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El cargo de Adif imputado por homicidios en Angrois culpa al maquinista ante el juez

El exdirector de Seguridad de Adif imputado, Andrés Cortabitarte, abandona el juzgado de Santiago en presencia de víctimas del accidente de Angrois

David Reinero

Tres días después del cuarto aniversario del accidente del Alvia en Santiago, en el que murieron 80 personas y 144 resultaron heridas, quien fue director de Seguridad en la Circulación de Adif entre 2006 y 2013, Andrés Cortabitarte, compareció este jueves en el juzgado de Santiago como investigado -antigua figura de imputado- como presunto responsable “de una actuación deficiente, por incompleta y parcial, en la evaluación de riesgos” sobre el peligro que suponía la curva de Angrois. En su declaración, la primera que hace tras negarse previamente dos veces a declarar, Cortabitarte ha dicho que la causa del accidente fue el “exceso de velocidad por error humano del maquinista” y negó que la normativa lo obligase a él a prever el riesgo que existía en esa curva.

La Audiencia Provincial de A Coruña consideró a Cortabitarte para imputarlo responsable “indiciariamente” de los homicidios por imprudencia que ocasionó el accidente del Alvia, junto con el maquinista del tren, Francisco José Garzón, ya imputado desde un primer momento por despistarse y no frenar a tiempo antes de la curva de Angrois sin que estuviese activo ningún sistema automático capaz de evitar o paliar su error humano. Los jueces le atribuyen a quien fue director de Seguridad de Adif con PSOE y PP la responsabilidad de no analizar correctamente el riesgo de la curva de Angrois y no implantar medidas que evitasen o paliasen el error humano que sufrió el maquinista.

Este jueves, en una comparecencia de más de dos horas, en la que sólo respondió a las preguntas del juez, del fiscal y de su abogado, pero no del resto de partes, Cortabitarte destacó que él sólo participó en un momento determinado al final de un largo proceso de puesta en servicio de la línea de AVE Ourense-Santiago en la que ocurrió el accidente. Un proceso de validación de la seguridad en el que desvió responsabilidades a otros departamentos de Adif y Renfe así como a las constructoras adjudicatarias de la obra y consultoras externas como la pública Ineco. Cortabitarte aseguró que la evaluación de riesgos de cuya ausencia se le responsabiliza no era necesaria según la normativa entonces vigente. Según dijo, la responsabilidad de “mitigar y hacer tolerables” los posibles riesgos que existiesen en la línea correspondía a “Ineco y el constructor”. Cortabitarte llegó a decir que desconocía que otros departamentos de Adif habían cambiado previamente el proyecto original rebajando la seguridad de la curva antes de que él validase la seguridad de toda la línea para su puesta en servicio.

Cortabitarte insistió en su comparecencia en que el maquinista circulaba al doble de la velocidad que debía y cuando se le preguntó expresamente cuál es para él la causa del accidente dijo que un “exceso de velocidad por error humano del maquinista”. Sin embargo, cuando el nuevo fiscal del caso, Mario Piñeiro, le preguntó a continuación qué medidas había activas para evitar ese error humano, el imputado se limitó a señalar la documentación de a bordo que le indicaba al conductor a qué velocidad circular por cada tramo y las señales visuales junto a la vía para orientarse sobre su posición, lo que hizo que el fiscal le recordase que aquel maquinista no circulaba por una vía convencional sino por una línea de alta velocidad.

En recursos previos contra su imputación, el abogado de Cortabitarte ya intentó desviar la responsabilidad lejos de su defendido de distintas maneras. En un primer escrito atribuyó la responsabilidad final de las autorizaciones para la puesta en servicio de la línea por encima de él a la Dirección de Ferrocarriles del Ministerio de Fomento y por debajo a la consultora pública Ineco. En una segunda ocasión, pidiéndole al juez que averigüe cómo se analizaban los riesgos en otros países de la UE y si Renfe debía hacer también un análisis propio de riesgos.

Cortabitarte, que fue director de Seguridad entre 2006 y unas pocas semanas antes del accidente de Santiago, no sólo era para el juez instructor y la Audiencia el máximo responsable de supervisar ese análisis de riesgos que peritos y magistrados echan en falta sobre la curva de Angrois, sino que estuvo implicado en decisiones que, según los peritos, incrementaron esos riesgos. Un año antes del siniestro, en junio de 2012, él mismo había autorizado en persona desconectar a bordo de los Alvia el sistema de control constante de la velocidad propio del AVE, el ERTMS, porque a veces fallaba y provocaba demoras de los trenes.

Esta es la tercera vez que Cortabitarte comparece ante el juez, después de que en las dos anteriores se negase a declarar. En la última ocasión, el pasado 4 de abril, había recurrido su imputación ante la Audiencia de A Coruña. Ahora, después de que la Audiencia venga de ratificar esa imputación, está pendiente de conocerse lo que pueda decir la Agencia Ferroviaria Europea, a la que el juez instructor ha preguntado cómo Adif, con él al frente, analizó los riesgos de la línea de AVE Ourense-Santiago. Una visión, la de la agencia europea, que servirá de desempate entre las visiones contradictorias al respecto que este mismo jueves aportaron en el juzgado los dos peritos judiciales de la causa, uno de ellos independiente que dice que Adif no analizó como debía los riesgos de Angrois y otro designado por la Xunta que dice que la empresa pública cumplió con lo que exigía la normativa.

Versiones “contradictorias” de los peritos

Antes de la comparecencia de Cortabitarte, el primero en declarar este jueves en Santiago ante el juez instructor y las partes personadas en la causa, durante cerca de tres horas, fue el ingeniero de Caminos Juan Carlos Carballeira, funcionario designado por la Xunta a pesar de su falta de experiencia en materia ferroviaria. Carballeira llegó a reconocer hace un año que plagió parte de un informe pericial previo copiándolo de la investigación elaborada por el Ministerio de Fomento que hizo responsable del siniestro sólo al maquinista del Alvia. Este jueves Carballeira corrigió verbalmente parte de su último peritaje por escrito, en una intervención que la mayoría de los abogados presentes en la sala calificaron de contradictoria y confusa. A pesar de esa corrección de sí mismo, al salir del juzgado Carballeira aseguró que Adif sí realizó como debía el análisis de riesgos “completo” -como lo calificó tras asegurar que el “integral”, como se viene denominando durante la instrucción, “no existe”-. Tras la declaración de Carballeira, víctimas del siniestro concentradas a la puerta del juzgado criticaron que fuese “elegido por la Xunta” como perito y destacaron su falta de experiencia en materia ferroviaria

Tras Carballeira, y antes de Cortabitarte, compareció en el juzgado el ingeniero de Telecomunicaciones César Mariñas, elegido por el primer juez instructor del caso por sorteo de entre los mejores profesionales propuestos por el colegio profesional. Mariñas también ratificó, durante más de tres horas, su informe entregado previamente por escrito en el que había afirmado, como reiteró este jueves, que Adif no realizó como debía el análisis de riesgos del AVE Ourense-Santiago. Una ratificación en la que la abogada del Estado y el abogado del imputado Cortabitarte intentaron que incurriera en contradicciones. A su salida del juzgado, Mariñas fue aplaudido por las víctimas concentradas a sus puertas.

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