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Sanidad: sabemos lo que nos jugamos, pero ¿qué se juegan ellos?

González continúa la privatización sanitaria iniciada por Aguirre. Foto: Efe

Isaac Rosa

¿Qué tiene que pasar para que la Comunidad de Madrid se dé por enterada del rechazo masivo a su plan de privatización de la sanidad? Cuatro semanas de huelga indefinida, miles de consultas canceladas (y 5.000 operaciones aplazadas, según la propia Comunidad), encierros, manifestaciones, huelga de hambre, recogida de firmas, amenazas de dimisión en bloque de directores de centros de salud, y una unidad de toda la comunidad médica como no se había visto nunca.

Y ante tal clamor, ¿cuál es la respuesta del gobierno madrileño? Cierre en banda, paripé de negociación para ganar tiempo hasta la aprobación de los presupuestos, y estas palabras del presidente autonómico, Ignacio González, que resumen perfectamente su actitud: “No os dejéis engañar por el ruido de la calle”.

El pulso es cada vez más duro, y no parece que ninguna de las dos partes vaya a dar su brazo a torcer, porque las dos partes se juegan mucho en el envite.

Por un lado, médicos y ciudadanos usuarios de la sanidad pública no estamos dispuestos a someter a la ley de la rentabilidad económica un bien como la salud, y que con nuestra enfermedad hagan negocio fondos de capital riesgo. Sabemos además, por la experiencia de gestión privada de otros países, que a la larga sale caro y no solo en lo económico: la asistencia sanitaria se resiente, y los indicadores de salud se deterioran. Pero además, la sanidad pública es una línea roja donde nos jugamos mucho más que la gestión de un hospital, porque si los dejamos pasar por ahí, ya no habrá quien los detenga, el resto de privatizaciones y recortes serán un paseo.

Por su parte, el gobierno madrileño también se juega mucho en este envite, y de ahí su resistencia a dar un paso atrás. Se juega… Esto… Se juega… ¿Qué se juega el gobierno madrileño? ¿Alguien lo sabe?

Porque los motivos de médicos y ciudadanos para echar abajo la privatización cueste lo que cueste, están claros. Pero, ¿qué motivos tiene el PP madrileño para aguantar un pulso en el que se está desgastando a gran velocidad, que puede acabar haciendo inviables unos planes de privatización para los que obligatoriamente necesitará contar con los profesionales, y donde puede dejarse buena parte de su capital político y arriesgar las próximas elecciones, por la desafección de buena parte de sus votantes, tanto usuarios como médicos?

¿Lo hacen por ahorro? No lo parece, pues todas las evidencias dicen lo contrario, sus cálculos de coste comparativo entre hospitales públicos y mixtos ya han sido desautorizados por tramposos, y ni siquiera ellos son capaces de ofrecer un solo papel con cálculos que demuestren un ahorro que, en el mejor de los casos, han cifrado en 200 millones. Una cantidad que, además de no estar respaldada por nada, no parece suficiente para justificar tanto destrozo.

¿Lo hacen entonces por ideología? ¿Es pura ortodoxia neoliberal? No me parece muy creíble que todo sea un asunto de fe neocon, y no porque no haya talibanes económicos entre los populares madrileños, sino porque ese mismo PP ha demostrado que sus principios admiten todas las excepciones que hagan falta, y que son ultraliberales salvo cuando les interesa recibir subvenciones para los suyos o mantener el control público de ciertas parcelas de poder.

¿Lo hacen acaso por orgullo? Sería kamikaze mantenerse en sus trece contra la inmensa mayoría de ciudadanos, hasta el punto de poner en riesgo su propia continuidad en el poder a medio plazo, con lo fácil que sería cortar una cabeza de consejero, sentarse a dialogar con una mano extendida, y pelillos a la mar.

Entonces, si no parece verosímil que lo hagan ni por ahorro, ni por ideología ni por orgullo, ¿por qué lo hacen? ¿Qué es lo que no sabemos de toda esta historia (aunque muchos lo sospechemos)? ¿Qué se juega el PP madrileño en este pulso, qué tiene que ganar o que perder con la privatización de la sanidad madrileña? ¿Qué hay detrás de este secretismo que recuerda a otro escándalo reciente, el de Eurovegas? ¿Por quién está dispuesto a partirse la cara el PP madrileño en esta pelea, a quién defiende?

Estaría bien conocer la respuesta, para así saber hasta donde están dispuestos a llegar en su inmolación pública en defensa de una privatización que nadie quiere, solo ellos.

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