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Villegas salva la encuesta del CEMOP y Ciudadanos se vuelve cada vez más irrelevante

PP, Cs y VOX superan el debate a la totalidad de los presupuestos autonómicos

Julio López Guillén

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Publicado el estudio del CEMOP se puede estimar que la única sorpresa reseñable es la valoración de la situación política. Con el desastre al que nos ha llevado la pandemia tan solo un 22% señalan que es mala frente al 39% de octubre de 2019, en pleno ciclo electoral con la repetición de las generales a la vuelta de la esquina. La única explicación posible, y que el estudio no pregunta, es por qué los encuestados hayan decidido unilateralmente desligar “situación política” de “enfrentamiento público” sin acertar a identificar que esta crisis sanitaria y económica ha dejado al descubierto las vergüenzas de unos servicios públicos esquilmados tras años de recortes.

Se puede señalar sin llamarse a equívoco que la espectacular subida en apoyos tanto de popularidad de Fernando López y por extensión del PP, se debe casi en exclusiva al rol que ha jugado el Consejero de Sanidad, Manuel Villegas, que se ha alejado en todo momento de cualquier tipo de polémica pública y que, en ningún momento, ha secundado las acusaciones y confrontaciones, que tanto el PP como Ciudadanos, han publicado desde el inicio del estado de alarma. Ese papel de formación técnica aportando información y diligencia ya lo explicamos en este medio cuando analizamos el nuevo discurso público que nos espera en la era post-COVID19.

Que el primer partido de la Región de Murcia, el PSOE, haya perdido en esta foto tan solo dos escaños de los 17 que mantiene en la cámara autonómica, no puede más que atribuirse a una política de contacto directo con amplias capas de la población y las comparecencias continuas de todos los miembros del Gobierno, así como al despliegue realizado por los responsables regionales que varias veces al día explican, con mayor o menor acierto, las medidas que se van implementando.

Como para todas las encuestas para la atribución de resultados electorales hay que tener en cuenta los factores denominados “ambientales” y que en el caso de la Región de Murcia son fundamentalmente dos: en el tiempo de realización de este barómetro de primavera del CEMOP, del 20 al 29 de abril, íbamos descendiendo de los 400 a los poco más de 300 fallecidos en toda España, pero la población ya había tenido un tiempo para retener la cifra de más de 900 decesos casi diarios que nos precedían. Coincide, por tanto, este barómetro con el resto de muestras demoscópicas publicadas en las últimas semanas, en las que hemos podido observar cierto desgaste al principal partido del Gobierno central, aunque éste no se corresponda con los feroces ataques que realiza la oposición de derechas. De hecho, en las valoraciones de sus líderes, éstos, salen peor parados que los actuales gestores de la Administración General del Estado. Mucho tiene que ver que tampoco se haya ofrecido alternativa a los planes del ejecutivo nacional.

El segundo factor ambiental para los resultados es la parálisis legislativa que sufre la Región de Murcia, sumergida en un gobierno de cohabitación, que no de coalición, que va a polémica por semana y cuyos consejeros no dudan en contradecirse unos a otros en función del partido al que pertenezcan. El concurso de La7, el decreto del Mar Menor, la censura homofóbica y otros que han protagonizado la inacción de Gobierno de Fernando López calan en la población y les hace llegar que del Gobierno desde San Esteban no se puede esperar una ingente labor que resuelva los problemas reales de la ciudadanía. Menos aún cuando las banderas que se exhiben de manera continua siguen siendo las mismas que hace 20 años: Madrid nos odia y nos maltrata en los presupuestos, los socialistas nos roban el agua y tenemos un proyecto novedoso para salvar a la Región (Contentpolis, Formula1, Aeropuerto, etc…) que si luego no funciona no será culpa nuestra.

Así pues, en esta vorágine que, por desgracia, nos ha tocado vivir a todos, que el principal partido pierda en una foto fija la cifra de dos escaños y un punto y medio (con un margen de error de 3.5) con respecto a los resultados de las anteriores autonómicas no es significativo de un creciente desgaste.

Por el contrario sí habrá que estudiar la tendencia, si se marca, a largo plazo. Pasado el verano de este 2020, cuando tengamos los resultados parciales de las primeras medidas sociosanitarias y económicas del Gobierno será el momento de establecer una evaluación más precisa, pero sobre todo tendremos que ver cual es la respuesta de la ciudadanía a los Presupuestos Generales de 2021, llamados a ser el inicio de la “reconstrucción” del tejido productivo y del afianzamiento de las nuevas políticas que nos deben llevar a converger con la Europa más avanzada, esto es, digitalización de la economía y transición ecológica.

Rebaja de las expectativas electorales de Ciudadanos

Los efectos de este estudio, que ya desde hace tiempo señalamos desde eldiario.es de la Región, rebaja aún más las expectativas electorales de Ciudadanos en unas eventuales elecciones autonómicas y lo sitúa ante la posibilidad de cambiar las alianzas de gobierno, no sólo en la Región de Murcia, para los tres años que quedan de legislatura o, de seguir en la senda actual, abocarse a la irrelevancia parlamentaria. Por el momento, tras las declaraciones de Inés Arrimadas en las que descarta ese cambio de alianzas y las declaraciones de la portavoz del Gobierno murciano, Ana Martínez, negando que su partido vaya a tener ningún liderazgo (ninguneando a la vicepresidenta Isabel Franco), no parece que se vayan a producir decisiones al respecto.

En esos efectos hay que apuntar también el doble trasvase de votos que se produce en el bloque de la derecha, que también se advierte en los demás estudios publicados. Ante la deriva del partido del fascismo, los votantes conservadores vuelven en parte al Partido Popular. Algo parecido pasó en la repetición electoral de 2019, cuando el clima dialéctico era mucho más fuerte (como indica el propio dato del CEMOP) y el trasvase de votos fue doble, desde Ciudadanos al PP para evitar una victoria de la izquierda y desde el PP al fascismo para sostener el discurso de Abascal.

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