Llegó el mes de abril y con él, un año más los gitanos y gitanas de todos los rincones del mundo celebramos el 8 de abril, el Día Internacional del Pueblo Gitano. Un día de conmemoración, de reconocimiento y de reivindicación de un pueblo presente, con historia y con numerosas contribuciones al desarrollo cultural, artístico, social, económico y político de nuestro país.
El 8 de abril es una fecha muy señalada para el Pueblo Gitano, ya que recuerda aquel Primer Congreso Mundial Gitano celebrado en Londres entre el 8 y el 12 de abril de 1971, en el que se adoptaron decisiones de gran calado para todo un pueblo, el reconocimiento de los símbolos propios del Pueblo Gitano:
- La bandera romaní (gitana) diseñada con una franja de color azul y otra franja de color verde que de manera simbólica refleja el cielo y el campo, con una rueda de carro roja en la parte central que simboliza la libertad y el camino del Pueblo Gitano desde la India.
- Además, se declaró el 'Gelem, Gelem' (Anduve, anduve) como el Himno Internacional del Pueblo Gitano.
El himno fue compuesto por el romà yugoslavo Jarko Jovanovick a partir de una canción popular gitana de los países de la Europa del Este. El himno recuerda a todas aquellos gitanos y gitanas víctimas del nazismo, sus versos están inspirados y su letra recuerda un momento crucial en la historia: el genocidio nazi hacia el pueblo gitano, con la persecución y el exterminio de más de medio millón de personas gitanas, así como la reclusión en los campos de concentración nazis durante la Segunda Guerra Mundial y la encarcelación de muchas personas gitanas.
En España nos tenemos que retrotraer al año 2018, dado que fue en ese tiempo cuando a instancia del Congreso de los Diputados, tuvo lugar el reconocimiento del 8 de abril como Día del Pueblo Gitano, así como el uso del himno 'Gelem, gelem' y la bandera gitana.
Recordamos también con entusiasmo, el 4º Congreso Internacional del Pueblo Gitano que tuvo lugar en Serock (Polonia) en el año 1990 en donde también se proclamó la conmemoración del día con la conocida 'Ceremonia del Río' en donde de manera simbólica se arrojan pétalos de flores en las orillas de los ríos, simbolizando la diáspora del Pueblo Gitano.
Tras arrojar los pétalos la ceremonia continua con el encendido de velas en memoria de las victimas gitanas del Holocausto nazi.
Todo ello converge en la celebración de este día, en donde año tras año se suman más instituciones y personas en un gesto de reconocimiento a una identidad cultural y a una historia y cultura apenas conocida por la mayoría de nuestra sociedad.
Este día es propicio también para el reconocimiento de nuestro pueblo desde la toma de conciencia de la situación de desigualdad que aún hoy siguen protagonizando cientos de personas gitanas en nuestro país y a lo largo y ancho del planeta.
Si bien es cierto, que se han producido avances en la última década en lo que a inclusión y reconocimiento del Pueblo Gitano se refiere, los gitanos y las gitanas seguimos viviendo situaciones de desigualdad y discriminación estructural que dificultan gravemente el disfrute de derechos fundamentales: como el acceso al empleo en condiciones de igualdad, una educación de calidad, una vivienda digna o el derecho a la no discriminación, elementales, no… yo diría que esenciales para que cualquier persona pueda tener la oportunidad de disfrutar de unas condiciones de vida dignas.
Reclamos que se agudizan mucho más en el caso de las mujeres y niñas gitanas, en donde la brecha de desigualdad se acentúa hirientemente, por nuestra condición de mujeres en una sociedad patriarcal en la que las violencias hacia las mujeres y jóvenes no desaparecen y también por nuestra condición de gitanas, en donde todavía una gran parte de la sociedad nos sigue anclando en una imagen estereotipada y prejuiciosa que no muestra nuestra gran diversidad.
Somos mujeres gitanas profesionales, estudiantes, somos universitarias, somos madres, somos vecinas, somos feministas, somos políticas, somos emprendedoras y defensoras de la igualdad de oportunidades. Pero todas estas versiones de nosotras mismas, parecen desmoronarse cuando prevalecen los clichés y se ofrece así una imagen homogeneizada del Pueblo Gitano.
El acceso a los derechos fundamentales pasa por hablar del antigitanismo que actualmente seguimos padeciendo las personas gitanas, ponerlo encima de la mesa como factor de desigualdad, permite reconocer la discriminación histórica que ha sufrido el Pueblo Gitano, pero también permite mostrar todas aquellas situaciones que a veces pasan desapercibidas para el resto de la sociedad, pero que atraviesan la vida de las personas gitanas y de forma específica de las mujeres gitanas también, en los supermercados cuando vamos hacer la compra, en los centros comerciales cuando nos entretenemos mirando escaparates, en las escuelas, cuando buscamos trabajo o cuando queremos acceder a una vivienda, cuando no te contratan para trabajar o no te alquilan vivienda por tu apellido.
Es por todo ello, que este año el 8 de abril es motivo especial de celebración, aunque una celebración un tanto agridulce. Por un lado, celebramos las iniciativas que han visto la luz en los últimos meses y dibujan un futuro esperanzador para nuestra sociedad: el pasado mes de noviembre se aprobó la nueva Estrategia Nacional de Igualdad, Inclusión y Participación del Pueblo Gitano 2021-2030, un marco político que nace de la necesidad de dar respuesta a la situación de desigualdad y discriminación del Pueblo Gitano. Y que ahora nos deja la tarea aquí, en la Región de Murcia, de articularla, diseñarla y ponerla en marcha construyendo las alianzas necesarias para que dé respuesta a la situación de la comunidad gitana vecina de la región.
De igual manera, es un día para celebrar como sociedad la puesta en marcha de la Subcomisión para el estudio de un Pacto de Estado contra el Antigitanismo y la Inclusión del Pueblo Gitano en el Congreso de los Diputados, sin duda son grandes hitos que permitirán avanzar en la igualdad, inclusión y participación del Pueblo Gitano.
Me refería a la celebración de este día y la definía como agridulce, por el terrible escenario de conflicto internacional que se está sucediendo tras la invasión rusa de Ucrania. Es por ello que este 8 de abril estará marcado por el homenaje a todas las víctimas de esta guerra y especialmente a la comunidad gitana ucraniana, que una vez más ante las situaciones de graves crisis, tienen mayor dificultad, como todas aquellas personas que se encuentran en una posición de mayor vulnerabilidad.
Este es un 8 de abril cargado de solidaridad con todas las víctimas, así como con el pueblo gitano ucraniano y un llamado a los valores democráticos y de cohesión social para el conjunto de la sociedad.
Me despido con un deseo para compartir que el contexto actual de dificultades (guerra, crisis, pandemia…) no supongan un retroceso en la garantía de derechos y oportunidades para el pueblo gitano español y europeo.
Opre Roma, Opre Romnia
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