Dos de los hermanos Fernández, condenados a 21 años de cárcel por el asesinato en Fernando el Católico
Dos años y medio después del asesinato que sacudió a los vecinos de la calle Fernando el Católico queda resuelto judicialmente. La Audiencia Provincial de Madrid ha condenado a veintiún años de cárcel a los hermanos Javier y Guillermo Fernández López por el asesinato a tiros de Luis Romero Durán, Luisito, a quien acribillaron a tiros el 6 de abril de 2018 justo después de salir del despacho del abogado Marcos García Montes.
Los condenados han sido encontrados culpables del delito de asesinato con la agravante de disfraz, por el que se les impone 20 años de cárcel a cada uno, y por tenencia ilícita de armas, que añade un año de prisión a la condena. Quedan absueltos, no obstante, de la acusación de falsedad documental. Además, sobre los condenados pesa una orden de alejamiento de 500 metros sobre su hermana, sus hijos y la madre de la víctima durante otros 20 años.
El tercer hermano implicado en los hechos ha sido absuelto de los 9 años y 9 meses de cárcel que pedía para él la fiscalía como cooperador necesario del crimen. El mismo jurado popular que participó en el proceso y que dictó la culpabilidad de los dos condenados decidió declararlo no culpable, por lo que el juez lo ha absuelto.
La venganza de los Fernández
La sentencia considera probado que los dos hermanos Fernández asesinaron a Luis Romero, su cuñado, quien esa semana de 2018 iba a ser juzgado por la muerte del padre de los condenados. La víctima había acudido junto a su mujer y sus padres al despacho que el abogado Marcos García Montes tenía al inicio de la calle Fernando el Católico, para preparar el juicio por unos hechos que se remontaban a 2015 y que tuvieron lugar en un polígono de la localidad de Arroyomolinos.
Junto al cruce con Magallanes les esperaban los tres hermanos Fernández para completar la venganza contra los Romero. Aparcaron su coche en el número 4 de la calle y, a las 18.18 horas, mientras el hermano absuelto esperaba en el vehículo, los dos condenados asaltaron al Luisito en la salida del bar Villa de Narcea, donde estaba tomando algo con su familia después de visitar el despacho del abogado. Le descerrajaron cuatro disparos por la espalda, dos de los cuales impactaron el el fallecido. Según el relato de los hechos que recoge la sentencia, la familia de la víctima salió a la calle y se enfrentó con los agresores, a los que identificaron después de bajarles las bufandas con las que ocultaban sus caras. “Que sepas que el próximo va a ser tu hijo”, amenazó Guillermo a su hermana Yolanda, pareja del asesinado.
Después, los asesinos golpearon a los padres de la víctima y se dieron a la fuga. Media hora después se bajaban del coche y lo quemaban para intentar borrar pruebas. Pero la Policía los acabó deteniendo días después.
El veredicto del jurado fue emitido por las declaraciones de los agentes de la Policía Nacional que investigaron los hechos, ya que los familiares del fallecido no quisieron declarar en el juicio por miedo a represalias de los Fernández. Ambas familias enfrentadas, los Romero y los Fernández, pertenecen a los mercheros o quinquis, una etnia propia y que no se les identifica como medio payos, medio gitanos.
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