Madrid exigirá licencia para alquilar pisos turísticos más de 90 días al año
El Ayuntamiento de Madrid ha decidido intervenir en la desregulación total del mercado de alquiler de pisos turísticos en la ciudad. Su alcaldesa, Manuela Carmena, ha anunciado que podría sancionar a todos los propietarios de viviendas de uso turístico que no posean licencia, si alquilan la vivienda como si fuera un hotel más de 90 días al año.
Para ello, el gobierno de Ahora Madrid elaborará un censo de las viviendas turísticas que actualmente operan en la capital, y que podrían rondar entre las 15.000 y las 20.000, según diferentes estudios y datos del portal AirDNA. También limitará el número máximo de licencias por barrios, según su nivel de saturación.
Carmena ha explicado que el Ayuntamiento no necesita autorización por parte de la Comunidad para aplicar estas medidas, debido a que pone esta limitación debido a “una interpretación de la norma”. Esta interpretación entrará en vigor cuando se apruebe en la comisión del seguimiento del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU), que hoy echa a andar.
Si un particular quiere alquilar una vivienda a turistas más de 90 días, deberá pedir la correspondiente licencia a la Agencia de Actividades y cumplir con la normativa que establezca el Ayuntamiento, que considera esta actividad un “alojamiento profesional”. Carmena no ha explicado qué pasará con las empresas que hacen negocio con esta práctica, aunque hace meses el delegado de Urbanismo, José Manuel Calvo, indicó su intención de limitar a particulares este modelo de negocio.
Además, el Ayuntamiento es partidario de que los particulares que alquilan pisos turísticos paguen una tasa por este negocio al consistorio, aunque todavía no se ha detallado ningún importe en este sentido.
Los efectos de la turistificación en el centro de Madrid
Los efectos de la turistificación en el centro de Madrid
La medida anunciada por el Ayuntamiento llega meses después de un intenso debate sobre cómo abordar el fenómeno de los pisos turísticos en Madrid. Su número se ha multiplicado exponencialmente en los últimos dos años, lo que ha provocado importantes cambios en el modelo de ciudad.
Los precios de los alquileres se han disparado por la desaparición de miles de viviendas del mercado a largo plazo, además de por prácticas de depredación llevadas a cabo por empresas de alquiler turístico. Esta situación ha expulsado de barrios como Malasaña a muchos vecinos que no pudieron hacer frente a la subida de precios por llegar en algunos casos al 50%.
Además, algunas empresas están comprando y reformando edificios enteros, sobre suelo residencial, para destinarlos al alquiler turístico. Al menos seis bloques de viviendas de Malasaña están ya destinados a esta práctica. Según informó el Ayuntamiento, todos operan sin licencia.
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