Las marcas asiáticas coparán el 30% del mercado español en 2030
Los fabricantes asiáticos de vehículos tienen cada vez más peso en el mercado español. De acuerdo con un estudio realizado por la consultora MSI para la Asociación Nacional de Vendedores de Vehículos (Ganvam), para el año 2025 los coches provenientes de China, India, Japón, Corea y Rusia representarán el 27,5% del mercado nacional, y para 2030 coparán nada menos que el 29,5%. Por el contrario, las marcas europeas perderán protagonismo de forma progresiva a nivel nacional, pasando de suponer el 67,7% del total en 2025 al 65,6% cinco años más tarde.
Todas ellas son cifras que muestran la importancia de la llegada de estos actores -algunos recién aterrizados y otros que llevan ya presentes algunas décadas- a nuestro campo de juego. Este desembarco ha sido uno de los temas centrales de la tercera edición de eXpo Ganvam, celebrada recientemente en el recinto ferial de Ifema, en Madrid. En el encuentro, que reunió a más de un millar de profesionales del sector de la distribución y reparación de vehículos, se analizó el impacto que tienen y tendrán en los próximos años las marcas de coches asiáticas en nuestro país.
El estudio se refiere tanto a firmas como las coreanas Hyundai y Kia, que llevan ya años asentadas en España, como a las chinas que están llegando en aluvión en los últimos tiempos. De estas, la que está disfrutando de mayor éxito comercial es MG, la histórica marca británica que es ahora propiedad del grupo chino Saic, cuya cuota de mercado en el primer trimestre del año ascendió hasta el 12,2% en el canal de particulares dentro del mercado eléctrico en España.
Otro actor muy relevante es BYD, unas siglas poco conocidas todavía en nuestro país pero que corresponden al segundo mayor fabricante de vehículos enchufables de todo el mundo. En menos de un año desde el comienzo de su actividad en el Viejo Continente, ha puesto ya a la venta cinco modelos enteramente eléctricos: dos berlinas, el Han y el Seal; dos SUV, el Tang y el Atto 3, y un coche compacto como el Dolphin.
Los datos de MSI muestran que el peso de las marcas de coches asiáticas también crecerá en el resto de Europa, aunque en menor proporción que en España. Para el año 2025 acapararán el 20,7% del mercado, mientras que antes de que termine 2030 alcanzarán el 23,5%. En las cinco principales economías de Europa (Alemania, Francia, Italia, Reino Unido y España), las firmas locales también irán perdiendo fuerza al pasar del 70% del pastel en 2025 al 67,6% un lustro más adelante.
Facilidades para los modelos chinos
“En el caso de Europa, y España en particular, se da una circunstancia muy favorable al vehículo asiático, especialmente al chino: la legislación actual incentiva el coche eléctrico, y China es el mayor fabricante de vehículos eléctricos y el mayor productor de baterías del mundo. Es decir, no solo se eliminan de golpe las barreras tecnológicas europeas al coche chino, sino que tienen una ventaja competitiva porque llevan mucho tiempo fabricando coches eléctricos y lo hacen muy bien”, ha asegurado al respecto Diego Gutiérrez-Colomer, uno de los mayores expertos en el mercado asiático dentro del sector de la automoción, que participó en eXpo Ganvam 2023.
Si bien las cifras son llamativas por lo que se refiere a España y Europa, lo son más aún más a nivel mundial. El estudio prevé que para 2025 las marcas asiáticas ocupen el 51,7% del mercado global de coches, un registro que escalará al 52,6% en 2030.
“Entre las causas del éxito de este tipo de vehículos está su bajo precio, la calidad del producto, que cada vez es mejor, así como una amplia oferta de modelos. De hecho, de aquí a 2025, tan solo las marcas chinas contarán con más de 40 modelos en el mercado español”, agregó en la cita Raúl Palacios, presidente de Ganvam.
Acerca de las facilidades que han encontrado las marcas chinas para desplegarse en territorio europeo, conviene recordar que la Comisión Europea ha abierto una investigación para determinar si existen “prácticas desleales” en un mercado “inundado por vehículos eléctricos cuyo precio se mantiene artificialmente bajo por los enormes subsidios estatales”, según desveló la presidenta comunitaria, Ursula von der Leyen, en su último discurso del Estado de la Unión Europea, el pasado 13 de septiembre.
