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Fuertes abucheos a Zapatero a la salida de un colegio electoral en Caracas

El expresidente español José Luis Rodríguez Zapatero.

Alberto Ortiz

Caracas —

En una sociedad tan polarizada como la venezolana, Zapatero no es una figura de consenso entre la población. Este domingo, cuando salía de un colegio electoral en el municipio caraqueño de Chacao, un grupo de militantes opositores comenzó a increparlo en protesta por sus posicionamientos sobre la situación política en el país. Algunos incluso le lanzaron botellas.

El expresidente español intenta desde hace tres años que fructifiquen las conversaciones entre el Gobierno y la oposición, con el fin de aliviar las fuertes tensiones políticas en el país caribeño.

El pasado enero, Zapatero, junto a otros mandatarios como el presidente dominicano Danilo Medina, estuvo a punto de lograr un histórico acuerdo en Santo Domingo para la celebración de unas elecciones pactadas entre oficialismo y una gran parte de los partidos antichavistas. Sin embargo, la oposición se levantó de la mesa en el último momento y Maduro convocó unas elecciones sin consenso, que terminó ganando este domingo con una abstención del 54%.

Los esfuerzos aún sin resultado del exmandatario y una actitud hacia el chavismo que la oposición considera demasiado permisiva han generado asperezas hacia su figura entre los detractores del Gobierno, en un contexto de máxima tensión por la situación económica del país y la extrema polarización de la sociedad.

Este viernes, Zapatero brindó una rueda de prensa en la que defendió la imparcialidad del cuestionado Consejo Nacional Electoral (CNE), que se encarga de evitar el fraude en los comicios y de vigilar que no se produzcan irregularidades durante la votación.

“No tengo ninguna duda que (los venezolanos) van a votar libremente, porque el voto es el acto más sagrado que tiene un ciudadano y es muy difícil que un ciudadano acepte votar bajo chantaje, amenaza, es muy difícil”, aseveró. De inmediato, líderes de la oposición como Julio Borges lo tildaron de “cómplice” del Gobierno de Maduro.

Preguntado esta semana por las críticas que recibe constantemente en Venezuela, el presidente afirmó en una entrevista para TVE que “no le preocupan”, porque su posición en Venezuela no es de “interés político” y su función tiene más que ver con evitar que “el conflicto político desborde”.

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