En este espacio recogeremos rincones insólitos de la Región de Murcia en donde pasar un día entero disfrutando de su variedad gastronómica, fiestas, paisajes e historia.
Alhama: 2000 años de historia al alcance de la mano
Pocas ciudades en el mundo pueden presumir de tener vestigios de dos mil años de su historia en apenas veinte hectáreas de terreno, que son las que configuran desde su Castillo hasta sus espectaculares Termas Romanas.
Conocer la ciudad de Alhama (vocablo árabe hammam: baños), en profundidad, es conocer la historia de esta Región. La mejor manera es ponerte en contacto con la oficina de turismo, que os informarán detalladamente de las interesantes iniciativas que tienen puestas en marcha para sumergirte en un destino turístico que está llamado a convertirse en un referente regional, sobre todo, si siguen trabajando en un producto conjunto y diferenciado, junto a Librilla y Totana, con una columna vertebral que les une: Sierra Espuña.
Fina, la responsable de la oficina de turismo (encontrar gente que ama su trabajo es un lujo), o su compañero Enrique, te indicarán, dependiendo del tiempo que se dispone para visitar este destino turístico, cual es la mejor manera de conocerla. Te recomiendo que la inicies enfrente de la propia oficina de turismo, en su Mercado de Abastos, donde podrás comprobar que algo está cambiando en la sociedad de consumo, donde se mezclan lo clásico con lo innovador, donde se marida perfectamente el pasado con el futuro.
No se vaya sin probar o comprar un trozo de Torta de Sardina en el puesto de Rosi, que va por la quinta generación al frente de este negocio. Saborée la Torta de Chicharrones en el establecimiento Carreño, donde Pura y sus hijos siguen trabajando artesanalmente, y en este mismo Mercado, también podrás comprobar como los productos naturales o la agricultura ecológica sigue ganando adeptos.
‘Verdiana’, regentado por Ana, lleva siete años fomentando y apostando por los productos ecológicos y de proximidad, y es que el agroturismo, se está convirtiendo no solo en una apuesta segura, sino que en el corazón de la Región, un buen puñado de agricultoras, ganaderas, apicultoras, asociaciones locales, junto a una pequeña parte de la administración, a través de la Red Agroeconatura 2020, están consiguiendo poner en valor este territorio, apostando por hacer de la necesidad virtud.
Antes de iniciar un día intenso, en la Plaza del Ayuntamiento, donde las cafeterías te rodean de norte a sur y de lado a lado, nos tomamos un café. Aquí se suma a nuestro encuentro Pepe Baños, Arqueólogo y Técnico del Ayuntamiento, junto a Leticia y Maria José, dos de sus concejalas que tienen la cabeza llenas de ideas y propuestas, de proyectos y sueños. Lástima que los presupuestos no estén a la altura de sus pretensiones, y es aquí donde mi memoria me lleva a los millones y millones de euros despilfarrados a manos llenas, como los auditorios de Cehegín o Caravaca, por poner dos ejemplos, y uno se pregunta: ¿Qué harían estas dos concejalas, o muchas otras, si les pusieran solo en sus manos el 10% del dinero tirado por la alcantarilla del olvido, un millón de euros?
No quiero enfadarme, he venido a disfrutar y me entrego a la memoria y el conocimiento de Pepe Baños, estamos frente al Jardín de la Cubana, y mientras me cuenta la historia de Lorenzo Rubio y Emilia Arias (La Cubana), y todo su conglomerado empresarial y social, ‘Piensa Miguel, me dice Pepe, que sus empleados tenían Seguridad Social, y estamos hablando de 1914, era un empresario que sin duda se preocupaba por temas más allá de lo estrictamente laboral'.
Leticia, la concejala de Turismo y ex Juez de Paz, castellonense de nacimiento pero que ha encontrado en Alhama un lugar donde quedarse a ver pasar la vida, me cuenta con cierto brillo en los ojos, el proyecto para hacer del Jardín de La Cubana, el gran pulmón verde de la ciudad, y es que cerca de trece mil metros cuadrados, están esperando con los brazos abiertos a ser remodelados y convertidos en un espacio singular.
De aquí nos dirigimos a una de sus joyas, su Museo Arqueológico Los Baños, donde Elena e Isabel, dos ejemplos de que turismo y cualificación técnica es la línea a seguir, serán las encargadas de mostrarte no solo sus Termas Romanas o sus Baños Islámicos, sino trasladarte dos mil años atrás. Aquí sin duda, lo mejor es avisar para realizar una visita guiada y saborear desde su Sala Abovedada para mujeres, hasta sus Bañeras de Mármol traídas desde Macael. No olvides, como indicaba la placa de mármol que había en la entrada cuando este lugar se convirtió en Hotel Balneario y que hoy sigue dando la bienvenida al Museo: ‘Para la salud de los enfermos y el recreo de los sanos’.
El Museo se encuentra en la misma falda de su Castillo, una lástima que la cascada de agua que recreaba como era en la antigüedad en su jardín, por motivos de filtraciones no esté de manera permanente, de aquí en apenas diez minutos, nos adentraremos en el Gran Centinela del Valle del Guadalentín: Su Castillo.
