Ni cámaras ni periodistas: la empresa que gestionará la fábrica municipal de Clesa se cierra a los que “cuestionan” su proyecto
Cerrojazo informativo al interior de la antigua fábrica de Clesa. La empresa ganadora del concurso para su reforma y explotación, la inmobiliaria Kadans, no quiere testigos incómodos en este espacio y acaba de vetar el uso y publicación de materiales gráficos durante la visita a este espacio municipal solicitada por Más Madrid.
En un correo al que ha tenido acceso este periódico en el que el partido de Rita Maestre solicitaba una visita a estas instalaciones propiedad del Ayuntamiento de Madrid -a la que la oposición tiene derecho- un representante de Kadans advierte que durante el paseo por el lugar no podrán filmar ninguna grabación de vídeo y que, si se toman fotografías, “no se utilicen en prensa o redes sociales para atacar el proyecto”. Además, también veta la presencia de periodistas en la visita y limita su número de asistentes a seis personas.
La misma misiva explica que estas restricciones se toman porque Más Madrid “cuestiona” el proyecto actual de Kadans sobre la antigua fábrica de Clesa y que no puede “permitir” que se critique dentro de este espacio.
“Estamos ante una situación inaudita y grave. Es inaceptable que una empresa no deje a los representantes políticos y a los medios de comunicación hacer su trabajo”, lamenta Eduardo Rubiño, portavoz de Más Madrid. “Del mensaje se desprende que si estuviésemos a favor de lo que está empresa quiere hacer no pondrían impedimentos en que los medios de comunicación o nosotros mismos diésemos visibilidad a un edificio”, añade.
El veto a la recopilación de material gráfico del interior de Clesa llega en un momento en el que se cuestiona todo el proyecto, debido a que la Comunidad de Madrid anunció hace unos días que declarará Bien de Interés Cultural (BIC) este edificio industrial. La declaración significará la protección automática de buena parte de sus elementos, lo que podría limitar las obras previstas por Kadans.
Pero se trata de un bien público, no del coto privado de Kadans, cuyo proyecto además está muy en cuestión. Por tanto reclamamos al Ayuntamiento de Madrid que tome cartas en el asunto y defienda el interés común, en vez de darle la espalda. Y que se replantee de una vez lo que va a hacer con CLESA teniendo en cuenta que va a ser declarado bien de interés cultural y que por tanto debe estar al servicio de los madrileños y no para el negocio privado de una empresa como Kadans.
Ubicado en el número 67 de la calle Cardenal Herrera Oria de Madrid, el edificio Clesa es uno de los principales exponentes del patrimonio arquitectónico industrial y obrero en Madrid. Amenazado por la piqueta en varias ocasiones, el Ayuntamiento de Madrid proyecta en estos momentos convertirlo en un “centro de innovación e investigación” a través de la cesión de las obras a Kadans, que ganó un concurso internacional por su reforma.
El proyecto es muy distinto a los planes que sobre este espacio, originalmente diseñado por el arquitecto Alejandro de la Sota, tenía el gobierno de Manuela Carmena. Durante su legislatura se llegó a hablar de la creación de “un Matadero del norte”. Sin embargo, finalmente el proyecto auspiciado por el consistorio madrileño dista mucho de esa idea: según las primeras informaciones que salieron a la luz, solo dedicará un 4% de su actividad a usos culturales.
2