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Darpón pasa al ataque en insiste en que no hay “pruebas” de fraude en las oposiciones de Osakidetza

Urkullu, con Darpón, antes del debate parlamentario

Iker Rioja Andueza

Una parlamentaria socialista acuñó en 2014 la expresión ‘darponazo’ para definir los dardos dialécticos de Jon Darpón, consejero de Salud desde 2012 y que este viernes ha afrontado en el Parlamento la que quizás ha sido su sesión de control más complicada, con tres preguntas de toda la oposición –PP, EH Bildu y Elkarrekin Podemos, por este orden- sobre la posible manipulación de los exámenes de especialidades de medicina hospitalaria de la gran OPE de Osakidetza. El doctor Darpón, que hace años cambió ya con soltura la bata blanca por el traje de gestor, no ha escatimado en ‘darponazos’ parlamentarios para defenderse de las críticas de los opositores –políticos- y de los opositores –médicos- ante las sospechas de que en determinadas categorías –la lupa se posa sobre 14- se produjeron filtraciones de las preguntas para beneficiar a un colectivo muy concreto de facultativos.

Sobre la investigación, Darpón no ha aportado novedades más allá de recalcar que esperan un estudio estadístico y que paralizar cualesquiera exámenes sobre los que recaigan denuncias. Pero, al mismo tiempo, sigue defendiendo la tesis de que no hay “pruebas de cargo” del fraude, por lo que ha calificado de “dudas obscenas” o “infundios” las reflexiones de Laura Garrido, Rebeka Ubera y Cristina Macazaga, cuyas palabras han sido recibidas con aplausos, algo inusual en el Parlamento autonómico. “Yo no necesito que me aplaudan”, ha ironizado Darpón al terminar la última de sus intervenciones en la Cámara, que a buen seguro no será la última sobre esta cuestión.

Los hechos, adelantados por este periódico el pasado viernes, han alterado la quietud con la que Salud estaba afrontando la gestión de la gran OPE -96.000 inscritos, 3.375 plazas y 86 exámenes-, que apenas había registrado 58 incidencias de poco alcance. En una semana, el consejero y su equipo han tenido que paralizar de manera provisional cuatro de las 14 categorías señaladas, reunir al Consejo de Administración de Osakidetza y a la comisión de seguimiento de la OPE y comparecer hasta en cuatro ocasiones ante los medios de comunicación. La Fiscalía, como también el Ararteko, ya están encima del asunto.

El caso, finalmente, ha llegado al Parlamento con tres interpelaciones de otros tantos partidos de la oposición. Para afrontarlas, Darpón ha coordinado su mensaje con el equipo de Comunicación de Presidencia aunque con margen para dar rienda suelta a sus ‘darponazos’. Aunque su estilo es radicalmente distinto al del lehendakari, Iñigo Urkullu, éste ha tenido un gesto de cariño con su consejero a la salida del Parlamento.

Los momentos más tensos de la sesión se han producido en el ‘cara a cara’ con la representante de Elkarrekin Podemos, Cristina Macazaga. Esta formación política, que ha utilizado en repetidas ocasiones la palabra “corrupción” para calificar lo ocurrido, presentó esta semana un acta notarial elaborada antes de la celebración de los exámenes de Anestesiología –una de las categorías paralizadas- en la que se adivinaban quiénes iban a obtener las plazas y en qué orden. Macazaga, ante la insistencia de Darpón en que no hay pruebas que prueben la manipulación de la OPE, se ha dirigido al escaño del consejero para hacerle entrega del documento.

Siguiendo la máxima de que la mejor defensa es un buen ataque, Darpón ha cuestionado en primer lugar su contenido ya que en Medicina –ha explicado- no es difícil conocer quiénes son los profesionales más “brillantes” en cada área. Acto seguido, ha acusado abiertamente a la coalición de Podemos, IU y Equo de haber ocultado que conocían un posible delito para obtener réditos políticos, “desprestigiar” la Sanidad pública y jugar con el empleo de los profesionales sanitarios. “Estuvieron a tiempo de pararlo. Ahora sólo es propaganda política mala”, ha espetado Darpón, que ha insistido que es “una verdadera irresponsabilidad” no “alertar de un delito”.

“Son ustedes un gran ejemplo de comportamiento poco ético de la nueva política”, ha atacado el titular de Salud, provocando el enfado en la bancada de Elkarrekin Podemos hasta el punto de que el portavoz, Lander Martínez, ha pedido la palabra para asegurar que quien desprestigia Osakidetza es Darpón al permitir el fraude “bajo su manto”. Se da la circunstancia de que Elkarrekin Podemos realizó las actas a instancias de un grupo de opositores críticos que detectaron anomalías en el proceso y que acudieron primero a la Fiscalía y al Ararteko –por dos veces- sin que se tomaran medidas porque los presuntos delitos aún no se habían cometido.

Desde EH Bildu, Rebeka Ubera ha puesto voz a quienes se sienten unos “pringados” por haber escuchado después de que se conocieran las primeras denuncias que aquello era ‘vox populi’. “Si todo el mundo lo sabía, ¿por qué nadie decía nada?”, se ha preguntado Ubera ante la atenta mirada de algunos de los opositores que denunciaron inicialmente estos hechos, invitados este viernes al debate parlamentario. Ubera también ha querido diferenciar en este debate sobre la OPE entre “la elite, los jefes de servicio y los hospitales grandes” de “los indios”, o lo que es lo mismo, los hospitales pequeños y el personal de enfermería o atención primaria.

Por parte del PP, Laura Garrido ha considerado que Darpón está “sobrepasado por los acontecimientos” y ha considerado que hay “indicios claros” de que se han producido filtraciones. Tampoco en esta ocasión el consejero ha podido evitar la tentación del 'y tú más' para echar balones fuera. “Su partido es el menos indicado en el momento actual para poner esas palabras… Si hay responsabilidades, que se depuren. A ver si le suena, que se depuren”, le ha contestado a la representante del PP.

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