Ioniq 5, una forma nueva de entender y vivir el vehículo eléctrico
Pocos días después de habernos puesto a los mandos del Kia EV6, ha llegado ahora la ocasión de conducir también el que cabe considerar su modelo gemelo dentro del Grupo Hyundai, el Ioniq 5, que como aquel presenta una silueta inédita para la que la prensa no encuentra aún sustantivo adecuado. A la espera de mejor opción, nosotros nos decantamos por hablar de un maxicompacto, pues se trata de un coche que en fotografías parece un compacto al uso, pero en la realidad y por cotas -4,635 metros de longitud en este caso- excede con mucho esa catalogación.
Hyundai utiliza el calificativo de “retrofuturista” para referirse a este primer miembro de la familia 100% eléctrica de la marca, es decir, Ioniq, y lo emparenta con las líneas del Pony Concept de 1974, obra de Giugiaro, y del más reciente 45 Concept de 2019, que conmemoraba justamente los 45 años transcurridos desde que el diseñador italiano presentó aquel prototipo.
Si algo define a la carrocería del Ioniq es la práctica ausencia de voladizos delantero y trasero. Las ruedas se hallan en los extremos del coche para aprovechar las posibilidades de la plataforma que el consorcio coreano ha desarrollado expresamente para vehículos eléctricos, denominada E-GMP. Su virtud fundamental no es otra que habilitar una enorme distancia entre ejes de 3 metros exactos que cumple dos objetivos: disponer de un soberbio espacio interior y permitir a los diseñadores crear un habitáculo casi a su entero antojo y pleno de soluciones nuevas.
Por fuera, el inclasificable modelo de Hyundai destaca por unas superficies limpias y como esculpidas, con un capó de aluminio en forma de concha bajo el cual encontramos una banda negra que integra unas ópticas pixeladas, como las que adornan también la zaga. Además de las llantas de 20 pulgadas diamantadas (según versiones), otros elementos clave son los tiradores enrasados en la carrocería y el montante trasero que dibuja un ángulo de 45º.
En el interior, como apuntábamos, los diseñadores se han dado el gusto de replicar un “espacio vital inteligente” como el que cualquiera puede disfrutar cuando puede relajarse en el salón de su casa después de una larga jornada de trabajo. Con este enfoque, digamos, arquitectónico, se han dispuesto un asiento trasero que se puede deslizar a lo largo -sobre el suelo enteramente plano- y una consola central que también se desplaza en el mismo sentido y donde podemos dejar todos los objetos con que cargamos de manera habitual.
Las butacas delanteras se han adelgazado sin perder ergonomía ni comodidad con el fin de maximizar la sensación de espacio a bordo. Además, admiten multitud de configuraciones y hasta llegan a desplegar unos reposapiés para mayor comodidad del usuario, por ejemplo cuando espera mientras el coche se carga.
A la misma impresión de desahogo contribuyen el panel de instrumentos completamente horizontal, compuesto por dos pantallas de 12’5 pulgadas y de color claro, en lugar de los tonos oscuros acostumbrados, para generar una atmósfera luminosa y acogedora. Por aliviar la visión del conductor, se ha decidido incluso suprimir el logo de la marca del centro del volante.
Como modelo que por razón de su tecnología de propulsión abandera la política de sostenibilidad de Hyundai, el Ioniq 5 emplea con profusión materiales reciclados y/o de bajo impacto ambiental, como el Bio-PET, las botellas de plástico recicladas, lana auténtica, piel ecológica en los acabados del interior, nailon regenerado en las alfombrillas y plástico ecológico termoplástico (Paperette) para los revestimientos de las puertas.
Variedad de motores, baterías y tipos de tracción
En cuestión mecánica, el coche se puede adquirir con una batería estándar de 58 kWh, asociada a un motor eléctrico trasero de 125 kW/170 CV, o bien con otra de 73 kWh. En este segundo caso, se puede optar por un propulsor trasero de 160 kW/218 CV o por una configuración de tracción a las cuatro ruedas gracias a la incorporación de dos motores eléctricos, uno en cada eje, que rinden en conjunto 225 kW/306 CV.
Las versiones con batería de 73 kWh y tracción trasera son las que consiguen una mayor autonomía, de 481 kilómetros en ciclo combinado WLTP y hasta 686 en conducción exclusivamente urbana.
Como el Kia EV6, el Ioniq 5 cuenta con carga ultrarrápida de 800 V con la que se recupera el 80% de la capacidad de la batería en 18 minutos, así como 100 km en 5 minutos. También está preparado para utilizar su energía acumulada para cargar un dron, una bicicleta eléctrica u otro vehículo.
Por último, puede incorporar un cargador solar en el techo que le otorga alrededor de 1.500 kilómetros de autonomía anuales. Y, a diferencia del modelo de Kia, el de Hyundai sí lleva bomba de calor, salvo en las versiones más básicas.
Los servicios conectados BlueLink comprenden, al tratarse de un coche eléctrico, información sobre el estado de la batería, programación de la carga y búsqueda de puntos de recarga, entre otras funcionalidades.
En cuanto al equipamiento de seguridad, son novedad en el Ioniq 5 el asistente de conducción semiautónoma en carretera, capaz de cambiar de carril sin intervención del conductor, y el asistente para evitar colisiones frontales, incluidas las que pueden acontecer en cruces.
Hyundai España inaugura con este modelo una gama que se compone de tres nuevos acabados: Light, Star y Energy. Con base en ella ha establecido una horquilla de precios comprendida entre los 43.620 euros del modelo con batería de 58 kWh y motor de 170 CV en versión básica y los 59.020 euros que cuesta el de 306 CV, batería de 73 kWh y tracción total. Las ayudas del Moves III y los descuentos de la marca permiten rebajar estas cifras en un montante que supera los 7.000 euros.