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Oro en Power Point y plata en Excel: así son los Juegos Olímpicos de Office

50 minutos para emular un documento en Office. A cambio, suculentos premios en metálico

José Manuel Blanco

Cleiton dos Santos es un brasileño de 20 años que vive en Leme, una localidad de 99.000 habitantes del interior del estado de São Paulo. Mientras que a 600 kilómetros de allí, en Río de Janeiro, lo estaban dejando todo listo para recibir a atletas de todo el mundo, él se preparaba para su propia competición. Su mérito es doble: entrenaba por las noches y por las mañanas trabajaba de pintor. No le tocaba saltar con pértiga o dar patadas a un balón. Tampoco ensayar un ejercicio de natación sincronizada o domar un caballo. Lo suyo son los cálculos con Excel.

Como él, jóvenes de unos 40 países demuestran cada año sus dotes delante del ordenador. Ellos también compiten, pero el máximo peligro es el desgaste mental o un dolor en la muñeca o los dedos. Son las estrellas de la ofimática que participan en el campeonato mundial de Microsoft Office, una competición que cuenta con el visto bueno de Microsoft y que reúne a adolescentes de todas partes del globo dispuestos a demostrar su pericia en alguna de sus tres disciplinas: Word, Excel y Power Point.

Este particular torneo comenzó en 2002 para promover la certificación en los programas del paquete Office y ayudar a los estudiantes a prepararse para el éxito académico y profesional, según explica a HojaDeRouter.com Craig Bushman, vicepresidente de marketing de Certiport, la empresa organizadora. En un principio, solo los países del área de Asia Pacífico participaban, pero con el paso de los años el evento fue creciendo hasta llegar a todo el mundo.

“Nuestro principal objetivo es conseguir que los jóvenes se entusiasmen con la idea de obtener una certificación”, explica Bushman. “La competición les da una meta por la que trabajar y añade un elemento de diversión a su búsqueda”. Asimismo, el evento pretende establecer redes entre estos jóvenes amantes de la tecnología y, cómo no, promocionar los productos de Microsoft.

La edición de 2016 acabó hace unos días y se celebró en Orlando (Florida), con 150 participantes. Entre los ganadores estuvieron el búlgaro Georgi Boshev, medalla de oro en Word 2010, y el macaense Ka Hei Chao, que arrasó en Power Point 2010. Y no hubo participantes españoles, aunque otros años se han celebrado en nuestro país campeonatos regionales parecidos.

Debido a los costes que implica organizar el evento anualmente, la cita mundial se celebra en Estados Unidos, aunque en una ocasión tuvo lugar en Toronto. La organización cuenta con socios en más de 40 países, que son los encargados de gestionar torneos nacionales y buscar a los participantes del global. 

En estas particulares olimpiadas, como ya se ha mencionado, hay tres modalidades: Word, Excel y Power Point, en sus versiones de 2010 o 2013. Los participantes deben realizar en su lengua materna un ejercicio propuesto por la organización en 50 minutos. Cuentan con una serie de instrucciones básicas para realizar la tarea, pero no resulta fácil: se trata de un documento complejo que deben recrear al milímetro. El resultado final es evaluado por un 'software', que tiene en cuenta tanto el tiempo empleado como lo que se parece al original aportado.

Las pruebas se concentran en un día. Una vez concluidas, hay tiempo para la diversión. “Los llevamos a hacer algo divertido para relajarse y desestresarse”, explica Bushman. Cuando la competición tuvo lugar en Texas los llevaron de fiesta a un rancho, pero también han visitado Disney World, por ejemplo. “Nos aseguramos de que los estudiantes experimenten la zona y cultura locales y se diviertan”.

Los vencedores reciben medallas de oro, plata y bronce y premios en metálico: el oro con la versión de 2013 recibe 7.500 dólares (unos 6.600 euros) y con la versión de 2010 obtiene 5.000 dólares (4.400 euros). Durante la ceremonia de entrega se palpa la tensión: hasta ese momento, los jóvenes no saben qué tal les ha salido la prueba. “Me encanta ver la reacción de los ganadores cuando son llamados”, dice el organizador. “Para muchos, oír su nombre culmina un año o más de duro trabajo para llegar a ese punto”. 

Que se lo digan al estadounidense Ryan Catalfu, de 17 años. Su constancia durante todo un año sirvió para que en 2015 ganara el campeonato nacional de Microsoft Word 2010, y estuvo muy cerca de obtener el oro en la misma categoría a nivel mundial. Ya que las reglas impiden a un participante optar al mismo galardón dos veces, este año se ha entrenado en Power Point 2013 y, esta vez sí, se ha llevado el oro. “He trabajado aún más duro”, cuenta a HojadeRouter.com. Dice que el 'software' para hacer presentaciones siempre le ha gustado, aunque ninguno de los tres programas es su favorito por encima de los otros. Por supuesto, para el año que viene se plantea participar con la hoja de cálculo.

Amante de la tecnología y la ciencia, Catalfu, que destaca el buen rollo que hay entre compañeros a pesar de la competición, se entrena con numerosos ejemplos prácticos durante todo el año. También emplea el material de la Microsoft Imagine Academy, una herramienta para formación de profesores y estudiantes. Su interés por el Office viene de lejos: con seis años ya había escrito en Word un poema para el cumpleaños de su padre. Cuando se lo enseñó a su madre, le contó que había utilizado algunas palabras que no estaban en el diccionario del procesador y que había tenido que añadirlas. La madre se sorprendió de que entonces, con seis años, ya fuera capaz de realizar esa acción.

Manuel Burgos ha participado en estas competiciones representando a la República Dominicana. En 2015 se llevó el oro nacional y mundial del Word 2010. De 16 años, este amante de la programación accedió a los campeonatos nacionales cuando aprobó unos certificados de Office. Tenía experiencia: en el colegio tuvo que estudiar a fondo el paquete. Por ello, tuvo unas entrenadoras muy particulares: sus propias profesoras.

“Todos queremos ganar. Todo chévere, te atienden, te entretienen con algunas actividades, pero en definitiva es muy competitivo”, nos cuenta. En la última edición participó con el Excel pero no pudo conseguir medalla. “Estoy viendo si tengo la oportunidad de participar por Power Point” de cara al año que viene.  

Dos Santos es otro de los que quieren acudir en 2017. Después de resolver 30 preguntas con problemas matemáticos, gráficos y tablas en 9 minutos y 23 segundos (aunque disponía de los 50 minutos reglamentarios) se convirtió en el vencedor nacional de Excel, lo que le garantizó una plaza en el Mundial. Él comenzó a usar el programa cuando se apuntó a clases nocturnas de informática, que compagina con otras de inglés mientras por las mañanas realiza su trabajo de pintor.

Dos Santos todavía no ha ganado, así que no ha podido emular a su compatriota Ian Leitão Ferreira, que ganó en 2014 la competición global de Excel 2007. No obstante, tiene muchas ganas de volver a competir, esta vez con Word.

“No encontré difícil el Mundial, pero cuando compites con los mejores del mundo ya cada uno es vencedor”, afirma. El año que viene tentará de nuevo a la suerte. Esta vez, seguramente, con sangrías, referencias cruzadas o doble interlineado.

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Las imágenes de este artículo son propiedad de Certiport (1, 2, 3, 4)

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