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The Guardian en español

Woodward y Bernstein: la era de Trump resucita el espíritu del Watergate

El presidente de EEUU, Donald Trump, en campaña

David Smith

Washington —

Hace unos días Carl Bernstein recibió un correo electrónico de Bob Woodward. “¿Te lo puedes creer?”, decía el texto: “¡44 años!”.

Se refería a la dimisión del presidente estadounidense Richard Nixon –anunciada el 8 de agosto de 1974– tras años de investigación periodística de Woodward y Bernstein para The Washington Post. Una pesquisa en la que descubrieron el robo de documentos en Watergate y su posterior intento de encubrimiento.

En aquel momento, estos dos periodistas tenían poco más de 30 años y, al igual que los Beatles cuando se hicieron famosos, se les podría haber perdonado por creer que su mayor éxito profesional había quedado atrás. Pero luego con la llegada de Donald Trump, el escándalo del Watergate resuena demasiado fuerte. “Woodstein”, como se llama amigablemente al dúo, son ya hombres de avanzada edad, pero siguen teniendo la misma pasión de siempre por su trabajo.

El próximo libro de Woodward se titula Fear: Trump in the White House [Miedo: Trump en la Casa Blanca], y llegó al primer puesto de Amazon.com tan solo un día después de ser anunciado. Se espera que sea el repaso más acreditado de los 18 primeros meses del Gobierno de Trump.

Bernstein formaba parte del grupo de periodistas de la CNN que hace poco reveló que el exabogado de Trump, Michael Cohen, había reconocido que el mandatario republicano sabía con antelación de la reunión de su hijo –Donald Trump Jr– con representantes rusos en junio de 2016.

Claramente, Bernstein se siente motivado por estar cubriendo otra vez una historia periodística importante, pero no se le nota ni una pizca de regocijo. “No diría que investigar a Trump sea una experiencia alegre”, explica a The Guardian. “Creo que éste es un momento peligroso para Estados Unidos, que tenemos un presidente que no respeta el estado de derecho ni la verdad. Y no digo esto de forma peyorativa. Es algo que se ha comprobado informativamente y justamente pienso que eso es lo extraordinario”.

Asegura que es inevitable encontrar paralelismos con el caso Watergate: “Obviamente hay similitudes, sobre todo porque parte de la cuestión es el debilitamiento del proceso electoral. Además, en ambos casos estamos hablando de encubrimiento y fiscales especiales”.

Pero remarca que las diferencias entre los dos escándalos son aún más profundas. Así, Bernstein explica: “Esto es peor que Watergate en el sentido de que el sistema funcionó en Watergate. En cambio, en la situación actual no hay señales de que el sistema esté funcionando. Ningún presidente había hecho lo que está haciendo Trump en términos de calificar a la prensa y su ejercicio de la primera enmienda como el enemigo del pueblo, una frase asociada a los grandes déspotas del siglo XX”.

Bernstein, que está escribiendo las memorias sobre sus primeros años en el mundo del periodismo, ha visto pasar muchos presidentes, pero a Trump lo considera “sui generis”. “Uno podría haber creído que Richard Nixon lo era, pero son muy diferentes. Uno no habría utilizado la palabra demagogo con Nixon, ni habría dicho que el presidente fuera un mentiroso patológico. Nixon mentía a menudo para esconder sus delitos, pero lo que sonaba peyorativo era denunciar en directo su forma de ser un mentiroso, de ser un demagogo”.

Woodward, de 75 años, y Bernstein, de 74, nunca dejaron de escribir ni de investigar. Bernstein es analista político en la CNN y entre sus libros se encuentran títulos como A Woman in Charge: The Life of Hillary Rodham Clinton ['Una mujer en el poder: La Vida de Hillary Rodham Clinton']. Woodward trabaja en el Washington Post desde hace casi medio siglo y ahora es editor asociado. También ha escrito varios libros sobre presidentes estadounidenses –desde Nixon hasta Obama– con un gran éxito de ventas.

Fear: Trump in the White House (Miedo: Trump en la Casa Blanca), que saldrá a la venta el próximo mes, es su decimonoveno libro, y también uno de los más esperados. La editorial Simon & Schuster lo promociona diciendo que el libro mostrará la “desgarradora intimidad” del Gobierno de Trump, con “cientos de horas de entrevistas con fuentes de primera mano, notas de reuniones recientes, archivos, documentos y diarios personales”.

El título está basado en un comentario que le hizo Trump a Woodward y a otro periodista del Washington Post en una entrevista en el año 2016: “El poder real se consigue mediante el respeto. El poder real es, ni siquiera quiero pronunciar la palabra, el miedo”.

El exsecretario de Defensa Leon Panetta, que el pasado mayo participó de un panel de debate junto a Woodward, Bernstein y el primer jefe de gabinete de Trump, Reince Priebus, afirmó: “Creo que están volviendo muchos de los viejos esquemas. La experiencia que estos dos periodistas tuvieron con Watergate los preparó, en gran medida, para los desafíos del Gobierno de Trump. Ahora están en la misma posición que cuando eran jóvenes periodistas”.

Un mundo más complicado

Sin embargo, el clima político y periodístico ha cambiado en muchos aspectos, algunos impensables no hace mucho. La oficina del Washington Post donde, bajo órdenes del intrépido editor Ben Bradlee, Woodward y Bernstein escribían sus informes en máquinas de escribir, donde los periódicos eran impresos en una imprenta subterránea, fue demolida. Actualmente propiedad del multimillonario Jeff Bezos –fundador y director ejecutivo de Amazon–, el Washington Post se ha mudado a unas oficinas desarrolladas con alta tecnología, adaptadas a la era digital. Desde Facebook hasta Fox News, los medios de comunicación se encuentran fragmentados y polarizados sobre el debate de qué constituye una verdad en sí misma.

Panetta señaló sobre Woodward y Bernstein: “Su pericia estaba en intentar encontrar la verdad, pero ahora vivimos una época en que se atacan los hechos. Ahora vivimos en un mundo más desafiante, en el que el mero hecho de quiénes son no conlleva el respeto del que una vez gozaron”.

En 1974, ambos periodistas coescribieron el libro Todos los hombres del presidente, que luego fue adaptado al cine en una película protagonizada por Robert Redford y Dustin Hoffman, y en la que se veían turbias reuniones en un aparcamiento con una misteriosa fuente llamada 'Garganta Profunda'. Ahora puede ser tentador para la izquierda, cansada de Trump, fantasear con que Woodward y Bernstein se reúnan para salvar de nuevo al país.

Cuando le preguntamos si existe alguna posibilidad de volver a trabajar juntos, Bernstein responde: “Yo no descartaría nada. No tenemos nada planificado, pero hablamos de nuestros proyectos y nos damos consejos mutuamente”.

Se dijo que la relación personal y profesional de estos hombres pasó por un mal momento en los años 70, pero desde entonces tienen un vínculo muy cercano. “Hablamos un par de veces cada semana desde hace años. Obviamente hay cosas que no nos decimos, pero nos conocemos mucho. Hablamos sobre Trump y sobre su Gobierno. Hace unos 45 o 46 años que hacemos esto”.

¿Y le molesta a Bernstein que, igual que sucede con Laurel y Hardy o Lennon y McCartney, el dúo siempre sea nombrado como Woodward y Bernstein, en lugar de Bernstein y Woodward? “En absoluto”, responde alegremente. “No creo que uno deba preocuparse por ese tipo de cosas”.

Traducido por Lucía Balducci

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