'Patrulla Animal' es un espacio coordinado por Elisa Reche en el eldiario.es Murcia, para defender los derechos de los animales como seres sintientes.
¿Qué hacer cuando un agente no actúa en casos de protección animal?
Es muy triste que en pleno año 2019 aún exista desconocimiento por parte de algunos agentes de policía local (afortunadamente, no todos) en materia de protección animal. De ahí, la necesidad de que los agentes de la autoridad se formen en Derecho Animal.
De forma asidua me llegan emails a través de mi web www.deanimals.com de ciudadanos molestos porque agentes de la policía local no han atendido sus peticiones de auxilio ante casos de abandono o maltrato de animales y, sobre todo, porque les han atendido con falta de respeto. Son muchos los casos en los que los ciudadanos quieren denunciar a agentes de la autoridad porque estos no actúan correctamente en casos de maltrato animal.
Por desgracia, yo también he sido víctima de esa situación en más de una ocasión. Sin ir más lejos, el sábado pasado salí a darme un paseo en bicicleta por el río -quería tomar el sol, relajarme un poquito- además de que llevaba varios meses sin coger la bicicleta y era `mi momento´.
Cuando llevaba media horica paseando en bicicleta por el río vi una cosa peluda de cuatro patas y pensé: “No puede ser un perro abandonado o extravíado, debe de estar su propietario cerca...”. Desafortunadamente, no había ninguna persona cerca de él, a pesar de que no paraban de pasar personas haciendo deporte por esa zona.
El perro estaba deambulando solo. Se trataba de un perro adulto, macho, mestizo de labrador, tranquilo, que llevaba dos collares, uno antiparasitario y otro normal. Además no se mostraba miedoso ni agresivo, lo que me hizo sospechar que pudiera haberse extravíado, aunque también podía haber sido abandonado.
En cuanto me cercioré de que estaba solo, interrumpí mi paseo en bicicleta y llamé a la Policía Local de la zona para pedir auxilio para que enviaran a un agente o alguien del Ayuntamiento para pasarle un lector de microchip ya que yo iba en bicicleta, estaba muy lejos de zona urbana y no tenía nada para cogerlo. Además de que el carril bici del río estaba lleno de gente paseando, corriendo, en patines y en bicicleta, por lo que si el perro se cruzara entre los deportistas podría provocar un accidente.
El agente que me atendió por teléfono, en un tono grosero y mal educado, me respondió lo siguiente: “No hay nadie que pueda ir, estamos con una carrera qué es más importante”. Ante su actitud maleducada, le pedí su número de agente. No me lo quería dar y se lo tuve que pedir hasta en tres ocasiones. A la tercera vez por fin me lo dió y después me colgó el teléfono.
Nada más colgarme el teléfono el agente, pasó una pareja en bicicleta con su perrita al lado y el perro que estaba solo se acercó hacia ella de forma inesperada cruzándose enmedio de las dos bicicletas, de forma que ambos ciclistas se cayeron y el chico se lesionó en el hombro tras la caída.
Llamé de nuevo a la Policía Local y no me cogieron el teléfono, por lo que llamé al 112, teléfono en el que se registran las llamadas y el contenido de las mismas y les conté lo ocurrido anteriormente con la llamada anterior y la mecánica del accidente. Desde el 112 avisaron a la Policía Local para que se personaran en la zona de inmediato.
Afortunadamente el ciclista no necesitó ayuda de los servicios médicos y no le pasó nada grave, solo tenía una herida leve superficial y unos pocos moratones, mientras que la chica no se hizo daño ni su perrita tampoco.
El perro que deambulaba tampoco resultó herido. La pareja que iba en bicicleta cogió la cadena de su perrita y ataron al perro para que no provocase más accidentes.
Este perro tenía microchip, su propietario fue localizado rápidamente nada más llamarlo. Se hallaba de viaje en ese momento y le habían entrado a robar a su casa, de ahí que su perro se hallara deambulando solo. Un chico y yo llevamos al perro al veterinario de la zona, donde resulta que además lo conocían porque era cliente. El perro se llamaba Hakiro y tenía diez años.
Respecto al agente que me colgó el teléfono he de decir que no me genera rabia ni enfado, sino pena y tristeza. Es un poco desagradable que un agente esté tan poco preparado, que tenga esa falta de educación, que lleve un uniforme y que cobre un sueldo que pagamos todos los ciudadanos con nuestros impuestos.
En breve presentaré por escrito una queja formal en el Ayuntamiento relatando todos estos hechos. No voy a pedir que lo sancionen, pero sí que le den formación en educación, atención y trato ético al ciudadano, así como que le enseñen a actuar en casos de animales que deambulen sueltos. Igualmente, recomendaré al consistorio que forme a sus agentes en materia de protocolos de actuación en casos de animales abandonados o extraviados para evitar en lo sucesivo más incidentes como el que he comentado.
Si eres un ciudadano y te encuentras a un animal recuerda que puedes llamar al 112, grabarán el aviso y ellos alertarán a la Policía Local de la zona si es urbana. Y si eres un agente de la autoridad, recuerda que hay que tratar a los ciudadanos con respeto y educación. Y si por un casual no hay efectivos puedes ser amable, explicarlo y ofrecer alternativas al ciudadano, como decirle que intente coger al perro y llevarlo al veterinario o que intente localizar a una protectora de animales o que llame al 112. Pero nunca le cuelgues el teléfono ni le faltes al respeto porque podrás ser denunciado por no actuar cuando tienes conocimiento de un delito de carácter público o puede que incluso te pueden abrir un expediente disciplinario.
Afortunadamente, conozco a muchos agentes de policía local muy implicados en la protección animal y no todos ellos actúan como en el caso que he contado.
0