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Trabajar menos para robar más

José María Calleja

Pensamiento Díaz Ferrán:

Si Esperanza Aguirre es “cojonuda”, le doy mucho dinero para su campaña electoral.

Si la mejor empresa publica es “la que no existe”, me trinco el dinero que los inmigrantes latinoamericanos han ahorrado para pagarse los billetes de avión que les lleven a su tierra en Navidad y dejo a 5.000 personas en la tierra de la España que marca (ocurrió en 2009). Que no hubieran comprado billetes en mi compañía aérea.

Si pagar impuestos es un atraso, demos un mangazo de 50 millones de euros, de los que solo han aparecido 4,9 en Suiza, y expoliemos nuestras propias empresas.

Si de defender a la familia se trata, comprémonos un yate, un casoplón en Baleares, otra vivienda de lujo en Madrid y unos apartamentos en la zona más cara de Nueva York para las hijas, que pasean al perro con un collar con la bandera de España marcada.

Viva el mercado libre, mueran las subvenciones, excepto las mías, viva la competencia libre, la caza a lo bestia y los taxidermistas; viva lo hortera, los coches de lujo y quien los trujo.

Gerardo Díaz Ferrán ha sido el gran timonel de los empresarios españoles durante años, lucecita del Pardo sin apenas criticas entre los suyos; bueno, sí, yo he escuchado a ese empresario hotelero ejemplar, Antonio Catalán (AC), decir en mi programa, en CNN+, que Díaz Ferrán era un “delincuente” y un “defraudador”, y que tenía que dimitir como presidente de la CEOE. El denunciado no interpuso querella alguna. Ningún otro empresario ha dicho en voz alta algo que al parecer todos comentaban, en voz más o menos baja, mientras aplaudían al empresario saqueador ahora detenido como si estuvieran en un congreso del PC Chino.

Queda por saber si en esta cadena de mando de responsabilidades criminales su segundo en el escalafón, Arturo Fernández, no el actor, estaba al tanto de los enjuagues de su conmilitón. También si su sustituto, Joan Rosell, sabía qué tipo de negocios hacía su antecesor.

Ferrán no se ha aplicado nada de su propia máxima “trabajar más y cobrar menos”, y en realidad ha trabajado menos para trincar más. Le han pillado en casa con 150.000 euros, un lingote de oro -que dicen que vale 60.000 euros- y una cara dura como el cemento armado.

El jefe, hasta hace un rato, de todos los empresarios españoles de la CEOE, pensaba que sobraban todos los sindicatos -excepto el del crimen, entiendo- y debía ver con buenos ojos la amnistía fiscal, al final de la cual ha sido detenido.

Díaz Ferrán es de esa corriente de pensamiento económico que sostiene que no hay mejor cosa que no pagar impuestos. Coherente hasta el fin con su ideario, evadía a Hacienda, alzaba bienes, tomaba el dinero y corría. Un ladrón, por decirlo claramente.

En Suiza están alterados, han descubierto que en el local empresarial de la España que marca, se juega.

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