Has elegido la edición de . Verás las noticias de esta portada en el módulo de ediciones locales de la home de elDiario.es.

Una campaña para hacer visible la transexualidad infantil termina acusada de corrupción de menores

Imagen de la campaña de Chrysallis

N. Elia

“Hay niñas con pene y niños con vulva. Así de sencillo”. El lema de la campaña para dar visibilidad a la transexualidad infantil aparece impreso sobre un dibujo en el que se ven cuatro pequeños, dos niñas y dos niños, corriendo desnudos. El sector más conservador de la sociedad navarra ha dado la voz de alarma entre los suyos y las fotografías circularon por varios grupos de Whatsapp y Telegram de padres de diferentes colegios, siempre en tono de denuncia. “¡Esto en Pamplona!”, junto con la foto del cartel colocado en una marquesina de autobús, se quejaba un padre. “¿Qué más van a enseñar a nuestros hijos?”, preguntaba una madre con emoticonos de terror en su mensaje. Los espacios publicitarios contratados en Pamplona por la Asociación Crysallis para divulgar su campaña han aparecido estos días manchados por pintadas: Dos tachones sobre las palabras “pene” y “vulva” y un gran “kanpora” (fuera) atravesando todo el cartel.

Pero las pintadas no han sido el único sabotaje hacia la campaña. La asociación Centro Jurídico Tomás Moro, responsable entre otras de las denuncias contra Rita Maestre o contra la peña Mutiko Alaiak (por exhibir en su pancarta sanferminera la imagen de un Jesucristo saludando con el brazo en alto al estilo fascista), acaba de emprender también acciones legales contra la campaña sobre la transexualidad infantil organizada por Crysallis. Sin paños calientes, la considera “corrupción de menores”.

En una petición on line al Fiscal de Menores del País Vasco (en cuyas capitales también se está desarrollando la campaña), esta asociación ultra católica denuncia que “en dichos carteles se aprecia la imagen de varios niños y niñas desnudos mostrando sus atributos sexuales. Es evidente que campañas como ésta no sólo atentan a la ciencia, sino que suponen un verdadero acto de corrupción de menores”.

La asociación considera que la transexualidad entre los menores de edad es “estadísticamente inexistente”, pero que con campañas como la que denuncia “se fomenta entre los menores determinadas conductas sexuales no acordes con su edad”. Así que piden firmas (el primer día sumaron más de 5.000) para que se eliminen los carteles, se “esclarezca la autoría y financiación de los mismos” y se lleve ante los tribunales a los responsables del delito de corrupción de menores que se está llevando a cabo, asegura la asociación, “con total impunidad y ante la pasividad de los poderes públicos”.

Además, la campaña sufrió en un primer momento la censura para su difusión por parte de Facebook, que recurrió a sus normas sobre exhibición de cuerpos desnudos para prohibir que la imagen se reprodujera a través de su red social, aunque la compañía finalmente se retractó y, después de estudiar el objetivo de la campaña, permitió su difusión.

Desde la Asociación Crysallis de Euskalherria, organizadora de la campaña para dar visibilidad a la transexualidad infantil, prefieren quedarse “con lo positivo” de la polémica que se ha originado en Pamplona. “Lo decimos en los carteles, la transexualidad infantil existe, hablemos de ello”. Sin entrar a responder directamente a la entidad ultracatólica que les acusa de corrupción de menores, en Crysallis precisan que su asociación da cobijo a “familias de todas las sensibilidades políticas y religiosas” en su objetivo de “hacer visible que la transexualidad infantil existe, y que hay muchos niños que sufren a diario porque esta realidad se intenta ocultar”.

El departamento de Educación del Gobierno foral intervino el año pasado en 8 casos de escolares menores de edad que quisieron afrontar su transexualidad y presentarse ante sus familias, sus compañeros de clase y la sociedad como lo que son, chicos con vulva y chicas con pene. Algunos de estos casos se produjeron en centros de educación religiosos, y desde el Gobierno aseguran que la aplicación del protocolo no registró diferencias entre unos centros y otros. Normalmente, es el centro quien se pone en contacto con el Gobierno cuando se detecta un caso, y Educación pone en marcha el protocolo establecido para acompañar y respaldar al menor, en el que están involucrados diversos departamentos, como el de Salud, y en el que también participa y asesora la asociación Crysallis.

Su presidente, el sexólogo Aingeru Mayor, presentó recientemente en Pamplona el libro sobre la diversidad sexual en la infancia “Niñas y niños”. Mayor, padre de una niña que en su día creyeron niño, presentó el libro acompañado del navarro Carlos Echenique, que ha vivido la misma experiencia que Mayor con su hijo de 5 años, al que hasta hace pocos meses trataban como a una niña. Durante la presentación, Mayor expuso que “la sexualidad está en el cerebro, no en los genitales”. Y comentó que, cuando habla de este asunto, tiene la sensación de estar contando “obviedades”. Todas las personas, mantiene Mayor, “tenemos elementos de ambos sexos, compartimos características. Lo que a mí me hace hombre es lo que yo sé que soy”. Pero, en el caso de los menores, “tienen que echarle mucho valor, porque la sociedad los machaca. La mayoría sufre cada día porque la sociedad desconoce esta realidad. Sabemos que la calidad de vida, la felicidad y la garantía de los derechos de nuestros hijos depende de que se visibilice su realidad”. Por eso la campaña. “Es necesario que se suscite el debate”, apuntaba Echenique.

Etiquetas
stats