Piedras de papel es un blog en el que un grupo de sociólogos y politólogos tratamos de dar una visión rigurosa sobre las cuestiones de actualidad. Nuestras herramientas son el análisis de datos, los hechos contrastados y los argumentos abiertos a la crítica.
¿Por qué Más País no termina de despegar en las encuestas?
Aportamos aquí una posible explicación del voto entre Unidas Podemos y Más Madrid
El gran potencial electoral reside en aquellas capas de la población que se consideran de izquierdas, pero al mismo tiempo se encuentran atravesadas por unas condiciones económicas acomodadas
El rendimiento electoral de Más País dependerá en gran medida de poder atraer el voto de esta “izquierda concienciada” más allá de las grandes ciudades donde tiende a concentrarse
Durante las dos últimas semanas, ninguna encuesta electoral ha estimado que Más País vaya a superar el 5% en las elecciones del 10N. De forma más reciente, la pre-electoral del CIS adjudicaba una intención de voto del 2,9% para la nueva formación nacional. Unos resultados delicados para las expectativas que generó el proyecto liderado por Iñigo Errejón en los primeros días tras la convocatoria electoral, sin conseguir reforzar el bloque progresista en escaños, uno de sus principales objetivos políticos. Sin embargo, meses antes obtuvo en la Comunidad de Madrid un 14,6% de los votos, casi tres veces más que Unidas Podemos. ¿Qué está saliendo mal en este salto nacional de la marca madrileña?
Si miramos los datos postelectorales de las autonómicas en la Comunidad de Madrid, más de la mitad de los votantes de Más Madrid votaron, tan solo un mes antes, a Unidas Podemos en las elecciones generales del 26 de abril, es decir, el 51% del electorado de Más Madrid vienen de Unidas Podemos. El segundo gran caladero de votos fueron votantes del Partido Socialista, el 41% concretamente. Mientras que para el PSOE este transvase de votos supuso una pérdida del 13%, Unidas Podemos perdió cerca de la mitad del total de su electorado (40%). La aparición de Más Madrid hizo peligrar la propia existencia del partido morado, quedándose a 7 décimas de no superar la barrera legal para conseguir representación.
Tabla 1. Procedencia del voto
Por tanto, si la plataforma nacional no está siendo igual de efectiva que su marca autonómica, podríamos entrever que Más País no está teniendo la misma capacidad de absorción del votante morado que tuvo en la Comunidad de Madrid. Para investigarlo acudimos a la encuesta postelectoral de las elecciones autonómicas del CIS.
Desde su nacimiento, se ha considerado que tanto Más Madrid como su marca estatal, Más País, eran formaciones más moderadas ideológicamente que Unidas Podemos. Estaríamos, por así decirlo, ante una suerte de PSOE millennial cuyos votantes se situarían a mitad de camino ideológico entre los otros dos partidos de izquierda. Pero, ¿es realmente así?
Gráfico 1: Ideología del electorado de UP, MM y PSOE
Como se puede apreciar en el gráfico, los votantes de Más Madrid se sitúan ideológicamente en posiciones muy similares al electorado de Unidas Podemos. En cambio, el Partido Socialista está más centrado en el espectro ideológico, con la mediana de sus votantes en el 4. Parece coherente afirmar, por tanto, que el electorado del partido de Íñigo Errejón posee unas características ideológicas más semejantes a las del partido de Pablo Iglesias.
Pero supongamos que sí, que el partido Más Madrid presenta un electorado más moderado. En esta situación, tendría todo el sentido plantear que fueron los votantes más moderados los que, aun habiendo votado a Unidas Podemos en las elecciones generales del 2019, decidieron cambiar en mayor medida su voto a Más Madrid en las autonómicas que se celebraron tan solo unas semanas después, y no aquellos con unas posiciones ideológicas más escoradas a la izquierda.
Pues bien, como se puede comprobar a continuación, lo que sucedió el 26 de mayo fue todo lo contrario. La probabilidad de cambiar de voto fue mayor cuanto más cercana al 1 era la auto-posición ideológica del votante de Unidas Podemos. La gráfica de debajo mide la probabilidad (de 0 a 1) de cambiar el voto de Unidas Podemos a Más Madrid en función de la auto-ubicación ideológica. Como se puede comprobar, la pendiente de la recta es negativa, lo que nos indica que cuanto más a la derecha en la escala ideológica, menos posibilidades hubo de cambiar de voto.
Gráfico 2: Efecto de la ideología en la probabilidad de cambio de voto
Sin embargo, es interesante extender el estudio a otras variables que suelen condicionar el voto, como el sexo, la edad o el nivel de estudios. En esta ampliación encontramos resultados que nos pueden hacer sospechar sobre cómo la ideología probablemente no fue el único elemento que condicionó el voto. Por ejemplo, si atendemos al nivel de estudios de los votantes de ambos partidos, vemos fácilmente cómo hay una mayor cantidad de personas con estudios superiores entre el electorado de Más Madrid que en el de Unidas Podemos.
Gráfico 3: Nivel de estudios de MM y UP
Esta diferencia de casi 10 puntos entre los votantes de ambas formaciones políticas con Estudios Superiores podría indicarnos, efectivamente, que la ideología no es el único elemento determinante, sino que hay otros elementos que la condicionan. Una de las variables que más correlacionada está con la obtención de un título de estudios superiores es la renta. Cuando hemos comprobado cómo han afectado estas variables y algunas otras al cambio de voto entre Unidas Podemos y Más Madrid hemos obtenido lo siguiente:
Gráfico 4: Coeficientes de la regresión del cambio de Podemos a Más Madrid
El resultado evidencia que, efectivamente, no es la ideología sino el nivel de renta media personal el factor que condicionó principalmente el cambio de voto hacia Más Madrid en las últimas elecciones autonómicas. Con estos datos, queda reflejado que los votantes de Unidas Podemos con rentas medias cambiaron su voto a Mas Madrid en mayor medida que aquellos que ostentaban rentas más bajas.
En base a estos datos, una posible explicación de por qué Mas País no está funcionando igual de bien que su marca regional en el 26M estaría relacionada con que su gran potencial electoral reside en aquellas capas de la población que se consideran de izquierdas, pero al mismo tiempo se encuentran atravesadas por unas condiciones económicas acomodadas. Son un grupo social que unifica a sectores de clase media ascendente y profesionales liberales que comparten una ideología de izquierdas, no por cuestiones materiales, sino de auto-conciencia. Sus votantes no son los obreros que salen de la fábrica para mejorar sus condiciones de vida, sino el médico o el abogado que cree que la izquierda representa mejor un ideal de justicia.
Sin embargo, esta composición se da, principalmente, en las grandes ciudades como Madrid, Valencia o Barcelona, donde de hecho la mayoría de encuestas pronostican que Más País obtenga sus únicos escaños. Otras provincias que se alejan de las grandes urbes como Asturias, Canarias, las gallegas o las andaluzas, donde también se presenta Más País, no parecen ser demasiado fértiles para el nuevo partido, quizás porque este tipo de votante no abunda.
En este sentido el rendimiento electoral de Más País dependerá en gran medida de poder atraer el voto de esta “izquierda concienciada” más allá de las grandes ciudades donde tiende a concentrarse. Las coaliciones con formaciones de carácter regional como la Chunta o Compromís probablemente ayuden a esta ampliación de su electorado. Saldremos de dudas el 10N.
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