“Turista, no te vayas a casa, quédate más tiempo”: la nueva campaña de los hoteleros en pleno colapso de Mallorca
LEER ESTE TEXTO EN CATALÁN
En un momento en el que la masificación, la carestía de vivienda y la degradación del territorio vuelven a centrar la preocupación de la sociedad balear y a abrir frentes de tensión política, los hoteleros de Mallorca han lanzado una campaña de comunicación para poner en valor la “vocación turística” de la isla, “agradecer la confianza” de millones de visitantes y destacar el papel del sector turístico y hotelero como “motor económico y generador de empleo de calidad”. Mientras tanto, el debate de fondo sobre el modelo de crecimiento, la sostenibilidad y la necesidad de proteger el territorio y el derecho a la vivienda de la población local continúa sin resolverse en una Mallorca que cada temporada alta roza límites extremos de saturación.
La iniciativa se difundirá a través de carteles publicitarios mediante mensajes como Tourist, go home happy. Be happier returning to Mallorca soon (Turista, vete feliz a casa. Sé más feliz aún volviendo pronto a Mallorca), Tourist, go home safe and come back to Mallorca soon (Turista, vete a casa seguro y vuelve pronto a Mallorca), Tourist don’t go home, stay longer with us (Turista, no te vayas a casa, quédate más tiempo con nosotros) y Tourist, thanks for visiting Mallorca (Turista, gracias por visitar Mallorca).
“El mensaje busca recordar que somos una sociedad hospitalaria, abierta y orgullosa de su vocación turística frente a los discursos y acciones de rechazo que intentan deteriorar la imagen del turismo y su aportación a la sociedad balear”, ha manifestado este lunes el presidente de la Federación Empresarial Hotelera de Mallorca (FEHM), Javier Vich, quien ha apuntado al “clima de hostilidad” que “apuntala una minoría ruidosa que no es representativa del conjunto de la sociedad balear”, a pesar de que fueron miles los ciudadanos quienes a principios de junio salieron a las calles para protestar contra la especulación inmobiliaria y un modelo turístico que prioriza el rendimiento económico por encima de las necesidades residenciales de la población local.
Cabe señalar, además, que Balears recibió 18,7 millones de turistas en 2024 y ha duplicado su número de visitantes en tan solo 25 años, aunque la población total apenas supera los 1,2 millones de habitantes, según datos del Instituto Balear de Estadística (Ibestat).
La campaña se presenta tan solo dos días después de que la organización Arran difundiese en redes sociales un vídeo en el que queman fotos de la presidenta del Govern, la popular Marga Prohens, y hoteleros como Simón Pedro Barceló. “Las jóvenes de nuestra isla nos vemos abocadas a la miseria mientras los hoteleros se hacen de oro con la complicidad de la clase política. Estamos hartas de que nuestra tierra sea constantemente mercantilizada mientras la clase trabajadora siempre es la gran perjudicada. ¡Es hora de hacerles frente y defendernos como clase!”, señalan desde la entidad juvenil.
En concreto, la primera acción visible de la FEHM será la instalación vallas publicitarias en distintos puntos de la isla y estará activa durante dos meses con mensajes de agradecimiento directo a los visitantes, sin dejar de incidir en cuestiones que, según los hoteleros, se encuentran “muy activas” en su plan de trabajo y que reivindican “de forma constante”: “la necesidad de gestionar el destino, el turismo, las infraestructuras, servicios e inversiones para garantizar equilibrio y sostenibilidad, junto con una convivencia pacífica con los residentes”.
El sector hotelero: “Motor de empleo y cohesión social”
Según la patronal hotelera, el sector genera 46.071 empleos directos (10,3%) en Mallorca y 61.710 (10,9%) en Balears, de acuerdo a los datos de 2024. Si se incluyen los puestos de trabajo indirectos (proveedores, logística, limpieza, servicios externos…), se alcanzan los 81.869 empleos totales en el conjunto del archipiélago (14,5%) y 61.121 en la mayor de las Balears (13,6%). La FEHM también señala que, durante la temporada alta, la afiliación alcanza cifras récord: 99.001 trabajadores en Baleares (15,3%) y 71.478 en Mallorca (14,3%) en el mes de agosto. En toda la cadena de valor turística (transportes, restauración, ocio, cultura…) se superaron los 234.663 afiliados en julio en las islas, el 36% del total.
