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Aviso de la Comunidad de Madrid ante la proliferación de garrapatas en verano: peligro de picaduras y cómo evitarlas

Imagen de archivo de una garrapata

Somos Madrid

3 de junio de 2025 21:00 h

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Con la llegada del verano no solo se intensifica el calor, también proliferan las plagas. El aumento de las temperaturas aumenta la aparición de insectos, roedores y parásitos que, en algunos casos, pueden suponer un grave peligro para la salud. Es el caso de las garrapatas, que con el calor se activan y proliferan en entornos naturales y urbanos.

La Comunidad de Madrid ha lanzado una advertencia sobre los peligros de la picadura de este artrópodo, que se multiplica en esta época del año debido al aumento de las temperaturas y que parasitan a distintas especies de animales tanto silvestres como domésticos, especialmente en el caso de los perros. La mordedura de las garrapatas en humanos puede suponer un riesgo de contagio de enfermedades potencialmente graves, como la borreliosis, la enfermedad de Lyme, la fiebre hemorrágica Crimea-Congo, la rickettsiosis o la anaplasmosis, tal y como ha destacado el Gobierno regional en un comunicado.

Ante la llegada del calor, el Cuerpo de Agentes Forestales de la Comunidad de Madrid ha lanzado diversas recomendaciones que deben tenerse en cuenta a la hora de salir a caminar al campo como llevar vestimenta clara para poder comprobar rápidamente la presencia de estos arácnidos. Además, se recomienda también vestir camiseta y pantalón largo, así como calzado cerrado para evitar dejar ninguna parte del cuerpo expuesta.

Respecto a las rutas, los Agentes Forestales recomiendan transitar por zonas centrales de los caminos y evitar la vegetación abundante, donde proliferan estos arácnidos. Asimismo, se recomienda no sentarse en el suelo en zonas de vegetación y hacer uso de repelentes autorizados para este tipo de insectos. También es recomendable proteger a las mascotas con productos desparasitarios, así como examinar el cuerpo tanto de animales como de personas una vez terminada la ruta.

Las zonas más frecuentes donde las garrapatas pueden adherirse al cuerpo humano son las axilas, ingles, cabello y ombligo. En caso de tener que extraer uno de estos arácnidos es recomendable el uso de guantes o de pinzas finas, agarrándolas preferiblemente de una zona más cercana a la piel y tirar de manera perpendicular.

En ningún caso hay que retorcer, aplastar o arrancar violentamente el arácnido, pues aún podría quedar su cabeza alojada en la piel. Si se localiza una garrapata en un animal doméstico, el procedimiento a seguir debe ser el mismo. Al finalizar la jornada, es aconsejable lavar la ropa con agua caliente.

Si se produce una picadura y esta presenta alguna anomalía -como enrojecimiento persistente, hinchazón excesiva, fiebre o malestar general-, desde el Ejecutivo de la Comunidad de Madrid insisten en la importancia de acudir siempre al personal sanitario para una evaluación adecuada y así detectar posibles complicaciones a tiempo.

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