El Ayuntamiento inicia una ofensiva para acabar con los excrementos de perros
La alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, se marcó como uno de los objetivos principales de su gobierno la limpieza de la ciudad. Se han puesto en marcha limpiezas intensivas en los distritos, se ha negociado con las empresas concesionarias para mejorar el servicio y se han llevado a cabo acciones de concienciación. En una nueva fase de esa campaña, la regidora ha iniciado una ofensiva contra los excrementos de perros en las calles.
En un desayuno informativo el pasado viernes, Carmena ya avanzó que el Ayuntamiento iba a ponerse serio con este problema de limpieza: “Los tenemos localizados y, mucho cuidado, porque empieza una enorme campaña de multas”. El Consistorio ha publicado ahora los detalles de un programa piloto que permitirá a los infractores evitar la multa si hacen trabajos para la comunidad.
Las sanciones, que van de los 700 a los 1.500 euros, se podrán conmutar por trabajos de limpieza en las calles de Madrid. Se trata de un programa piloto al que podrán acogerse los infractores de forma voluntaria. Eso sí, estarán supervisados, y si no cumplen con la tarea encomendada tendrán que abonar la multa.
Con el fin de detectar a más infractores, el Ayuntamiento ha entregado a los agentes de la policía municipal un mapa con las zonas de los distritos en las que se concentran más excrementos caninos, para que los agentes ejerzan una vigilancia especial. Las zonas de Tetuán, Chamberí, Centro o Usera son de las más afectadas.
Carmena ha mostrado durante el pleno de hoy el mapa a los grupos municipales, donde ha asegurado que el abandono de excrementos “no es sólo dejadez, sino que tiene que ver con la seguridad de las personas”. En su intervención, ha insistido en el compromiso del Ayuntamiento contra esta situación, pero centrándose en “el cambio de conducta” y no en la recaudación a través de las sanciones.
En la información distribuida por el Consistorio a raíz de este programa piloto se observa que las sanciones por este tipo de conductas han sido escasas en lo que va de año. Desde el 16 de enero, se han impuesto 12 denuncias por no recoger excrementos, frente a las 103 por miccionar en la vía pública, una conducta que también estará sujeta a este programa experimental.
El Ayuntamiento admite que ni las campañas de información ni las bolsas que se ponen a disposición de los dueños (siete millones distribuídas por la ciudad) han logrado paliar un hecho “grave por el riesgo que conlleva para la salud pública”. Aún no hay fecha para la puesta en marcha del proyecto, que comenzará “próximamente”.
