Ouka Leele o el salto al vacío de una artista que no quiere repetirse
Este viernes, Ouka Leele (Bárbara Allende), Premio Nacional de Fotografía entre otros muchos reconocimientos, busca público que sea testigo y cómplice a la vez de su “lanzarse al vacío” en la pequeña galería malasañera de La Ley de Snell. Lo hará, pincel en ristre, junto al pianista Jerónimo Maesso -ideólogo del 'mortal'-, invocando a ese mundo de las ideas que, según ella, existe -vaya usted a saber dónde- y que se manifiesta cuando uno se aproxima al mismo en un “estado de ánimo cercano a la nada”.
La artista, cuya figura está tan unida en el imaginario popular al tiempo de la Movida madrileña y a la Malasaña de aquella época, no ceja en su empeño de construir su mañaña profesional sin renunciar a su ayer: “Sigo con la fotografía, que me ha dado de comer, pero me diversifico: escribo, pinto, estoy diseñando alfombras, vajillas... y, ahora, junto a Jerónimo, estamos a punto de sembrar la semilla de algo nuevo, una apertura al mundo de la improvisación en directo titulada ‘Hay que jugar al vacío’” -comenta, ilusionada, sobre la etapa que arranca mañana.
“La improvisación es un mundo muy bonito en el que nos introducimos vaciándonos, sin ideas preconcebidas. Vamos a vaciarnos para que la creación aparezca en una galería de paredes blancas. El viernes nadie sabe lo que pasará. Es posible que alguien del público se levante, dé cuatro notas a Jerónimo y que éstas se conviertan en cuatro colores. La música puede llevarme a una inspiración y lo que yo plasme en un papel o en un cartón convertirse en melodía”.
El camino por el que transita Ouka Leele es el de no repetirse -“no incidir demasiado en lo que sé que hago bien”-, una apuesta que, sin embargo, debería producir cierto vértigo en quien ha alcanzado el éxito en una determinada faceta artística. Preguntada por esta cuestión, no duda en confesar que es así, si bien está claro que asumir riesgos es algo que le merece la pena y que son los retos los que mantienen vivos a los creadores. En sus palabras no se percibe miedo, sino excitación, a la vez que cierto pudor por mostrar ante el público un proceso de creación artística que normalmente es un acto íntimo y solitario. “Llevamos tiempo ensayando la propuesta -sí, la improvisación se ensaya, lo irrepetible también se ensaya- y los resultados no pueden ser mejores. Si sale bien y nos gusta la llevaremos a teatros y museos y hay ambición para que esto pase”.
“Actos de pura creación”
“Actos de pura creación”
Pero antes de conquistar el mundo, la meta es conquistar Malasaña -“mi barrio de siempre, donde como a diario, paseo, compro...”-, su laboratorio de ensayo durante el verano: 'Hay que jugar al vacío' es un todo en tres actos en el que junto a la música de Jerónimo Maesso -compositor, pianista e instrumentista especializado en Improvisación Absoluta-, Ouka Leele tiene previsto encontrarse con las musas en tres días distintos y manejando tres armas diferentes: el pincel, en la primera cita; la cámara, en una segunda (agosto) y las palabras, en una tercera (septiembre). Maesso, por su parte, no duda en definir como “actos de pura creación” las tres veladas que tienen previstas celebrar en La Ley de Snell, unos encuentros irrepetibles en los que no es que cada artista aporte el 50% a la propuesta conjunta, sino que ambos darán el 100% de sí mismos, según explica el músico.
'Hay que jugar al vacío' será también el reencuentro público de Leele con su ciudad. Hace ya tres años y medio desde su última exposición en Madrid, una exposición de fotografía (A donde la luz me lleve) -fruto de un encargo- que se exhibió en el centro cultural Conde Duque. Para encontrar una muestra más personal de la artista en la capital tendríamos que remontarnos aún más allá, al año 2014, con la instalación 'Un cruel banquete. Pour Quoi?' en el Círculo de Bellas Artes.
https://somosmalasana.eldiario.es/un-verano-en-malasana-con-ouka-leele-pintura-fotografia-y-poesia-en-la-ley-de-snell/
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