Tormenta en las elecciones al Colegio de Arquitectos de Madrid al quedar anulada la candidatura del actual decano
Diez minutos han bastado para generar una calmada hecatombe. Esta tarde, la Mesa Electoral del Colegio de Arquitectos de Madrid ha tumbado la candidatura de su actual decano, Sigfrido Herráez, que junto a otros miembros de su equipo no podrá presentarse a la reelección el próximo 27 de mayo, cuando tendrán lugar unos nuevos comicios. El presidente del órgano interno del COAM, Luis de la Rica, ha leído ante decenas de colegiados las que serán las listas definitivas que han pasado el filtro para concurrir, y entre las que no se encuentra la de la actual Junta de Gobierno. “Son inelegibles”, ha sentenciado en un hilo de voz el responsable de validar las propuestas, proclamando a Jesús San Vicente (Nexo COAM) como único aspirante al Decanato que ha superado este primer filtro.
En una decisión a la que ha tenido acceso Somos Madrid, la Mesa ha decidido inadmitir la candidatura de Herráez por exceder el máximo número de mandatos. “No puede volver a presentarse hasta que pasen nueve años desde su última elección”, ha sentenciado De la Rica durante la lectura, provocando algunos gestos que negaban con la cabeza y otros de complicidad entre quienes se alegraban de la noticia. Contra esta decisión aún caben recursos internos a través de los mecanismos del Colegio, pero el asunto podría llegar a más. El decano ya había recibido un aviso del presidente de la Mesa Electoral informando de que su candidatura no podría ser validada, ante lo que emitió un duro comunicado en los días previos y animó a otros colegiados a acudir al acto de esta tarde en señal de protesta.
De hecho, Herráez abre la posibilidad de iniciar medidas judiciales, con las que ya había amenazado el propio afectado y que volvieron a reiterarse al finalizar el acto. Uno de los miembros de su candidatura avisó por microfonía, mientras el público se levantaba, de que los miembros de Todos COAM –el partido de Herráez para la Junta de Gobierno– se reunirían acto seguido para decidir qué acciones tomarán en consecuencia. Y el amago en los últimos días ha sido claro: no descartan acudir a los tribunales.
La candidatura de Sigfrido Herráez llevaba tiempo en entredicho. El actual decano del COAM llegó al poder en 2020, cuando una moción de censura abocó a la dimisión en bloque de la anterior Junta de Gobierno –presidida por Belén Hermida– y terminó elevándole como nuevo representante. Su mandato empezó en noviembre de ese año, con la legislatura a medio terminar, y se alargó hasta la cita en las urnas de mayo de 2022. En total, un año y medio al frente de la institución hasta revalidar como presidente por unos tres años más. A diferencia de otros procesos electorales, los del Colegio de Arquitectos se celebran cada trienio, de forma que a estos últimos comicios Herráez llegó con cuatro años y medio de mandato a sus espaldas. Y es aquí donde se origina el principal punto de discordia, que mantuvo la incertidumbre hasta el último minuto.
Los estatutos del órgano colegial establecen que cualquier dirigente deberá ostentar el cargo, como máximo, durante dos legislaturas y luego no podrá volver a presentarse. Herráez defiende que tanto él como su equipo –algunos miembros que repetían en sus listas le acompañan desde 2020 y, por tanto, están en su misma situación– no han completado dos períodos completos, de forma que aún podrían apurar un nuevo mandato porque al primero llegaron a poco de concluir.
Pero este argumento también se deshacía: el mismo reglamento, en su apartado 30.5, prevé que si un nuevo miembro accede a la Junta de Gobierno a mitad de legislatura este período no será tenido en cuenta si accede “en el último año de la legislatura”. Es decir, 365 días antes de concluir, menos tiempo del que Herráez permaneció en su primera etapa como decano. La situación ha mantenido en vilo a los colegiados durante todo el fin de semana. Al principio, el anuncio de las candidaturas definitivas estaba previsto para el 30 de abril, la semana pasada. Sin embargo, las alegaciones entre aspirantes se acumularon y terminaron demorando el plazo hasta este lunes.
En total, se han aceptado nueve listas para la Junta de Representantes y solo dos se habían presentado a la de Gobierno, que ejerce como timón de facto en el COAM: una era la del actual decano y la otra, la de Jesús San Vicente. Si no se aceptaba la candidatura de Herráez, su rival sería el único en optar al Decanato y, por ende, se le proclamaría nuevo dirigente del Colegio de Arquitectos. Pero la sensación interna, desde hacía unos días, era de cierta incomodidad: nadie sabía lo que podría llegar a ocurrir. El jueves pasado, un día después de aplazar el plazo para anunciar las candidaturas definitivas, el periódico La Razón publicó un artículo asegurando que Herráez había amagado con ir a los tribunales si su lista no podría presentarse.
La amenaza latente de llevar el caso a los tribunales
Horas antes del acto en la sede del COAM, este periódico se puso en contacto con el decano para confirmar tales afirmaciones, pero Herráez emplazó a esperar hasta las 19.00 horas para la lectura de candidaturas aceptadas y confirmar su siguiente paso. Uno de los motivos esgrimidos en el artículo por los que Herráez tiene en mente interponer un recurso es el presunto conflicto de intereses entre el presidente de la Mesa Electoral –que valida o tumba las propuestas– y la Comisión de Recursos –donde se resuelven recursos de los colegiados–, Luis de la Rica, con el candidato en la oposición.
Jesús San Vicente negó en su día dichas acusaciones: trascendió que ambos eran tío y sobrino. “No es cierto: es un tío político de mi mujer, pero no hay vínculo familiar directo y [De la Rica] ya ha fallado otras veces contra mis propuestas en la Comisión de Recursos. ¿Por qué iba a cambiar eso ahora?”, se preguntaba con indignación al otro lado del teléfono. “Esta afirmación es falsa y solo tiene como objetivo sembrar dudas sobre el proceso electoral y desviar la atención sobre el asunto fundamental”, añadió a través de un comunicado, aludiendo a la viabilidad de un nuevo mandato para Herráez. Sin embargo, la del parentesco puede ser la principal baza a la que se agarre el decano para convencer a los tribunales. Siempre según lo que publica La Razón, aludiendo a palabras del propio decano (que este ha declinado confirmar), sopesaba una estrategia judicial por dos vías: la penal, para arremeter contra el presidente de la Mesa; y un contencioso-administrativo para solicitar medidas cautelarísimas que paralicen temporalmente la decisión.
En una carta firmada por este último y dirigida a Sigfrido Herráez, con fecha del 28 de abril y a cuyo contenido ha tenido acceso Somos Madrid, se habla de hasta cinco colegiados de su lista que optan a una tercera candidatura consecutiva, tal y como denuncian sus detractores en alusión a las bases estatutarias del COAM, anticipando que no podrán concurrir a unas nuevas elecciones. El actual decano, en respuesta, difundió un comunicado deslizando que el presidente de la Mesa podía estar incurriendo en un delito de prevaricación tomando una decisión que, a su juicio, estaba fuera de derecho ya que en los estatutos se habla de un límite de “dos legislaturas”, en lugar de hablar de “períodos”. Después de la lectura de esta tarde, él y su equipo se han reunido en la sala triangular de la sede para deliberar sobre qué acciones tomar en consencuencia. Por lo pronto, y visto el precedente que asentó el Colegio de Médicos, el camino hacia las elecciones del COAM parece que quedará empedrado.
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