Aquí lo mejor, es dejarse seducir por los técnicos de turismo, que te explicarán paso a paso, escalón a escalón, como fue la vida y la historia de esta ciudad entre los siglos XI al XVI. Yo he tenido la suerte de que Pepe Baños aceptara llegar hasta la Torre del Homenaje. 23 metros de altura, donde en su interior, podremos ver su decoración en la planta baja, donde una figura humana, con una fuente a la derecha y un cáliz a la izquierda nos reciben con ganas de seguir contándote historias.
Antes de dirigirnos en coche a las pedanías de Gebas y El Berro, donde Andrés García Lara y Manolo Gambín, historia viva y llena de recuerdos y anécdotas de este lugar, donde la aridez y la belleza han decidido quedarse a vivir, Pepe Baños me lleva a visitar El Pósito municipal, ‘hasta tres llegó a tener Alhama’, me dice, hoy este ‘almacén’, sirve de sala de exposiciones, aunque sin duda, su futuro está en convertirlo en la Casa Museo de sus Fiestas de Los Mayos, fiestas de interés turístico nacional.
Antes de tomar dirección a la ‘Murcia Vaciada’, les pregunto por Los Mayos, sus miradas se acentúan y brillan, me hablan sin parar, de pronto, empiezo a ver pasar por mi imaginación ‘peleles’, ‘corremayos’, ‘arlequines’, todo ellos envueltos en un libro cuentos de esos que cuando los abres se despliegan y suena la música, este año, acepto la invitación de Pepe y allí estaré.
La carretera que une Alhama con Gebas y El Berro, es un ejemplo vivo de incompetencia, olvido y negligencia por parte de a quien competa su mantenimiento y arreglo. ¿Cómo no va a estar vaciándose la España interior si nosotros mismos ponemos piedras en los caminos?.
Mientras esta carretera esté llena de baches e ineptos, la puesta en valor de sus potentes recursos naturales, será muy difícil y complicado, y es que ver como quien tiene que remar en la misma dirección se dedica soplar en contra, es a veces desolador, por eso, las personas que siguen empeñadas en avanzar en conjunto, se merecen algo más que este pequeño artículo.
Llegamos a El Berro, tras una media hora en coche, allí su Alcalde Pedáneo, José, y Andrés, responsable de Bajo el Cejo, me cuenta su proyecto, que es un camino conjunto de mucha gente, su establecimiento rezuma algo más que paz, es de esos lugares que alguien consigue que los minutos tengan sesenta segundos.
Tenemos sin saberlo muchos amigos y conocidos en común, y es que Alhama, como Murcia, sigue siendo un pequeño rincón del sureste español.
Ya estamos tocando el final de la jornada, y en El Mirador nos espera Bernardo, un enamorado de su tierra, y que lo intenta mostrar a base de recetas antiguas y tan simples como buenas. Sus patatas con ajo ‘las nuestras’, son una delicia, no ha variado un ápice de la receta de su madre, la Sra. Juana, igual que sus migas de harina, obra de su padre, reconozco que hacía tiempo no probaba unas migas tan exquisitas como suaves. Nos trae un vino de Jumilla bajo el nombre Malatierra, cuya etiqueta es el embalse que duerme cada noche en este paisaje lunar que vamos a ver.
Manolo Gambín y el nuevo pedáneo, un inglés al que todo el mundo llama Juan Pablo, están esperando en el Club Social, su atención y su predisposición es absoluta, tanta que creo que deberían nombrarlos Guías Oficiales, pues para conocer Gebas, qué mejor que visitarlo con la historia viva de la ciudad. Me llevan hasta el mirador, y vuelvo a decir lo mismo que cuando visité Librilla, ¿Algún día las autoridades turísticas serán conscientes de lo que tienen entre manos?, por las inversiones y proyectos que hacen, me temo que no.
Ya de vuelta, le pido a Fina un último favor, ¿Qué me calle?, me dice sonriendo, ‘es que hablo mucho’.
No, que va, al contrario, ¿Dime un día de semana santa para venir a Alhama, uno solo?
Domingo de Resurrección, hay que sentirlo y vivirlo al menos una vez en la vida.
Ha sido un placer. Nos vemos en mayo.
Imprescindible
Fiestas de Los Mayos.
Museo Arqueológico Los Baños
Barranco de Gebas (embalse de Algeciras)
Castillo de Alhama
Donde Comer
El Chaleco. Maria del Mar y Ginés han conseguido marcar un estilo propio
El Mirador. Gebas. Sus migas exquisitas
El Berro: Rest. La Parra, Rest. Sierra Espuña (no te olvides comprar un Pan de El Berro)
Los Bartolos
El Rincón
En la oficina de turismo te informarán detalladamente
Donde dormir
Hay varios sitios con encanto en toda la zona. Desde La Santa de Totana hasta Bajo el Cejo en El Berro, pasando por la Hospedería de Casas Nuevas. Lo mejor, es contactar con la oficina de turismo donde te informarán de su oferta hotelera y de casas rurales.
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