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Sobre este blog

Stories Matritenses es un blog del grupo de periódicos hiperlocales Somos Madrid escrito por Pedro Bravo.

Pedro Bravo escribe ensayo y ficción. Su último libro es ¡Silencio! (Debate, 2024). Además, ha publicado Cabo Norte (Menguantes, 2020), Exceso de equipaje (Debate, 2018), Biciosos (Debate, 2014) y La opción B (Temas de Hoy, 2012). Habita en la linde occidental del barrio.

www.pedrobravo.es

Lo malo de los gobiernos que no gobiernan (sólo hacen campañas de publicidad)

Fotograma de la campaña 'El trato andaluz'

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“Lo malo del gobierno es que gobierna”. Creo que esta frase extraída de una canción de Triángulo de Amor Bizarro ya me ha servido alguna vez como muleta para apoyar un texto. Hoy vuelvo a ella para desmentirla. Últimamente, es triste decirlo, lo malo de los gobiernos es que se dedican a decir más que a hacer. Demasiadas veces, su labor principal parece ser la comunicación, o lo que entienden por tal cosa. 

El último caso lo protagoniza la Junta de Andalucía. Hace dos años, su Consejería de Turismo lanzó una campaña llamada Andalusian Crush cuyos resultados les debieron resultar tan satisfactorios que hubo una segunda parte un año después y, ahora, una evolución. 

El Trato Andaluz es el nombre de la nueva acción de gobierno de la Junta y su Consejería, es decir, de su flamante esfuerzo publicitario. Impecablemente ejecutado por la agencia PS21 y la productora Lee Films, lo que parece haber en este caso es un problema de briefing. Se dijo en la presentación que se ha hecho “una campaña que ayude a mantener el desarrollo responsable de la actividad en la región” y aseguran los responsables que está integrada en la estrategia de sensibilización turística de la Junta y alineada con la futura Ley del Turismo Sostenible, el Compromiso Ético del Turismo y el Observatorio para la Sostenibilidad Turística Local. También se pueden leer titulares que afirman que con ella se “empodera al residente” y que es pionera y que puede frenar la turismofobia. Nada de ello es verdad.

El vídeo, con el Tengo un trato de La Mala revisitado como BSO, propone ocho puntos que conforman el acuerdo con el visitante que se manifiesta en su concepto. “Nuestra gente”, “nuestra tierra”, “nuestra libertad”, “nuestro comer”, “nuestro descanso”, “nuestra cultura”, “nuestra agua”, “nuestra calle”… Éstos son los epígrafes del trato, cada uno de ellos escasamente desarrollado en el guion: “Come de todo pero que sea de aquí, como el gazpacho, que no es tomato soup”, por contar uno.

Como las anteriores, la campaña alude al orgullo de pertenencia, a la identidad —lo que quiera que sea eso— andaluza. Y pone en el tejado de los visitantes de la región la voluntad de respetarla y comportarse como el vídeo sugiere. 

No es la primera vez que se promueve algo así. Islandia, hace más de ocho años, impulsó The Icelandic Pledge, una propuesta de compromiso responsable por parte de los viajeros que aún está activa. Luego llegaron los de Palau, Nueva Zelanda, Hawái, Finlandia y hasta Mallorca. Hay tantos tratos turísticos por ahí que ya se puede considerar el asunto como tendencia pretérita, así que el andaluz muy pionero no es. 

Pero lo peor de la campaña no es que la medalla de la originalidad sea de plástico, sino que muestra lo alejadas que están las administraciones de asumir la magnitud del problema que tienen que gestionar (y no anunciar).

Suponiendo que todos los turistas que pisen Andalucía a partir de ahora lo hagan después de haberse aprendido el trato —lo cual es muchísimo suponer: 1,5 millones de euros de presupuesto tampoco llegan tan lejos en estos tiempos—, es evidente que las externalidades del modelo turístico no se arreglan de esta manera.

Andalucía es la Comunidad con más Viviendas de Uso Turístico (VUT) registradas de España: casi 100.000. Sólo en Málaga pueden llegar a 50.000. La identidad malagueña, además, puede presumir de ser la quinta provincia con el alquiler más caro de España y la andaluza, de una subida del 19,8% interanual en el precio de los alquileres. La Comunidad, además de la vivienda, tiene otra escasez, la del agua. Se suele considerar que cada turista consume tres veces más que un residente y por eso la búsqueda de más llegadas —el aumento está en más del 10% anual— supone una amenaza de más restricciones que, insisto, no se soluciona con el gracejo de esa secuencia del vídeo que concluye con un “aquí al despilfarro, ni agua”.

Hay muchas otras problemáticas asociadas no a los turistas sino a este modelo basado en el crecimiento sin límite: presión sobre otros recursos y sobre los servicios públicos —la Junta, por cierto, no incluye dentro de ese trato cobrar una tasa turística—, aumento de precios, masificación, etc. Ni éstas ni las anteriores mencionadas están remitiendo en ninguna parte sino todo lo contrario. También en Mallorca, Hawái, Nueva Zelanda, Palau, Finlandia e Islandia, todos esos lugares que anteriormente hicieron bonitas campañas de publicidad pidiendo compromisos a sus visitantes sin asumir el suyo sus administradores. Nada indica que en Andalucía vaya a ser diferente.

Llegados a este punto, uno, a pesar de dedicarse a esto de la comunicación, se ve obligado a decir lo siguiente: gobiernos del mundo, gobiernen (y luego, si eso, hagan una campañita de publicidad).

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Stories Matritenses es un blog del grupo de periódicos hiperlocales Somos Madrid escrito por Pedro Bravo.

Pedro Bravo escribe ensayo y ficción. Su último libro es ¡Silencio! (Debate, 2024). Además, ha publicado Cabo Norte (Menguantes, 2020), Exceso de equipaje (Debate, 2018), Biciosos (Debate, 2014) y La opción B (Temas de Hoy, 2012). Habita en la linde occidental del barrio.

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