Los ertzainas de la carga de Anoeta que acabó con una mujer en la UCI insisten en que no usaron 'foam' en ese momento

La titular del Juzgado de Instrucción 4 de Donostia, Ana Isabel Pérez Asenjo, ha tomado declaración este viernes, en calidad de imputados y, por lo tanto, con derecho a no contestar o incluso a mentir, a cuatro ertzainas que participaron en la carga ocurrida en el exterior de Anoeta a comienzos de 2024, antes del partido de Champios League entre la Real Sociedad y el PSG. Tras ella, una mujer, Amaya Zabarte, cayó desplomada con lesiones en la cabeza compatibles con el impacto de un proyectil de 'foam', el material antidisturbios que usa ahora la Brigada Móvil de la Policía vasca. Como sostiene la versión oficial de Asuntos Internos, ellos también han dudado de que se usaran esas municiones en el momento en el que resultó herida Zabarte, una aficionada más que simplemente estaba en la zona buscando cobertura en el móvil y que acabó en la UCI.

Según fuentes judiciales, los agentes solamente han atendido preguntas de su señoría y de su defensa y no las de la acusación, ejercida por el letrado de la familia de Zabarte, Iker Sarriegi. La Fiscalía no ha hecho acto de presencia. Aunque está acreditado que se emplearon los lanzadores de 'foam', aparentemente “no saben en qué momento utlizaron los proyectiles” y “dicen que nadie disparó en esa carga” concreta, resumen las fuentes consultadas sobre los testimonios. También han intervenido como testigos, es decir, forzados a decir la verdad, dos mandos intermedios del operativo.

El letrado Sarriegi ha explicado a los medios de comunicación que ha tenido conocimiento de que horas antes del partido se “prohibió” el uso de los cartuchos más lesivos de 'foam', los SIRX, para limitar posibles actuaciones a los SIR, más blandos. Sin embargo, en la zona también aparecieron restos de los primeros. En concreto, el atestado de la propia Ertzaintza alude a tres SIRX. El abogado ha indicado que los imputados han indicado que todo lo más “se les cayeron de una bolsa”, esto es, que no los emplearon. “Siguen mintiendo, mintiendo y mintiendo”, protesta en declaraciones a este periódico Joseba Novoa, pareja de Zabarte, que confiaba antes de estas declaraciones en “poner cara” al autor del disparo que lesionó gravemente a su esposa.

La causa fue archivada inicialmente sin realizar ningún tipo de investigación. Sin embargo, la Audiencia Provincial ordenó a la instructora que la reabriera y practicara diligencias para esclarecer la denuncia de Zabarte. Lo mismo ha ocurrido con otras dos personas que también denunciaron lesiones por las cargas policiales. Ambas también se han reabierto tras el sobreseimiento inicial. Novoa ha lamentado, en todo caso, que la instructora no les haya permitido aún presentar a su testigo “principal” para que explique la secuencia de los hechos. La familia ha relatado que, además, después de caer al suelo y cuando fue a refugiarse a la parada de Euskotren recibió una patada de otro agente.