Detenido el autor del atropello de Tetuán que se dio a la fuga: era menor, conducía un coche robado y arrolló a su amigo
Lo que empezó como una “trastada” entre dos jóvenes terminó en tragedia. La madruga del miércoles, agentes de la Policía Nacional y la Policía Municipal de Madrid detuvieron a un menor de edad por atropellar a un amigo con un coche de alquiler robado en el distrito madrileño de Tetuán.
Los hechos ocurrieron la noche del martes en el barrio de La Ventilla. Dos jóvenes, de 17 y 18 años, encontraron un Kia XCeed blanco en marcha y, al no ver al conductor, se subieron y comenzaron a hacer trompos y maniobras peligrosas. Decidieron intercambiar los asientos, momento en el que el menor se puso al volante. Al dar marcha atrás, perdió el control del vehículo y se estrelló contra la fachada de un portal en la calle Padre Rubio, a la altura del número 74, atropellando a su amigo y provocándole una hemorragia masiva y lesiones muy graves en la pierna.
Sin atender al herido, el menor huyó del lugar del accidente y se dirigió corriendo hacia Plaza Castilla, dejando a su amigo ensangrentado en la calle. Fueron los vecinos quienes alertaron a los servicios de emergencia de lo ocurrido. El joven de 18 años, fue estabilizado por el Samur y trasladado al Hospital de La Paz, donde los médicos no tuvieron más opción que amputarle la pierna.
Horas después, el menor se presentó voluntariamente para confesar el accidente. Según adelanta El Mundo, el joven declaró que era él quien conducía el vehículo en el momento del impacto. El autor del atropello pensó que su amigo también había salido corriendo y asegura que actuó sin medir las consecuencias.
Después de su declaración, fue sometido a unas pruebas de alcoholemia y drogas con resultado negativo. Pero quedó detenido por los agentes de la Policía Nacional por un presunto delito contra la seguridad vial y otro de lesiones y acabó siendo trasladado al Grupo de Menores de la Brigada Provincial de Policía Judicial (GRUME). El atestado del accidente corrió a cargo de los agentes de la Policía Municipal.
Las investigaciones han revelado que el coche había sido dejado encendido por el usuario, un vecino de la zona que lo había alquilado para ir al gimnasio y aseguraba haberlo dejado correctamente estacionado y apagado. La aplicación del vehículo mostraba un tiempo de uso de más de cinco horas, confirmando que el servicio no había sido cancelado correctamente, lo que permitió a ambos jóvenes arrancar el vehículo y conducirlo.
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