de la ola de incendios que a mediados de octubre arrasó 49.000 hectáreas en toda Galicia, su familia y amigos vienen denunciando la desproporción de las medidas adoptadas contra él, extendiendo la prisión incondicional durante cinco semanas y siendo identificado como terrorista incendiario. Este martes saldrá de la cárcel, después de pagar una fianza de 2.500 euros, pero aún tendrá que enfrentarse a la acusación de ser responsable de delitos relacionados con los artículos 352 y 353 del Código Penal. El primero establece que quien incendie montes o masas forestales “será castigado con penas de prisión de uno a cinco años” y el segundo se refiere a posible riesgo para viviendas.

Poco después de su detención, una quincena de grupos ecologistas difundieron un comunicado de apoyo al detenido, militante en organizaciones ambientalistas desde los años 80. Destacaban que se intentaba convertir a Miguel “en un chivo expiatorio” de la catástrofe provocada por los incendio, en un intento de “desviar la atención criminalizando al movimiento ecologista y así eximir de sus responsabilidades a quien tiene las competencias”. Manuel García, amigo del detenido, reitera la crítica este martes: “Está siendo un chivo expiatorio, sí. La detención de Miguel ha respondido a un objetivo político y sólo ahora han aceptado que saliera de la cárcel bajo fianza porque se ha enfriado el problema de los incendios”. “Estos 20 días que el fiscal ha mantenido paralizado el recurso de apelación sobraban. Fue una decisión política mantenerlo en la prisión, para ocultar la responsabilidad en la ola de incendios”, añade.

La Audiencia Provincial de Ourense ha aceptado finalmente el recurso presentado por el abogado del acusado, que podrá salir de prisión, pero que deberá pasar por el juzgado cada 15 días. El auto destaca que no existe riesgo de fuga (entre otros motivos, por su arraigo familiar y profesional en Vigo) ni elementos que indiquen que se pueda producir una “reiteración delictiva”. Su familia y amigos celebran la decisión, “pues por lo menos ahora podrá defenderse directamente y explicar lo que pasó”, destacan. Destacan que si bien las primeras semanas lo pasó muy mal en la cárcel, en las últimas pasó a estar, sobre todo, “indignado por la injusticia de su situación”, destaca Manuel García.

El Juzgado de Xinzo de Limia que dictó su ingreso en prisión lo acusó de “no tratar de apagar el fuego en ningún momento”, de “no avisar a ningún medio de extinción”, de “mostrar un total desinterés por la propagación del incendio” y de “tratar en todo momento de esconderse”, añadiendo que mantuvo una “conducta posterior de ocultación”. Este auto justificaba su retención sin fianza en la “posible reiteración delictiva”. Por el contrario, su familia y amigos defienden la inocencia del acusado, señalando que sólo se trató de una “imprudencia” y recordando que fue él quien dio el aviso del incendio y que incluso dejó sus datos en el cuartel de la Guardia Civil antes de ser requerido, desmintiendo completamente la versión del juzgado. “Nunca hubo ningún motivo para mantenerlo en prisión, ni riesgo de fuga...”, concluyen.

No sólo el movimiento ecologista gallego se pronunció en favor de la inocencia de Miguel M., sino que también la Junta de Personal de la Administración de Justicia de Pontevedra (el acusado es funcionario en Vigo) salió en defensa de su compañero, denunciando que estaba siendo usado como “cabeza de turco” para “desviar la atención de los graves fallos del Gobierno gallego por una nefasta política contra los incendios y de protección de nuestros montes”.

Desde el Gobierno gallego se incidió en varios momentos en la responsabilidad de una “trama organizada” (desmentida en los últimos años por el fiscal de Medio Ambiente y otros expertos), pero la realidad es que las personas detenidas por la última ola de incendios no respondían en ningún caso a esa categoría y han sido culpables de la quema de unas pocas hectáreas (1, en este caso). Incluso así, Alberto Núñez Feijoo volvió a afirmar hace unas semanas que Miguel M. estaba haciendo “alguna cosa más” que asar chorizos. El presidente de la Xunta insinuó también -sin proporcionar más argumentos- que poseía más información sobre el único de los detenidos que permanecía en prisión provisional.

Etiquetas
stats