En esta línea, desde la Federación Hotelera arguyen que el sector ha rubricado recientemente “el mejor convenio colectivo de hostelería de toda España, logrando modernizar y actualizar su marco de actuación a la evolución de la actividad turística”. Las negociaciones del acuerdo estuvieron marcadas por la tensión y el desacuerdo entre sindicatos y patronal así como por el anuncio de huelga de los trabajados, que finalmente fue desconvocada. Los hoteleros justifican que se ha pactado una subida salarial del 13,5% en tres años que “garantiza la ganancia del poder adquisitivo de los trabajadores”.
“Este acuerdo representa un modelo de redistribución social a través del turismo y demuestra que se puede avanzar hacia un modelo más justo, estable y profesionalizado”, subraya la FEHM. En esta línea, el presidente de la Federación ha apuntado que “sin turistas no hay trabajo y debemos cuidar el turismo entre todos”.
Sobre las recientes acciones del “grupo radical” Arran, como lo califica la patronal, Vich las ha condenado de forma tajante: “La patronal hotelera condena de forma rotunda estas acciones que, además de irresponsables, pueden constituir un delito de odio al señalar e incitar contra personas concretas con nombres y apellidos. La libertad de expresión no ampara el ataque personal ni la criminalización de profesionales que trabajan por el desarrollo de nuestras islas cumpliendo la legalidad vigente. El turismo da trabajo a más de un tercio de la población activa de Baleares. Desprestigiarlo o atacarlo es atentar contra el bienestar de miles de familias. Nosotros respondemos con hechos: diálogo, empleo, compromiso social y respeto”.
Desde la ciudadanía y las entidades ecologistas denuncian, sin embargo, que el actual modelo turístico deteriora recursos naturales, expulsa población joven por la imposibilidad de acceder a una vivienda digna y genera un mercado laboral que, pese a su volumen, sigue presentando precariedad en amplios sectores. La convivencia entre residentes y visitantes se ve, además, tensionada por las aglomeraciones, el tráfico y la presión sobre los servicios públicos.
Cabe recordar que Balears cerró su temporada alta de 2024 liderando la llegada de visitantes extranjeros, la ocupación hotelera -principalmente en Formentera- y el gasto turístico. Los residentes, sin embargo, acusan una masificación que cada año alcanza límites extremos en calles y playas y que los ha llevado a poner en marcha manifestaciones inéditas para protestar contra las consecuencias de este modelo mientras la Administración celebra los datos cosechados.
Escarrer: “El turismo da riqueza, no hay que atacarlo”
Por su parte, el presidente y consejero delegado de Meliá Hotels International, Gabriel Escarrer, ha hecho este lunes un llamamiento a no atacar el turismo, una industria que “da riqueza” y genera “empleo de calidad”.
En diversos mensajes en redes sociales recogidos por Europa Press, Escarrer se ha referido a lo que ha denominado “irresponsables campañas antiturismo de algunos”, que a, su juicio, en lugar de contribuir a que se mejore la gestión del sector “prefieren demonizarlo y perjudicarlo”.
De este modo, Escarrer ha ensalzado la campaña que este lunes ha impulsado la FEHM: “En Balears queremos a nuestra tierra y queremos a nuestros turistas”, ha señalado el empresario, que también ha puesto como ejemplo del empleo de calidad que da el turismo el recién alcanzado convenio colectivo de la hostelería.
El hotelero ya levantó la polvareda el pasado mes de abril, cuando arremetió con dureza contra las medidas planteadas entonces por el Govern balear del PP para contener la saturación turística en Balears. Lo hizo a través de una carta difundida en prensa en la que recriminaba el desbloqueo de 90.000 plazas de alquiler vacacional que, en su opinión, provocará que las islas se llenen “de turistas low-cost con maletas rodando por el centro de nuestras poblaciones y cajetines con llaveros en los portales, servicios públicos saturados e infraestructuras -carreteras, playas, transportes- colapsados”.
Bajo el pretexto de la actual crisis de la vivienda, atravesada por la especulación inmobiliaria y la voracidad de los fondos de inversión, Escarrer achacaba además al alquiler vacacional las dificultades a la hora de acceder a un hogar: “¿A quién interesa esta deriva? ¿Las decisiones se basan realmente en el interés general y en el análisis de las necesidades sociales? ¿Puede entender alguien que ante una emergencia habitacional no se priorice, entre otras medidas que puedan impulsarse, la posibilidad de acceder a una vivienda a los trabajadores y ciudadanos de las islas?”.
En su texto, auguraba, asimismo, una segunda “balearización”, término con el que se conoce el crecimiento sin ningún tipo de control que se produjo en los años sesenta y setenta en Balears y que promovió un urbanismo desenfrenado, desordenado y sin planificación al abrigo del auge del turismo en España.
2