Hyundai permanece en el segmento del coche urbano con el renovado i10
Varios fabricantes se han inclinado últimamente por abandonar el segmento A, el de los coches de tamaño más reducido, debido a la escasa rentabilidad que les reporta y a la nueva normativa de emisiones de la UE, que penaliza al vehículo pequeño. Hyundai es de las pocas que mantienen la apuesta, y prueba de ello es la actualización de su i10, un urbanita de 3,67 metros de longitud, que acaba de poner a la venta en nuestro país.
Como ha explicado la marca durante la presentación, los estrechos márgenes de beneficio en este segmento del mercado no dan para someter al i10 a ningún tipo de electrificación, al menos de momento, de tal manera que la oferta mecánica seguirá compuesta por motores únicamente de combustión. Dos serán en concreto los propulsores de gasolina entre los que optar: un bloque de tres cilindros y 1.000 cc que entrega 67 CV y 96 Nm de par motor y otro de cuatro cilindros y 1.200 cc que alcanza los 84 CV y los 118 Nm de par. Ambos pueden montar cambio manual de cinco velocidades o una transmisión manual robotizada de las mismas relaciones.
La gama se enriquecerá con un motor 1.0 turbo de 100 caballos exclusivo para la versión más deportiva del modelo, denominada N Line como todas las de este carácter en la firma coreana y prevista para el próximo mes de mayo. Hasta entonces los acabados disponibles serán cuatro: Essence, Klass, Tecno y Style.
El i10 está entre nosotros desde 2008, como sucesor del Atos, fue renovado en 2013 y lleva en total más de 1,1 millones de unidades vendidas. Ahora luce un cuerpo redondeado y musculoso a la vez, impresión reforzada por un techo ligeramente más bajo, las nervaduras que surcan el capó y unas llantas que pueden ser de hasta 16 pulgadas. La amplia parrilla delantera, de diferente dibujo según las versiones, abunda en ese aspecto más poderoso e incorpora unas luces diurnas de led redondas.
Las cotas exteriores se mantienen prácticamente intactas con respecto a la generación anterior, salvo por la menor altura y un ligero incremento de la distancia entre ejes que amplía el espacio del que disponen los pasajeros. El maletero cuenta con 252 litros de capacidad (1.050 con la segunda fila de asientos abatida), una cifra más que aceptable para un coche de estas dimensiones.
A diferencia de otros modelos de su tamaño, el i10 se puede solicitar con cinco o con cuatro plazas. Esta opción solo cabe asociarla al acabado más básico, Essence, y al motor de 67 CV, pero puede ser interesante para aquellos usuarios que nunca vayan a necesitar cinco asientos. Gracias al menor peso y al uso de unos desarrollos distintos, Hyundai ha logrado homologar para esta versión un consumo una décima inferior: 4,9 litros/100 km en ciclo combinado WLTP, con unas emisiones de CO2 de 111 g/km.
Nueva pantalla táctil de 8 pulgadas con navegador
El nuevo modelo gana mucho terreno en conectividad al integrar ya, según versiones, pantalla táctil de 8 pulgadas con navegador, carga inalámbrica para móviles, compatibilidad con Apple CarPlay y Android Auto y el sistema BlueLink, que agrupa funciones telemáticas como la búsqueda de parkings en las proximidades, el bloqueo y desbloqueo remoto de las puertas o la propia localización del vehículo si no recordamos dónde lo hemos dejado aparcado.
Entre las ayudas a la conducción disponibles encontramos dispositivos entre los que destacan el asistente a la frenada de emergencia en ciudad con detector de peatones, luces largas automáticas, alerta de cambio de carril, detector de falta de atención por parte del conductor y aviso de salida del coche que nos precede cuando estamos detenidos, por ejemplo, ante un semáforo. El i10 puede disponer también de cámara de visión trasera asistida por sensores, y lleva de serie el sistema stop & go.
El habitáculo presenta un aire juvenil, variedad de huecos donde depositar objetos (los de las puertas han ganado capacidad) y unos plásticos de tacto duro pero aspecto atractivo y bien rematado. Es posible elegir entre cuatro acabados interiores, así como entre 10 colores de carrocería y dos de techo (rojo y negro), lo cual multiplica las posibilidades de personalización del coche.
Más especial aún será, por supuesto, el futuro N Line, para el que Hyundai reserva mucha munición ornamental propia. Luces diurnas led, parrilla y paragolpes específicos, llantas de 16 pulgadas de diseño exclusivo y logo del modelo en color rojo en el pilar trasero (las demás versiones lo llevan en negro) distinguirán al i10 más picante por fuera, y el volante y la palanca de cambios N, los asientos deportivos, los pedales metálicos y los anillos rojos de las salidas de aire lo harán por dentro.
Las tarifas oficiales del nuevo utilitario coreano parten de los 14.250 euros de la versión Essence, con motor de 67 CV, y alcanzan los 20.245 del modelo de 84 CV en acabado Style. En la práctica es posible obtenerlo a partir de 10.750 euros si se suman la campaña de lanzamiento, de 1.900 euros, los 1.000 euros adicionales por acogerse a la financiación de la marca y otros 600 de los que se beneficiará quien entregue a cambio un vehículo antiguo.
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